*81*

4 0 0
                                    

Las horas pasaron más rápido de lo que imagino Hazel, parando ambos a la orilla del pueblo, en la mera entrada, bajando ella de este, insistió mucho en no vestir tan elegante para no incomodar a su familia, sino decente, con un bonito vestido flojo blanco con tal de verlas, caminando con sus hermosos tacones en la tierra lodosa que había olvidado que ahí no existe la grama.

Hundiendo de estos en la tierra húmeda que ensucia sus zapatos por completo, arrugando su expresión con asco, es más, parecía estar más preparado Jaden para el lugar-con ropas negras y unos zapatos de suela especial para lugares con tierra- que la misma pueblerina, que sería siendo la primera vez para Carter en un pueblo, mordiendo su labio inferior arrepentida de venir con esa ropa.

¿Qué se espera? Solo tiene recuerdos de los sucesos, no los detalles del lugar.

Admirando las chozas donde viven, ni siquiera son casas decentes, viven peor de lo que ella vivía en su otra vida, en casas hechas de la misma tierra y puertas de tela, sus ropas tan degastadas que se puede ver la textura vieja y sucia, con coceduras entre varios lados que se habían roto.

Personas como ella, con sus ojos rasgados y su característico pelo liso cargando leña, otros cocinando al aire libre.

Da otro paso entre el suelo lodoso y ya no importa ensuciarse, mojando las orillas de su vestido hermoso blanco del café de la tierra, picando sus parpados de la impresión, sus manos temblar de la emoción y sus piernas casi desfallecer al conocer a una mujer entre tantas cargando montón de leña, su pelo castaño oscuro, sus ojos iguales a los de ella, la recuerda como la primera vez que la vio, pero algo más grande se agita dentro de sí, su cuerpo la reconoce, su alma le grita.

Su mamá.

Apresurando sus pasos dificultosos entre el lodo y un zapato se traba, saliendo otro pie volado tras el paso abrupto, importándole poco que el príncipe le este viendo y los guardias, decide dejar esos tontos zapatos ahí poniendo sus pies sobre el lodo y alzar sus pasos con gran apresuro hacia esa mujer que ladea la vista tras ver una mujer esplendida, con un vestido blanco que deslumbra su tono moreno.

Sin embargo al verle el rostro la identifica por completo, soltando todos sus palos para el almuerzo de la impresión, sonriendo Hazel de la emoción pura de verla, abriendo la madre sus brazos con nostalgia y su hija tirarse a ellos con gran amor, apretándose su pecho por todas las emociones que la dificultan respirar, juntar las letras en su boca para decir alguna palabra.

Pudieron verse de nuevo, con vida.

-Madre...-Sus ojos se repletan de lágrimas, apretando su garganta sin poder expresar bien una frase, trabándose su lengua y suspirando, soltando una lágrima en su rostro, separando su cuerpo para revisar el rostro de su amada madre y su cuerpo, para verificar que se encuentre en buen estado.-¿Has comido, te alimentas bien?

Sonriendo su madre con alegría y admira lo limpia que esta su hija, las bellas ropas que lleva consigo y con ver a los hombres a lo lejos es fácil darse cuenta que es concubina, eso le enorgullece mucho. 

-Me alegra que hayas batallado hija, eres la más hermosa del pueblo, no me cabía duda.

Eso hace que se tense Hazel, su madre ni siquiera sabe que ser concubina no es suficiente para salvarlos. En cuestión de belleza, ella parecía ser la menos bonita sin tomar palabras más duras.

-Te traje suficiente comida, para que no tengas que preocuparte por ella en semanas, tienen sus conservantes, además traje dinero para los pueblerinos.-Saca una bolsa pesada de monedas y se las da a su madre en sus manos.-Por favor sé sabia al gastar este dinero, puede que se vengan momentos difíciles.

-¿Momentos difíci...?-De pronto aparece detrás de Hazel el príncipe quién la alcanza de inmediato, caminando otros guardias con las cosas que tienen para regalar, sonriendo la señora con amabilidad y se inclina en respeto ante el príncipe.-Me alegro mucho de verle su majestad, que la gloria siempre este de su lado.

Madre ni siquiera sabes a quién de diriges...

Asiente Jaden si saludar, como si le importará muy poco que fuera la madre de Hazel, porque lo sabe eso no le cabe duda al dejar los alimentos en su casa y dar la vuelta admirando el pueblo sin interés alguno, es un hombre frío, cruel, lo cual eso le hace cuestionarse mucho si es lo mejor ayudarle.

-Es un idiota.

-¿Qué?-Pregunta su madre atónita tras escuchar a su hija expresarse así de su esposo.-No puedes hablarle de esa manera hija.

-Yo, si...lo siento.-No quiere preocupar a su madre con cosas triviales como que su esposo no la ama y jamás lo hará, que su unión es meramente por un interés mutuo, que quizás las decisiones que esta apunto de hacer los condene, pero debe demostrar que es de ayuda, porque de lo contrario...se puede arrepentir mucho, pero justo en momentos como este necesita un nuevo plan, no tiene a nadie de su lado.

Sino todos en contra suya.

Jaden hace una seña con su mano para que se apresure.

-Madre lamento decirte que esta visita es rápida y debo acompañar a mi esposo por asuntos personales, así que por favor cuídate, cuida de mis hermanas y mi padre.-Aprieta su agarre con nostalgia.-Los amo y si es necesario que huyan sin mí, háganlo. 

-¿Por qué dices esas cosas hija?

-Adiós madre.-Suspira Hazel dando la vuelta y el guardia le enseña a lo lejos sus zapatos sucios, llegando ella y tomando de sus tacones sin ánimo de volvérselos a poner tras ensuciar sus pies, ¿Qué más da? Así andaba todo el tiempo en el pueblo.

Cerrando sus parpados con dolor, de repente pesando sus pasos de una manera que le es difícil dar un paso, carcomiendo todo su pecho por la ansiedad que le recorre su cuerpo, volteando a ver a su madre y punzar sus ojos con sumo dolor, nublando su mirada, esta sana, se encuentra bien en un lugar lleno de bombas, no sabe cuánto tiempo más puede verla de esa manera.

Moviendo sus labios en un susurro que logra entender su madre.

"Te amo madre".

Aturdida por todos esos sentimientos que la agobían, como si no quisiera irse de ahí, no, Carter no podría sentirse de esa manera con personas que apenas conoce, esas emociones, ese sentir es de Hazel claramente.



kkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora