En cuanto Sebastian entró me miró con preocupación por mi mal estado, para calmarlo le dije que sólo era una pesadilla lo que me había puesto así, pero que no recordaba bien de lo que trataba para evitar preguntas.
Desayuné primero y con su ayuda fui al baño. Me dejó sólo y empecé a bañarme en aquella relajante agua tibia. Sí, hay gente que puede bañarme pero es malditamente incómodo así que ordené que me dejen hacerlo solo.
Luego de varios minutos, salí con una bata puesta. Aunque también me ponía nervioso, dejé que me sequen y vistan ya que siempre hicieron este tipo de cosas por Ezra y era algo que no podía cambiar también sin buenas excusas.
Luego de todo aquello fui finalmente a mi oficina a hacer el trabajo de siempre lo cual era aburrido y en mi estado, sentía que mi energía se perdía rápidamente por lo cual tardé más tiempo en terminar.
Luego de aquellas horas salí de allí agotado y fui a acostarme en mi habitación mientras los empleados empezaban a preparar las cosas para mi viaje.
Estaba a punto de quedarme dormido pero dos toques en mi puerta hicieron que me despierte. Sin levantarme de la cama le dije a quien sea que estaba tocando que pase.
Por la puerta entró Sebastian diciendo que los preparativos estaba terminados y que ya era hora de partir. Con dificultad me levanté y con su ayuda subí al carruaje no sin antes despedirme de la servidumbre.
Fue así como comenzó mi largo y "entretenido" camino a la capital.
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¡Voy a hacerlos caer!
FantasyEl mismo cliché de transmigrados pero gay. ________________ Jack Miller, un adulto joven que no destacaba en su vida diaria se queda dormido y despierta en medio de un bosque. Descubre que está en una novela que había leído y ahora es Ezra Briefadel...
