Luego de salir de aquella habitación, el primero en verme fue Larion, seguido de él, fue Evan y cada uno de los sirvientes.
Todos murmuraban con sorpresa, el Duque, quien llevaba años dejándose crecer el cabello y que siempre llevaba los mismos colores de ropa pero en diferentes diseños, había cambiado por completo.
Ya no usábamos los colores que a Dorian le gustaba, usábamos los colores que nos gustaba a nosotros, incluso pedí prendas en morado, un tinte verdaderamente caro y sólo usado en mujeres pero no se puede negar que me quedaba perfecto.Vestí de forma elegante, un pantalón Color negro con zapatos de igual color, una camisa blanca con un saco negro y detalles en plata que iban bien con el color de mi cabello.
El viaje era tranquilo, yo iba leyendo el informe que escribí en conjunto con la información que le solicité a Larion pero no podía concentrarme por una mirada fija sobre mi.
Di un profundo suspiró de molestia y bajé mis lentes de lectura para así ver al causante de mi estrés.-¿Se puede saber que tengo pegado en la cara que no dejas de mirarme?
-Vaya, vaya. El duque sacando las garras desde temprano. Sólo estoy observando como vas vestido para asistir a un funeral cuando estás por ver al emperador.
-Oh, te aseguro que le va a encantar. El emperador es el tipo de persona que le gusta las cosas innovadoras, los alagos y regalos raros.
- Lo conoces bastante bien para sólo haberlo visto tres veces en tu vida.
- Es mi tío, como buen sobrino debo conocer sus gustos.
Le dediqué una sonrisa viendo la notoria molestia en su rostro.
-Si tienes tanta envidia por mi cambio de look, no te preocupes, mandé a confeccionar las nuevas ropas de la Guardia familiar.
-Primero que nada ¿Qué es look? Segundo ¿Por qué harías algo tan molesto como eso?
La incertidumbre en su rostro era obvia lo cuál me hizo reír con diversión.
-Look, es una... manera de referirse a la apariencia, la forma en la que te ves.
Y mandé a pedir la ropa por dos razones principales, uno, dar a conocer que el Ducado tiene una buena situación económica ya que la confección de ropa en una cantidad importante conlleva bastante dinero. Y segundo, aumenta la moral y efectividad de los empleados a la hora de trabajar.Veía como Larion se quedaba en silencio observandome, analizando mis palabras para luego sonreír y asentir.
-El duque malcriado no es tan malo después de todo.
-¿Disculpa? Jamás fui malo.
Comenté severamente ofendido para así volver a leer los papeles y ordenarlos.
El resto del camino fue en silencio y tranquilo lo cuál me permitió concentrarme en lo que hacía.Al llegar la puerta fue abierta por lo cuál bajé seguido de Larion quien estaba disgustado por venir al Palacio tan pronto.
-Saludo al duque Ezra Briefadel, soy el General de la Guardia y Protector del Imperio Raziel Neville. Su Majestad el emperador lo está esperando, lo escoltaré hacia su oficina.
Me tragué mi gritito de Fanboy al volver al verlo y adopté la postura más noble y tranquila posible. Que el emperador mande al mismo guardián del imperio significaba que me consideraba una visita muy importante.
- Un gusto verlo de nuevo. Será un placer ser escoltado por usted.
No pasó desapercibida la forma en la que miraba con desconfianza a Larion pero ninguno hizo ningún comentario. Raziel empezó a caminar delante nuestro hacia la oficina del emperador. El camino fue largo pero me encantó ver por dentro el Palacio imperial.
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¡Voy a hacerlos caer!
FantasyEl mismo cliché de transmigrados pero gay. ________________ Jack Miller, un adulto joven que no destacaba en su vida diaria se queda dormido y despierta en medio de un bosque. Descubre que está en una novela que había leído y ahora es Ezra Briefadel...