El mismo cliché de transmigrados pero gay.
________________
Jack Miller, un adulto joven que no destacaba en su vida diaria se queda dormido y despierta en medio de un bosque. Descubre que está en una novela que había leído y ahora es Ezra Briefadel...
Después de despertar volví a mi rutina a pesar de que Evan insistía en que descanse toda la semana. Una oferta tentadora pero no iba a darle más trabajo del que ya tenía. Me bañé, vestí y desayuné para después ir a una oficina. Viendo las cartas que me habían llegado vi dos que captaron mi interés, una carta del emperador y de Dorian. Sin dudar abrí la del emperador, en esta el aceptaba una audiencia y me dijo que vaya al día siguiente a primera hora. Tomé el papel y pluma y le escribí una respuesta, luego le pedí a una criada que lo envíe de inmediato. Seguidamente, leí con incomodidad y algo de molestia la carta de Dorian. Para resumir me decía que estaba en la capital también y vendría a verme en la tarde para verificar mi "condición" después del accidente de la noche ¿Cómo mierda se entera de todo?
Soltando un suspiro de frustración escribí:
Márquez Boyle:
Agradezco su intención y preocupación por mi condición pero me tengo que negar a recibir su visita. Siendo directos como a usted le gusta serlo, no me interesa que sepa como estoy ni me interesa recibir sus cuidados.
Atte: Duque Ezra Briefadel.
Sentía mi rostro mojado por lo cual toqué mis mejillas, estaba llorando. No eran mis lágrima, era las de Ezra pero al no oír protesta, sabía que el estaba de acuerdo, quería escapar de ese amor tóxico y ser feliz por su propio lado y no por el de un autor desquiciado.
Con las manos temblorosas envíe la carta y terminé los papeles del día. Comí con Evan y le pedí salir al mercado, accedió pero me dió todo un escuadrón para que me acompañe por lo cual me negué rotundamente. Elegí sólo a dos caballeros para tenerlo tranquilo, Will Brown y Zach McLaren, los mejores guardias del regimiento que maneja Evan. Junto a ellos recorrí las calles de la capital, al mismo tiempo les hablaba porque siempre estaban serios y callados lo cual me era incómodo.
-¿Qué tal si vamos a esa tienda? Me gustaría comprar algunas cosas.
Señalé una herrería y con confusión accedieron y me llevaron allí. Compré algunas espadas y algún que otro pulidor. Seguido a eso fui a una joyería y me encontré a mi peor pesadilla.
-Duque Briefadel, que placer verlo aquí.
///////
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Muchas gracias;;;;;;;♡ Me sentí motivada por ello a subir un capítulo más.
