~Narración de Arya~
Luego de las prácticas de rutina en diferentes áreas, decidí ir a visitar a la señorita Charlotte, necesitaba ver su dulce y adorable rostro para despejar mi mente de tantos problemas.
Aún así, cuando estaba por subir al carruaje, mi fiel amigo Athal me informó que el Duque Briefadel estaba en el Palacio de mi padre lo cuál me desconcertó bastante ya que eso era extremadamente inusual.
Junto a Athal subí al carruaje y me dirigí al Palacio de mi padre aunque al llegar me informaron que el duque ya se había retirado.
Sin siquiera sospechar de que se trataba su visita, fui al despacho de mi padre y su sonrisa de oreja a oreja me puso la piel de gallina.-Oh, Príncipe, llega justo a tiempo. Tengo una grata noticia que darle.
-¿A qué se debe su felicidad padre?
Hablé empezando a ponerme ansioso.
-El Duque Briefadel a confirmado su participación como posible heredero al trono. Y su proyecto ya ha sido presentado.
Aquello fue como un balde de agua fría. Ezra nunca se habia interesado por el trono, sólo quería su pequeño y humilde ducado.
Además, ahora debía moverme más rápido si quería ganar, debía hacer un proyecto aún mejor que el de Ezra pero jamás consideré siquiera pensar en uno antes porque daba por sentado que ese lugar iba a ser mío.Junté toda la calma posible y sonreí a mi padre quien aparentemente disfrutaba mi sufrimiento.
-Esa es una increíble noticia padre, ahora, podré demostrarle a la gente del imperio mi valor como príncipe y futuro heredero.
Conocía bien a mi padre, sabía que le gustaba mi confianza y la iba a usar al 100% para mi beneficio.
Me invitó a tomar el té pero me negué diciéndole que estaba emocionado por presentar mi nuevo proyecto y quería centrarme en ello.
Ni bien salí de aquella sofocante oficina, mi expresión cambió a una de molestia y caminé hacia la salida donde encontré a Athal.
- Ezra presentó su proyecto para empezar la disputa por el trono.
-Majestad, eso es imposible. Usted mismo lo dijo, al Duque únicamente le importaba su ducado.
-Supongo que la avaricia llegó con la edad. Sube, iremos al Ducado Briefadel.
Subí de inmediato al carruaje seguido de Athal quien parecía indiferente a mi situación.
Luego de un camino que parecía eterno, finalmente, el Ducado Briefadel.
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Después de volver a ver a Ezra, me sentía extraño. Era extremadamente diferente a la ultima vez, vestía de luto sin estarlo realmente, contrario a la Familia Imperial, quienes siempre vestíamos con blanco y dorado, el estaba de negro y plateado.
Su cabello corto, tez pálida, casi enferma y su aura... un aura realmente distinta a aquel Ezra que mantenía una relación con Dorian.En nuestra infancia, todos éramos amigos, era notorio el amor que ambos se tenían y la muestra de aquella promesa de amor era el largo cabello de Ezra, quien se lo dejó crecer años porque Dorian le dijo que le quedaría bello.
Ahora el rumor de que El Duque de Briefadel y el Marqués de Boyle habían terminado su amorío era candente en cada uno de los banquetes y fiestas de té.
De todos modos, el Ezra de ahora me agradaba más de cierto modo, más libre pero desconfiado, esto último era lo único que no me gustaba, ya que de cierta forma anhelo el amor y cariño que recibía de su parte cuando éramos pequeños. Solté un suspiro de tan sólo recordar lo dependiente que solía ser.Me pregunto como sería el Ezra de ahora, siendo dependiente de mi como lo era en su infancia... De tan sólo pensarlo no pude evitar sonreír mientras subía al carruaje para volver con Athal a mi castillo. Supongo que la visita de hoy fue mas favorable que la visita que planeaba hacerle a Charlotte.
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¡Voy a hacerlos caer!
FantasyEl mismo cliché de transmigrados pero gay. ________________ Jack Miller, un adulto joven que no destacaba en su vida diaria se queda dormido y despierta en medio de un bosque. Descubre que está en una novela que había leído y ahora es Ezra Briefadel...