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Mueve su cuerpo levemente ante la sacudida al recobrar sus sentidos, como si se tratase de un largo sueño que nunca tuvo fin, así despierta cada extremidad suya con dificultad, palpitando la punzadas de sus huesos, entumecida.

¿Qué sucede, por qué me cuesta tanto moverme?

De pronto al sentir el frío metal en sus muñecas se espanta, abriendo brutalmente los parpados.

Cerrando nuevamente sus ojos tras el brillo sin control de la luz en frente suyo, cegándola por poco, abriendo levemente de ellos al acoplarse con los segundos.

¿Dónde me encuentro?

Un escalofrío recorre todo su cuerpo al imaginar estar en manos del príncipe Jaden o peor aún, la emperatriz, palideciendo al poder identificar con mayor facilidad la sala. Admirando el metal cerrado a cada lado de sus extremidades a una silla del mismo material, sin poder despegarse de ello, moviendo con mayor fuerza sus extremidades sin éxito alguno.

Frunciendo el ceño al momento de bajar si mirada instintivamente a su pecho y no admirar su cabellera larga, sino corta.

-Estoy en mi mundo, otra vez...

Como si se tratase de años, por poco olvida el lugar donde nació y creció, pareciéndole muy extraño, muy diferente a su mundo de Hazel, ¿con felicidad o tristeza? No comprende en la situación que se encuentra.

-¿Ya despertaste?-De repente una puerta se abre a un costado de la sala y un hombre alto, de cabellera negra alborotada, chequea a Carter con unos papeles en mano.-Has dormido por más de trece horas.

¿Qué?

-¿Dónde estoy?-Recuerda, recuerda como una memoria muy lejana su apariencia, como si la hubiera visto en alguna parte anteriormente.

Él suspira con irritación.

-En la comisaría Carter, ¿En serio creíste que te ayudaría?

¿Ayudarla? Ella frunce el ceño sin comprender bien sus palabras, admirando alrededor con demasiada tranquilidad de la que realmente debería sentir, confundiendo al policía Jean por su comportamiento.

-Debe ser un error, no recuerdo haber cometido algún delito.

-¿Qué?-Él refuta, rodeando los ojos por su comentario sin sentido alguno, ¿Le esta jugando una broma?-Si así planeas defenderte, adelante, tengo suficientes pruebas.

¿Pruebas?

De pronto a Carter le cuesta de gran manera recordar lo que hizo, no puede procesar por su mente sus crímenes, solamente lo que vivió en la otra vida, esas memorias tan presentes como nunca, sin embargo las de su vida real, no.

¿Qué le sucede? Sin embargo, cómo si se tratase de una maravilla por su mente, reconoce que tiene la oportunidad de obtener más información estando en su mundo real, sin embargo con esas cadenas en sus extremidades, sería imposible...

Necesita otro seguro.

No obstante, de nada le sirve si solamente en su mente divaga ese lenguaje de Gran Bretaña, no puede leer, ni entender nada, son otras cadenas a su libertad. Sólo necesita la información para volver al otro mundo. Si se ve obligada a dormir sin sueño, no dudará en hacerlo.

-Asumiré las consecuencias, si ha de ver a mi padre desde la cárcel, adelante.-Suspira Carter, sin ánimos de imaginarse un futuro así, porque ya no considera este mundo el más importante, no hay nadie que le importe para seguir aquí.-Pero, ¿podría concederme un último deseo, antes de esa desdicha?

El vocabulario de Carter, ¿desde cuándo cambio tanto? Se siente extraño de que le hable tan formalmente, tragando duro sin ganas de seguirla escuchando, le tiene arto. 

-¿Por qué haría algo cómo eso?

-Opte por el suicidio ante de irme con mi padre, ¿cree que hace justicia metiéndome a la cárcel?-Las palmas de Carter se forman en puños tras soltar esas palabras, le fastidia, le repleta el furor el doble sentido de justicia que se maneja, jamás estuvo de su parte, apesar de preferir vivir debajo de un puente que compartir cuarto con su mismo padre.

Al ver a su alrededor, sabe de sobra, que ese es su fin. Sin embargo antes que pudiera contestar el policía, Carter se apresura a añadir.

-Sólo anhelo volver a escuchar la historia del rey Jaden Beckham.

¿Qué, por qué quiere volver a oír de él? Le parece sumamente extraña esa chica, que en vez de preguntar por cosas que le convienen, prefiere una historia estúpida, como ese día que tomo su libro con todas sus fuerzas, siendo más importante que el mismo dinero.

-¿Qué hay de interesante, que te intriga tanto?

El tuteo, de pronto se vuelve fastidioso a oídos de Carter.

Que confianza.

-Los tres sectores donde se encuentra la información confidencial de la emperatriz.-Sisea Carter, respirando con tranquilidad, demasiada para lo que le espera.-Sé bien que la primera esta dentro de su castillo.-La que le fue arrebatada.

-Estaba, querrás decir.-Le corrige Jean, rendido ante una petición sin malas intenciones.-La segunda, esta en el sector debajo del mismo minero de Vorkshire.-¿Qué, dónde, cómo no lo sabía su familia? Recuerda bien que era información diferente, no puede tener sentido.-La tercera esta...-Medita, pero no encuentra la respuesta.-No recuerdo.

Quizás no coincide cuando Carter investigo, ya que, cuando desapareció el primer seguro, quizás la emperatriz cambio los demás de ubicación por seguridad, siendo en el futuro, otra información. Aunque eso no quiera decir que ella haya sido la causante del robo, ya la hubiera decapitado de ser así, en cuestión de segundos.

Necesita saber la ubicación del tercero.

-¡Por favor, busca en internet o cualquier lado!

-¿Por qué debería? Ya he dicho suficiente.-Se calla de mal humor, suspirando frustrada Carter, no le ha dicho casi nada.-Será mejor que esperes, pronto vendrá tu padre.

-¿Mi padre?-Palidece de pronto, esos recuerdos, son tan vividos que jamás los olvidaría, intentando cerrar sus ojos con furor nuevamente, pero el sueño nulo no ayuda en nada.

 La lucha de saber más información cesa al momento de enfrentar su primer temor, no, cualquier cosa menos que enfrentarle, ¡Cualquier cosa!

-¿Qué haces? No puedes dormir.-Demanda él.

 ¡Duérmete, duérmete!

Con todas sus fuerzas lucha con tal de dejarse llevar por el sueño, sin embargo sus ojos bien despiertos no permite aquello, sintiendo unas manos sobre sus hombros, sacudiendo de ella, abriendo sus parpados abruptamente.

-No permitiré que te duermas mientras yo este aquí.

-No...-Gira a todos lados desesperada por encontrar alguna salida, cualquiera que sea, no puede ganarle la vida de manera tan patética sin poder luchar antes.-¡No!-Revienta en frustración.

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