Capítulo 50: Rechazo inmediato

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~Narración de Alastair~

Embelesado por su presencia, olvidé por un minuto el asqueroso emperador que estaba entre nosotros, más aún cuando noté que tenía.. ¿una iguana con alas? No... acaso es ¿un dragón? Me vi interrumpido cuando oí al vejestorio toser para llamar la atención.

-Es esta una reunión muy importante y especial, quien diría  que tres de las personas más importantes del Imperio se reunirían aquí y ahora. Aunque me hubiera gustado que el príncipe Aria estuviese presente.

Era claro que el emperador quería usarme como carta a favor de su hijo pero... que asco.

-Majestad, quiero dejar en claro desde el primer momento que la iglesia de la diosa no estará del lado del príncipe Aria, por lo que tampoco contará con mi apoyo, ni el de los caballeros templarios.

La expresión del emperador era lo que la gente llamaría "un poema". Su frustración y enojo me llenaban de regocijo.

-Bueno, esta... es una declaración desafortunada.

Podía entender que al mirar a Ezra le pedía que se vaya y no me dejaron interrumpir.

-Majestad, me encantaría seguir con esta reunión más tarde, estoy realmente agotado por esta reciente misión, si me disculpa, me gustaría retirarme.

-Haz enorgullecido a tu Imperio y serás recompensado por ello. Descansa duque, me pondré en contacto contigo.

Noté que ni bien Ezra dio la espalda al emperador su sonrisa se borró dejando una expresión sombría y agotada cosa que me llenó de una extraña emoción. Ese lado suyo... tan espectacular y bipolar... como lo adoro.

-Yo también me retiro Majestad, ya vine a comunicar lo que había preparado. Adiós

Me apresuré a salir y perseguir a Ezra. Para mi sorpresa caminaba rápido o se teletransportó porque realmente había caminado mucho en pocos segundos. Ignoré el hecho y lo alcance al poco tiempo.

-Duque Briefadel. Por favor, permíteme visitar su mansión, hay muchos temas urgentes que me gustaría tratar con usted.

No había rastro de sospecha ni duda en su rostro, aparentemente sabía controlar mejor sus expresiones, al menos más que el emperador.

-Sería un gran honor Sir Alastair, por favor, acompáñame.

Su sonrisa, esa maldita sonrisa, era como un rayo de luz en la oscuridad que era este palacio.
Lo seguí hasta salir del lugar, me sentía como un cachorro que seguía emocionado a su amo y de cierto modo así era.

~Narración de Larion~

Ezra parecía tener un don para que las sanguijuelas se le peguen y ahora parecía haber una nueva pero esta era peculiar. El bicho que lo seguía como perro pareció reconocerme. Yo no tengo memorias de él, pero es realmente innegable que tiene de mi magia en su cuerpo y mucha.

-¿Y esta rata qué? No, no, que se aleje.

Ezra me dio un golpe en la cabeza que no esquivé por estar mirando al niño.

-Se más respetuoso, él es Alastair Ascania, caballero sagrado y lo he invitado a mi hogar. Compórtate.

Ezra se disculpo con él pero yo no podía ocultar mi disgusto. Subí a mi caballo y luego de que cada uno subió al suyo nos dirigimos al ducado una vez más.

¡Voy a hacerlos caer!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora