Capítulo 59: A mis pies

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~Narración de Charlotte~

Las cosas se salieron de control en un principio pero ahora todo... o mejor dicho, todos estaban en mis manos de nuevo. Raziel, Asher, Dorian, Athal y mi favorito, Arya.

-Tranquilo mis amores, no desesperen. Les ayudaré a tener a Ezra en sus manos.

Dije mientras acaricio las mejillas de Dorian y Arya quienes estaban de rodillas ante mi.

El poder de la Charlotte original resultó algo más oscuro de lo que se revelaba en la novela. Podía encantar a cualquiera con quien tuviera un beso y consta de tres intensidades: la más débil es cuando se da un beso en la mejilla, es como un leve sentimiento de agrado y gusto mezclado con atracción pero no dura mucho; el segundo nivel es un beso en los labios, mientras más intenso mejor. Aquí ya es posible controlar algunos aspectos de la persona y ya el tercer nivel, son las relaciones sexuales. De este modo quien quiera que haya experimentado el nivel tres ya está a completo merced de Charlotte. Fue sumamente difícil poder tener el nivel tres con ellos pero lo logré aunque para Asher tuvo severas consecuencias. Su aura está terriblemente manchada ya que "contaminé" su divino cuerpo. Pero no hay mal que por bien no venga.

-Ahora sí, mis chicos, deben empezar a moverse. Es difícil conseguir información de Ezra ya que los gremios de información están de su lado y los rumores dicen que se encontró con Eliezer.

Enojada los empujé apartandolos de mi camino y me acerqué a la mesa que tenía algunas copas y bebí una que tenía champán.

-No pueden hacer nada bien, ninguno de ustedes. Nadie parece notarlo pero Ezra está dominando el Imperio con sus conexiones... con Alastair tiene de su lado a la iglesia, con Larion el mundo de la información, con Ilial al segundo imperio más grande... y dicen que también obtuvo al dragón lo que lo favorece en el plano espiritual y si llega a ganarse a Eliezer... tendrá también al bajo mundo, el mercado negro ¡Maldita sea! ¡Ya denle la puta corona si querían dejarle todo servido como ahora! Ningún maldito emperador logró tener tanto control en el Imperio como el. Es correcto decir que todo está en sus manos y bajo su mirada, hay pocas cosas que podría no enterarse. Deben empezar a ejecutar el plan ahora mismo antes de que sea tarde y el Imperio caiga en sus horribles manos. Quien sabe lo que nos pasará cuando eso suceda.

Dando la orden se marcharon de inmediato para empezar a moverse.

-Es una teoría rara pero.. ¿Y si Ezra es un transmigrado también? Eso explicaría mucho. Pero, me da igual. Todo este lugar será mío.

~Narración de Ezra~

De verdad esto era frustrante. Mi agradable hora del té ahora se veía fuertemente contamina por un dragón, un cachorro, un zorro y una sanguijuela.

-¿Maestro? ¿Se encuentra bien? Su expresión es mala.

Exclamó el cachorro Alastair. Parecía siempre contento a mi alrededor, siguiendo cada paso que daba y preocupándose por mi. Es tierno pero me siento agobiado. Como Jack estaba acostumbrado a estar solo. Aún así, las bellezas nunca están de más, alegran mi apesumbrado corazón.

-Yo digo que deberíamos llevarlo a la cama~

La maldita sanguijuela. Desde que cumplimos el contrato se supone que no debería buscarme pero viene todos los días y me toquetea como quiera. Dios, le voy a partir la funda de mi espada por la cabeza.

-Descarado como los de tu clase ¿Cómo te atreves a hablarle así al pequeño Duque?

Habló el zorro quien ha estado extrañamente calmado por mucho tiempo. Tanto, que me da escalofríos. Decidí ignorar la conversación un rato mientras me sacaba mi anillo y lo miraba. Era más interesante que la charla. El escudo del Ducado era simplemente hermoso. Tomé aire al oírlos hablar de nuevo y dejé el anillo en la mesa.

-¿Qué? Solo decía de llevarlo a descansar. Ustedes son los que tienen la conciencia contaminada.

Suspiré frustrado y dejé la taza vacía en la mesa.

-¿Y tú? ¿No piensas decir nada?

Pregunté ya resignado a Iskra quien como siempre, veía todo con un aire de burla y superioridad, cosa que cambia cuando me mira.

-Me alegra que el cachorro pregunte mi opinión~ pero me gusta más ver como los mortales discuten.

-Maestro, entonces.. ¿Le gustaría ir a descansar? Pediré al mayordomo que despeje su agenda así puede dormir, últimamente no duerme ni come bien.

-Estaré bien. En cambio pide que despejen mi agenda de mañana, saldré desde temprano.

Frustrado me levanté y caminé de regreso a mi oficina. Iskra se había ido junto a Alastair por motivos que desconozco y Larion junto a Eliezer iban detrás mío.

-Ah... olvidé mi anillo en la mesa del jardín.

Ambos se miraron. Eliezer con burla y Larion con molestia. Como ninguno parecía dispuesto a ir, Larion suspiró y salió para ir a buscarlo.

-¿Y bien? Hace mucho no estamos solos tú y yo.

Se acercó a mi y me tomó de la cintura para besarme. Era un beso demandante que nuevamente me dejó sin aire. Molesto mordí su labio y cuando se apartó le di un puñetazo a su mejilla.

-Estoy harto de que me besen cada que quieran, montón de bastardos.

Hablé molesto mientras me limpiaba la sangre de Eliezer de mis labios y nudillos con un pañuelo para así tirarlo a la basura. Sí, definitivamente... últimamente no me siento yo mismo.

Contrario a estar enojado, Elizer parecía emocionado.

-Genial, otro maldito psicópata.

-¿Duque?~ ¿Te sientes mal? Nunca te he oído decir una grosería ni defenderte así~

Se acercó a mi de nuevo, pero esta vez se arrodilló frente a mi. Crucé mis piernas y brazos mirando como sonreía.

-¿Debería besar los zapatos de su alteza?

-Deberías.

Dije de forma retadora, después de todo, el dijo lo que dijo en modo de burla. No iba a quedarme atrás. Hoy no era un buen día y no estaba de humor para sus bromas.

Respiré hondo buscando calmarme pero a mi mente llegó el recuerdo del sueño que tuve, el sueño que me genera esta clase de emociones tan... fuertes y agresivas.

_Estaba en una inmensa oscuridad. Yo era Ezra y Ezra era yo. Ambos un mismo cuerpo y conciencia. Frente mío... había un espejo en el que me miraba. En el relflejo... no era yo ¿o tal vez era un lado oculto de mi? Se veía como yo, hablaba como yo pero su mirada... era de pura maldad y deseo de violencia.

-No te acostumbres. Tu no eres el verdadero. Eres solo uno más.

Se escuchó una risa tenebrosa y malvada saliendo de aquel hombre en el reflejo. Yo estaba Quieto frente al espejo pero el empezó a caminar hacia mi... hacia el espejo hasta que finalmente salió y riéndose de una manera escalofriante se convirtió en una sombra que entró en mi cuerpo. La risa volvió a escucharse y..._

Desperté. La risa parecía haber sido tan real que creí haberla escuchado incluso un segundo después de despertarme.
Abrí los ojos y estaba de nuevo en mi oficina, con Eliezer enfrente.

¡Voy a hacerlos caer!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora