Mueve sus labios a un ritmo muy acelerado para Hazel quien jala con nerviosismo las ropas del príncipe al este probar de la misma dulzura insaciable, adictiva y excitante, pasando su palma por la cintura de Hazel y sentir lo diminuta que es, tan encajable a sus palmas rasposas, hundiendo aún más sus labios en Hazel, quién su respiración se torna muy rápida, temblando sus piernas por la falta de aliento.
¿Por qué, por qué me vuelvo tan vulnerable a sus caricias, a su respiración serena comparada a la mía, que son remolinos internos?
Tornándose su rostro rojo por completo.
Reaccionando de pronto tras dejarse tomar de nuevo, ¿Enseñarle qué, ha enloquecido? Separando su cuerpo de pronto abruptamente de un empujón, sin aliento y su corazón apunto salir de su pecho, indignada. Más que indignada, molesta consigo misma por dejarse llevar en cuestión de segundos, picando sus labios por probar más de lo suyos, confusa.
¡Reacciona!
-¿Cómo usted...-Intenta recuperar su aliento, con esfuerzo.-si quiera se atreve a decirme y hacer?
Elevando la mirada hacia unos iris dorados dilatados y nada afectado ante el corto beso, que por poco hace caer sobre sus piernas, traga duro al admirar su lengua pasar a lo largo de su labio inferior, tragando duro Carter, con una mirada tan penetrante como seria, manda corrientes a lo largo de su cuerpo, esquivando su mirada de manera repentina, nerviosa.
¿Qué estoy sintiendo, qué es esto?
Escuchando una leve risa que aleja todo temor, una ronca cómo electrizante risa que llama la atención de Carter. Olvidando por un momento como respirar al admirar la sonrisa ladina blanca a lo largo de su rostro, encajando perfectamente con su mandíbula marcada y aún más atractivo con ella, palpitando aún más el corazón de Carter.
Pocas veces suele verlo así.
-¿Por qué no me es de extrañar tu comportamiento insolente?-Añade Jaden, extrañamente sereno y divertido.-Supongo que no es esa clase de mujer, más yo si soy ese tipo de hombre.-Confesa sin bochorno.
Descarado.
Carter no sabe qué sentir con respecto a sus palabras, la hiere, la trata como quiere y de sentir la misma muerte, su temperamento a bajado de pronto, como una montaña rusa sin remordimientos, en cambio ella se sigue sintiendo igual como la primera vez que intento quitarle la vida.
Simplemente no puede dejar pasar sus comentarios como si nada, al igual que el beso, comienza a preocuparse por sus sentimientos al verse afectada tras ellos, más el parece ser el mismo de siempre, dudando de sus propias palabras o valentía, porque es la primera vez que se siente así.
¿Sentirá algo por mí?
No, son sus voces internas que quieren imaginar algo así, sin embargo, ¿por qué la besaría con tanto deseo, posesividad y...amor? Tornándose aún más rojo su rostro de pensar aquellas palabras, retrocediendo con dificultad y sentir la fría pared, elevando la mirada de pronto, ante una mirada confusa por su comportamiento, tragando duro y girar su cuerpo para salir de ahí, permitiendo Jaden eso.
Recordando bien las palabras de Heather, Jaden no es alguien que precisamente pueda enamorarse, ni sentir amor, menos por alguien como Hazel, que desde un principio sus oportunidades de ser concubina fueran nulas, pero, ¿pero por qué de pronto siente que sí?
Tocando sus labios en un movimiento involuntario, arrastrando sus pasos hacia la puerta.
A pesar de ser pasos lentos, su corazón late tan rápido como si hubiera corrido por carreteras sin detenerse, girando su cuerpo hacia él quién queda en la misma posición, admirando su gran altura, como su traje de caballero y su espada guardado a un lado suyo, colgando, al igual que sus piernas altas y bien fornidas.
