Capítulo 54: Pedido de ayuda

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~Narración de Ezra~

El pequeño viaje con Iskra fue refrescante por lo que pronto pude volver al trabajo.

Trabajo y más trabajo, cuando uno lee esta clase de novelas se toma muy a la ligera el hecho de que los nobles (responsables, claro) tenían mucho trabajo y vidas en sus manos. Es como un juego; un juego en el que si tomas una decisión mal tu mueres o mueren otros, salvo que esto dejó de ser un juego hace mucho o más bien nunca lo fue. Firmando el último papel me recosté en mi silla. Miré a un lado de mi escritorio, en la pequeña mesita que allí tenía y vi la clase de bola se cristal que Ilial me había regalado. Miré el anillo en mi mano y recordando nuestro último encuentro sonreí y tomé la bola de cristal en mis manos.

-¿Ilial?

Hablé dudando. No recordaba siquiera como me había dicho que se usaba o si siquiera lo mencionó. A los pocos segundos la esfera se iluminó de forma cegadora y a los pocos segundos escuché una voz.

-<¿Ezra?>

Ni bien el brillo se esfumó podía ver a Ilial en la esfera, se veía tan radiante como recordaba. Pensé que al ser una esfera simplemente se oiría mal pero se escuchaba como si de verdad estuviese frente a mi.

-Me alegra mucho poder hablar contigo de nuevo. Han sido días caóticos desde que dejé Albania.

-<Ni lo menciones, eres tan famoso aquí que las noticias tuyas llegan más rápido que un decreto del emperador ¿Es verdad que el caballero sagrado y un dragón están contigo?>

-¿En serio saben eso también? Vaya...

No pude evitar reír ante aquello. ¿Quién diría que sería tan famoso? Incluso tal vez más que en mi propio país.

-Bueno, los rumores son ciertos~ El emperador me mandó al bosque de las tinieblas a explorar porque sus barreras cayeron sin motivo.

-<¿Qué? ¿En serio hizo eso? ¿Qué clase de cobarde manda al Duque de su Imperio en vez de a sus tropas o al príncipe? Eso es repudiable incluso aquí.>

-Quien sabe, supongo que quería ver la forma de deshacerse de un oponente de su hijo pero "le salió el tiro por la culata".

Respondí sin analizarlo mucho.

-<¿Tiro por?..¿Culata?>

Respondió confuso y por supuesto, olvide que aquí no hay nada similar a las armas de fuego.

-Es un dicho... de un lugar lejano que significa que intentó una cosa pero salió otra en su contra. Lo digo porque una vez entramos, en el corazón del bosque había un gran dragón blanco quien aceptó seguirme. Se que es difícil de creer pero...

Me vi interrumpido por Ilial de inmediato.

-<De ninguna manera, se que no me mentirías así que confío en ti. Un dragón... eso sería genial de ver.>

-Y te lo mostraría con gusto, aunque claro, se ha transformado en humano ahora. Los días son problemáticos... gracias a los cercanos a mi pude descansar y despejarme pero el trabajo sigue siendo brutalmente tedioso. Me encantaría que estés aquí y tomar el té juntos. También quiero mostrarte la plaza central, el mercado, sería divertido.

¡Voy a hacerlos caer!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora