Tomando de las manos de Hazel el guardia para guiarla al lugar específico donde será su sentencia de muerte, caminando descalza a lo largo del lugar, sintiendo su pies cansar por los múltiples golpes en su pie tras caminar ese largo camino.
Teniendo una extraña sonrisa en sus labios, admirando el sol que cubre su rostro por completo y las hermosas rosas del jardín, ¿Así que ese siempre fue su destino? Pobre Hazel, llegando a los minutos el lugar donde esta repleto de espectadores que desconoce en su totalidad al aire libre, junto a un altar donde encima yacen tres asientos.
Siempre se pregunto Hazel porqué el padre de Jaden jamás hacía presencia cuando su palabra es igual o más importante que el de la emperatriz.
En la izquierda el príncipe Jordan, quién tenía una expresión de dolor en su rostro, como si hubiera pasado mal la noche pasada, en medio la emperatriz y en la derecha el príncipe Jaden.
Empujando de Hazel para quedar en frente de ellos y ella por poco cae tras la brutalidad, se siente tan débil que no ha comido nada por más de 24 horas, algo mareada y extrañamente más delgada de lo usual, cargando encima muchas miradas juzgadoras, murmuros insultantes y sin ser capaz de ver a los rostros de los dos príncipes.
-He tenido misericordia de usted hasta el final por nuestra amistad, pero una traición de su parte no tiene perdón alguno, ¿Tiene algo que decir tras sus últimos momentos de vida?-La voz de la emperatriz es tan fría, tan frívola que la palabra "amistad" suena tan falsa en sus labios.
¿La tranquilidad en su corazón se debe que en sus últimos momentos de lecho no se quedará callada?
No, ya no más.
-Me gustaría conocer a la señora llamada Jarel de Beckham.
Estremeciendo la piel de Jaden tras oír esas palabras, posando todo su peso en las orillas de su asiento con interés genuino tras oír eso, en cambio la emperatriz se entumeció en su lugar estupefacta que ella supiera esa información, algo que casi todo el país desconoce, formando sus palmas en puños.
En cambio las personas siguen confusas tras eso.
-Me pregunto de igual manera de quién será el verdadero padre biológico del príncipe Jordan y cómo usted pudo usurpar el trono sin ser descubierta.-Prosigue con la mirada repleta de valentía sin vacilar, reteniendo todas sus fuerzas para no caer directo al suelo.
-¡Vulgaridades, cincuenta latigazos por decir falsedades sin pruebas antes de su muerte!-La emperatriz ya había perdido toda paciencia tras escuchar aquellas palabras, aunque no existan las pruebas la sola sospecha la repleta de temores, algo que después de 20 años no se había vuelto a hablar.
¡¿Cómo diablos alguien como ella tendría esa información tan valiosa, cómo?!
La sola idea que más personas puedan contar con esa información la alteran aún más.
En cambio eso provoca en Jaden la confirmación a sus sospechas.
-Detengan esto.
-¿Qué?-Cuestiona la emperatriz a la respuesta de Jaden.-Eso es imposible, disculpe su alteza pero estamos en medio de un juicio.
-Usted misma acato que realizará su examen.
-Si, como muestra de nuestra dichosa amistad, que por lo visto no ha sido más que falsedad de su parte, pero eso no le da derecho a detener este juicio.
-De hecho si, según la ley No. 54 acata que no se le de juicio a nadie si se le da el derecho a terminar los exámenes como concubina sin la decisión final del príncipe.
Golpeando con furor la silla la emperatriz al ponerse de pie estupefacta.
-¡Su majestad!
-No he dado la mía.-Descendiendo las gradas del altar, para posarse al lado de la señorita Hazel Foster para tomar de ella con seguridad en frente de todas las personas, mientras Carter abre con impacto sus parpados ante la conmoción de todo el público, sin poder procesar toda la información tan rápido, si ni ella misma puede creerlo.-La señorita Hazel Foster será mi concubina por encima de cualquier calificación.
Llevando el impacto y la sorpresa de todas las personas presentes, hasta el príncipe Jordan tras oír esas palabras, estupefacto, en cambio la emperatriz no puede aceptar tales engaños, se confió, en su forma de actuar del príncipe, ¡Ese maldito príncipe suspicaz!
-¡¡Su majestad!!-La rabia es notoria en la voz de la emperatriz, negada a seguir presenciando eso y se baja del lugar para irse del podio, corriendo su hijo detrás de ella, admirando con dolor de cabeza hacia la señorita, corriendo detrás suyo.
-¡Madre!
Temblando tanto sus piernas de la conmoción de todas las personas que murmuran y dicen cosas entre ellos que ella no comprende, sin embargo ella mismo escucho las palabras del príncipe doblando sus piernas de impacto y caer al suelo ida, ¿no morirá, no lo hará? realmente se había hecho la valiente en todo el camino, mirando el lado bueno de desquitarse con todos sin temer de perder la cabeza, cuando ya estaba condenada, sin embargo iba a estallar en llanto al ver la espada con la cual iba a ser asesinada.
Pálida sin creer lo que ha oído, no obstante, la falta de color no sólo se debe a la sorpresa cuando pierde el control de su cuerpo y cae directo al suelo desmayada.
-¡Hazel!-Grita el príncipe cuando admira el cuerpo de la concubina inmóvil en el suelo, acercándose los guardias para tratarla, pero en cambio él los mira con ferocidad dudando los guardias de hacerlo o no, aprovechando Jaden para inclinarse y tomar del cuerpo de Hazel sin dificultad al alzarla en sus brazos.
Dejando el lugar con todas las personas presentes, confusas por el abandono de las autoridades, molestos, engañados tanto como la emperatriz, sin embargo eso no es lo peor, sino la expectante de Heather al admirar todo eso, deshecha tras ni siquiera darle el motivo de su renuncia a ella.
Tras haber hecho todos los exámenes con excelencia.
Golpeando la mesa con repudio total al empañar sus mejillas de lágrimas.