¡Voy a hacerlos caer!

Capítulo 31: En busca de acercarme

~Narración de Larion~

No conforme con que todos sepan la escoria de persona que era, hurgué hasta en la primera generación de Marqueses de Boyle y fui sacando de uno en uno sus sucios secretos manchando su reputación en la sociedad. Pero lo que colmó la situación, fue cuando a mis manos llegó cartas de amor entre Charlotte y Dorian y la cereza del pastel; Dorian insultando al príncipe heredero por "interferir" en su bella relación con Charlotte.

Como excelente persona que me considero, mandé estas cartas directamente al emperador y me filtré al castillo para ver mi perfecto avance. Demás está decir que la reacción del emperador fue explosiva lo que llevó a traer calma a mi conciencia; nadie puede ni podrá humillar de nuevo a mi Ezra.

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~Narración de Ezra~

Los días que pasaban no podía siquiera ver a Larion. Me sentía presionado ante esos ojos color morado y me recordaba una y otra vez lo tonto que me debí haber visto llorando al recordar un imbécil como Dorian.

Cada que me encontraba con Larion me avergonzaba y salía corriendo de inmediato lo cual era muy cobarde de mi parte ¿Cómo podría asistir a la guerra si nisiquiera podía afrontar la vergüenza?

Decidí dejar un momento mi ansiedad para tomar tranquilamente el té con Evan pero el contenido de la charla era poco usual viniendo de él.

-¿Sabes que me enteré?~

Su voz era de emoción total por lo cual reí y di un sorbo a mi té de jazmín.

-No tengo la menor idea. Dime que sabes.

-El Marquesado Boyle está en-la-rui-na~

Claramente mi sorpresa era enorme. Me quedé en silencio viéndole, dándole a entender que siga.

-Las sirvientas me contaron todo y luego lo comprobé con otros nobles. Alguien a estado exponiendo las maldades del Marquesado desde el Marqués Malbec, el primero del linaje Boyle hasta los de Dorian Boyle, el último del linaje. Esa desdichada casa a cometido de todo, desde mantener esclavos cuando la ley ya los protegía hasta calumniar a la familia Imperial.

Había una sola persona que podía llegar a aquel extremo de investigación y desgraciadamente no se encontraba en el ducado como para interrogarla.
Interesado y con sorpresa me dispuse a escuchar lo que seguía comentando.

-Hay fuertes rumores de que una carta de amor de Dorian a Charlotte llegó a manos del emperador. Y también dicen que la carta contenía fuertes Injurias hacia su majestad Arya.

Aquello me hizo reír de forma leve.
En la novela, el lector sabía el contenido de las cartas pero jamás llegó a manos de la familia imperial y eso era otro giro inesperado.

Llegó la tarde entre tanta charla y no faltaba mucho para que Larion vuelva por lo que me despedí de Evan y como no, entré a la habitación de Larion y me senté en su escritorio a esperarlo.

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~De vuelta con Larion~

Utilicé magia de invisibilidad y entré al gran salón donde se encontraba el emperador y justo a tiempo, ya que mis cartas acababan de ser entregadas a él.

El emperador agarró las cartas extrañado ya que tenían el cello del Marqués de Boyle pero él mismo se encontraba en el castillo con el príncipe en éste momento.
Con calma y felicidad lo vi leer la carta y fruncir su expresión de inmediato para luego ponerse de pie y lanzar las cartas al suelo con furia.

-¡Encarcelen de inmediato al Marqués Boyle bajo los cargos de traición y calumnia a la familia imperial! ¡Ahora! Déjelo en la torre mas alta, sin agua y con solo un pan viejo por día. El juicio se llevará a cabo en tres días a partir de hoy.

Luego de eso no añadió nada más y seguí rápidamente a los guardias que se dirigían a donde estaban el Marqués y el príncipe.
Con brusquedad irrumpieron en la sala donde estaban.

-¿Qué falta de respeto es ésta? ¿No ven que estoy con un invitado?

-Lo lamentamos su alteza, fueron órdenes de su majestad.

De inmediato tomaron a Boyle de los brazos y empezaron a arrastralo fuera de la sala bajo la mirada incrédula del príncipe quien no dudó en ir a ver al emperador.

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-¡Padre! ¿A qué se debe el encarcelamiento del Marqués? ¿No cree que ésta desición precipitada tendrá consecuencias con los nobles?

-Tú mejor que nadie entenderías por qué hice esto.

Le entregó las cartas a su hijo y atento miré como se distorsionaba su expresión.

-Pu-puede ser una falsificación.

-No intentes buscar excusas, los sellos de cada familia son irreproducibles ya que son creados a partir de la magia de la cabeza de la familia. Acabo de comparar con un mago y asegura que la escritura pertenece al Marqués por lo tanto investigaremos también a Charlotte.

Con sorna sonreía mientras notaba como el príncipe ya no era capaz de contradecir al emperador.
Una vez mi labor estuvo hecha, decidí volver al ducado para descansar pero vaya sorpresa me llevé al encontrar al pequeño Duque esperando en mi cama.

~Narración de Ezra~

Me cansé de estar tanto tiempo sentado esperándolo que decidí lanzarme a su cama ya que empezó a dolerme la espalda. En algún momento me dormí y lo que me despertó fue una suave presión en mis labios.
Al abrir los ojos noté la cercanía que Larion tenía conmigo y con vergüenza logré apartarme.

-¡¿Qué crees que haces?!

-Lo siento pequeño Duque~ Pensé que eso buscabas al estar acostado en mi cama.

-¡De ninguna manera! Te estuve esperando y te tardaste. En algún momento me dormí.

La vergüenza que sentía era tal, que mi voz temblaba levemente y no podía mirarlo a los ojos nuevamente.

-¿Y Bien? ¿En qué puedo ayudarte?

-Necesito que me respondas algo ¿Qué te llevó a mandar por el drenaje la casa del Marqués?

Lo oí suspirar y reír mientras negaba con la cabeza.

-Oh, pequeño Duque. Pensé que ya lo tenías bien en claro.

-¿Tener en claro qué? Y deja de llamarme pequeño Duque.

-¿Debería decirte Ezra entonces?

El oír "mi nombre" salir de su boca de una manera tan coqueta me hizo sonrojar y negar empujandolo.

-¡Sólo llámame Duque! ¡Y deja de evitar el tema!

-Bien, seré franco al respecto. No puedo permitir que humillen a mi contratista.

-¿Y eso por qué?

Realmente esperaba una confesión pero su respuesta me decepcionó.

-Porque si te humillan a ti, es lo mismo que dejarme pisotear y no puedo permitir eso.

Suspiré frustrado y me levanté.

-Bien, sigue así y que no te descubran. Por que la primera cabeza que rodará será la mía.

Nisiquiera esperé respuesta antes de retirarme con prisas, huyendo una vez más.