Capítulo 5: Mantener apariencias

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-Marqués Boyle...

Exclamé sorprendido. Sinceramente no quería encontrarme con nadie en un momento de tan preciosa calma pero al final tuve que hacerlo.

Mirándolo atentamente es bastante apuesto. Su cabello gris y sus ojos negros son aún más hermosos en persona de lo que había imaginado.

- No esperaba su visita.

Hablé cortando el incómodo silencio pero aún así, mi respuesta no fue muy amigable. Decidí calmarme, debía mantener las apariencias.

-Escuché que tuvo un accidente. Tanto así que se tuvieron que posponer todas las reuniones que tenía. Estaba preocupado por mi amigo.

Si, tan preocupado que nisiquiera lloraste por su muerte en la historia original.

- Le agradezco mucho su preocupación. El accidente no fue algo grave, pero aún así no debo estresarme.

Así que por favor, vete. Te llaman en tu choza.

- Lo entiendo, en ese caso volveré pronto. Espero podamos compartir una taza de té la siguente vez que nos encontremos.

Luego de decir aquello se fue como si nada y respiré aliviado.

- Lo veo y lo odio...

Murmuré para mí mismo.
Me di la vuelta y fui a sentarme disfrutando nuevamente hasta que escuché unos gritos y cosas romperse.
Frustrado fui hacia el sonido y vi como una criada regañaba a un niño y un pequeño gato.

-M-maestro...

Dijo algo nerviosa la mujer y no entendía porque hasta que vi que lo que estaba destrozado en el suelo, no era más ni menos que un árbol de cristal del tamaño de un bonsái. Sentía dolor al verlo roto y no entendía por qué hasta que empecé a toser sangre y el recuerdo vino a mi mente.

El anterior duque le dejó ese árbol a Ezra antes de morir. Era tan preciado para el que ya entendía el porque me pesaba.

Pero lo más preocupante era que la criada y el niño me veían asustados y preocupados por la sangre que salió de mi aunque no fue mucho.
Saqué mi pañuelo y me cubrí la boca para salir rápidamente de allí.
Al poco tiempo el mayordomo estaba detrás mío bastante preocupado y por más que le decía que estaba bien, llamaron al médico de la familia y me pusieron en cama después de bañarme, aún así no me dejaba de doler el hecho de que se haya roto aquel árbol...

Pero un segundo... Empecé a toser sangre luego de recuperar un recuerdo... ¿será siempre así? Maldición...

Iba a ponerme a dormir hasta que alguien abre estruendosamente la puerta.

-¡Ezra!

¡Voy a hacerlos caer!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora