Capítulo 21: Nuevas sensaciones

2.2K 349 16
                                    

Decir que Evan estaba completamente en contra era poco; no dejó de mirar con odio y desaprobación a Larion.
Una y otra vez me decía que era mejor idea tener de escolta a uno de nuestros caballeros en lugar de un desconocido, de todos modos, Larion era todo un caballero frente a los demás a excepción de mi, era el líder de un gremio y tenía sus modos de ganarse a los demás.

Dejando eso de lado, estuve encerrado cinco horas en mi oficina arreglando papeleo como era de costumbre. En ese tiempo, Larion estuvo molestando como si fuera un niño, quejándose de que era aburrido estar sin hacer nada. Ya después de dos horas, golpeé la mesa molesto para llamar su atención lo cual funcionó.

-Bien, me rindo. Puedes ir te y hacer lo que quieras por una o dos horas pero deja de quejarte por un maldito rato.

Mi forma poco noble de expresarme pareció sorprenderle pero al poco tiempo, parecía estar más enojado que yo.

-¿Crees que tú maldito hermano me permitirá tan siquiera ir me de tu lado para entrar al baño? Aún estoy en su fase de "prueba".

Podía soportar que hable mal de mi pero no de mi hermano... más bien el de Ezra.

Sin pensarlo mucho me lancé contra el con la intención de golpearlo pero él, de un solo movimiento, me inmovilizó contra la pared sujetando mis muñecas con una sola mano apoyándose sobre mi cabeza. El no me creía una amenaza por eso me tenía de frente, de lo contrario, mi rostro estaría contra la pared y mis manos en la espalda ya que sería una posición más difícil de librarse.

-Oh pequeño Duque, es más que notoria la simple razón por la que necesitas un escolta.

Sacó su daga y la acercó a mi cuello como la primera vez.

-Sabes que puedo matarte ¿verdad?

Hablo divertido acercándose más a mi rostro.

-Lo sé con perfección, pero está claro que no me matarás, me necesitas. No eres un completo tonto.

Comenté ofendido viéndolo directamente a los ojos, demostrando que no le tenía miedo.

-¿Entonces no soy completamente tonto a tus nobles ojos? Pero tu tampoco te comportas como un noble debería.

-Así es. Debes tener en cuenta que me da igual que me insultes pero no planeo pasar por alto el que insultes a mi hermano.

Su risa hizo que me desconcierte. Lo próximo que hizo fue guardar la daga que apuntaba mi cuello y me sujetó con fuerza del mentón para que lo vea a los ojos.

-Eres gracioso, pequeño ratón. Pero... hay algo de ti que me intriga, algo que te hace diferentes al resto de personas.

Mientras sujetaba mi mentón, movía mi cabeza suavemente examinando mi rostro en busca de la respuesta.

Incómodo por la situación y la posición, iba a decirle que me suelte pero lo siguiente que sentí fue un beso brusco, pero claro, no tanto como lo fue el de Dorian.
Chupaba mis labios y los mordisqueaba con suavidad; un pequeño gemido escapó de mis labios por aquella placentera sensación, acción que aprovechó para invadir mi boca con esa lengua que curiosa, recorría todo a su paso para finalmente fijar un ritmo como de baile entre ambas lenguas.

Su agarre se iba aflojando pero aún así no teníamos aparente intención de separarnos hasta que la puerta fue abierta de par en par haciendo que lo empuje con todas mi fuerzas.
Sonrojado, miré a Larion el cual estaba sumamente molesto por la interrupción.
Nos miramos para luego ver a quien había entrado sin siquiera pedir permiso.

¡Voy a hacerlos caer!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora