~Narración de Ezra ~
La música sonaba suavemente de fondo mientras nosotros charlábamos como si fuésemos las únicas personas en el imperio.
Incluso podía decir, que Larion no era tan molesto como solía ser por el día.-Por lo que veo, tenemos varias cosas en común.
Hablé mientras bebía un poco de vino luego de haber terminado mi comida.
-Lo mismo opino, a ambos nos gusta el té, andar a caballo y evadir las multitudes.
Agregó con un pequeño toque de gracia en su tono. Sonreí ni bien terminó de hablar. Me sentía tranquilo y relajado como si fuese ese el lugar donde debía estar pero mi mente me jugó una mala pasada.
Una vez salgamos del restaurante, todo va a volver a ser como siempre. Deberé armar valijas, evitar a Larion como usualmente y confundirme más a mi mismo. No quería eso y él pareció notarlo porque lo siguiente que sentí fue una mano cálida sobre la mía.-Veo que está pensando en algo que parece no gustarle ¿Por qué no nos relajamos un rato?
El "caballero misterioso" se puso de pie y extendió su mano hacia mi.
-Señor ¿me concedería esta pieza?
El sonrojó lentamente subía a mis mejillas pero me sentía muy feliz. Sin dudar sonreí y tomé su mano con delicadeza para así levantarme.
-Será un placer, agradable caballero.
Su sonrisa... resplandecía entre la tenue iluminación de las velas. Esa no era una sonrisa de burla como siempre, era más bien de tranquilidad y agrado, lo que calentó mi corazón.
Por hoy, iba a olvidarme del futuro y me iba a concentrar completamente en el presente.Tomados de la mano, fuimos al centro del jardín donde casi no habían mesas. Al vernos, el músico empezó a tocar de manera suave y tranquila lo que dió inicio a nuestro gran baile. Solo él y yo, en una hermosa noche de luna llena, estando completamente sincronizados como si ese fuese el orden natural. Me encantaría que esto siguiese por mucho tiempo más pero todo lo bueno debe llegar a su fin. La madrugada ya estaba presente y teníamos un viaje que realizar ese mismo día, además, si el Duque faltaba mucho tiempo, iba a ser tema de preocupación entre los sirvientes.
-Yo... ya debo ir me. Es muy tarde.
-¿Es así? Supongo no se puede evitar. Esta fue la mejor noche que he pasado desde que tengo memoria.
Lo vi acercarse a mi y besar con delicadeza mi frente. Mis mejillas eran tan rojas como sus ropas y esperaba mi máscara lo disimule. Sus palabras y acciones secretamente me llenaban de felicidad.
-Lamentablemente este encuentro a llegado a su fin, pero con certeza le puedo decir que no será el último.
Le respondí sonriente mientras invocada un pentagrama el cual me llevó directamente a mi habitación.
Estaba demás decir que mi corazón latía a mil por hora y no podía borrar mi tonta sonrisa, como un adolescente enamorado.-Ugh... de solo pensarlo me da escalofríos.
Me quité el traje y lo guardé con mucha delicadeza. Me puse ropa cómoda para dormir y luego de eso ya no recuerdo nada.
~Narración de Larion ~
Para mi desgracia, la noche llegó rápidamente a su fin y mi tiempo junto a mí adorada presa también. Verlo sonreír, estar tranquilo y también verlo sonrojado me llenaron de emociones desconocidas, o más bien, emociones que creía ya no tenía.
Verlo desaparecer de inmediato me hizo reír.-Idiota, nisiquiera me dió tiempo de darte tu rosa.
Pensando en eso, me transporté a la mansión de Ezra y utilizando mi magia, mi ropa fue completamente cambiada a mi uniforme habitual.
Sin mucho problema, entré a su habitación y lo miré ya dormido.-Pareces un niño, Duque, ni bien te acuestas te quedas profundamente dormido ¿o tal vez eres más un gato?
Con cuidado me acerqué a su cama y acaricié su mejilla pero el nisiquiera pareció sentirlo. Me reí levemente por su forma tan descuidada y deje una rosa a su lado para luego marcharme.
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Lo primero que veo a la mañana siguiente, es a una sirvienta llevar la rosa que dejé en la habitación de Ezra y ¿cómo lo sabía? Porque era una rosa mágica.
-Disculpa ¿De dónde sacaste esa flor?
-¿Esta? Estaba en el suelo en la habitación del Duque, era muy bonita pero no había ningún florero como para ponerla así que iré a buscar uno.-
¿En el suelo? ¿Mi rosa estaba en el suelo? No, no era posible. Ezra no me podría rechazar ¿o si?.
Mi molestia era aparentemente muy notoria porque la sirvienta se fue con mucha prisa, se veía nerviosa.
Suspiré y mantuve la calma lo mejor posible, esto no se podía quedar así.
Pacíficamente me dispuse a ignorar a Ezra y a evitarlo lo mejor posible pero el parecía actuar como si nada hubiese pasado ¿Tan fácil veía el pisotearme? Inaceptable.~Narración de Autora~
Por las mañanas, Ezra no era el tipo de persona que se quedaba en una sola posición al dormir o que solo usaba un lado de la cama. Es de la clase que da vueltas y vueltas hasta encontrar la posición apropiada, esto ocasionó, que la amada rosa cayera al suelo sin que se percate. Incluso después de bañarse y vestirse, no notó aquello y lo encontró primero una joven muchacha encargada de la organización de la habitación.
Fin del extra.
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¡Voy a hacerlos caer!
FantasyEl mismo cliché de transmigrados pero gay. ________________ Jack Miller, un adulto joven que no destacaba en su vida diaria se queda dormido y despierta en medio de un bosque. Descubre que está en una novela que había leído y ahora es Ezra Briefadel...