Rápidos y Furiosos: Amor Encubierto [TERMINADA]

Capítulo catorce: Disfraz (capítulo final)

Narrador Omnisciente:

 
Los días se habían convertido en una semana. Las noches cada vez eran más largas y difíciles de sobrellevar.

Dominic estaba en prisión, esperando por el veredicto final.

Brian había mejorado y había vuelto a ver a la morocha de labios rojos que lo volvía loco.

El reencuentro fue más de lo que esperaron. Juntos, solos, en el auto de ella y a las afuera de la ciudad, en un mirador que les permitía apreciar lo bello que puede ser observar las luces brillando en lo bajo.

Besos, caricias, sentimientos.

Una noche de amor y de sinceridad, de planes, de prepararse mentalmente para lo que fuese que viniera.

No iba a ser fácil, y ambos lo sabían.

Brian como agente federal mantenía al tanto a las hermanas Toretto sobre el caso de su hermano. Cada mínima intervención, o novedad, él se encargaba de que lo sepan.
 
Y el día llegó.

Dos golpes en la puerta provocaron que Mia se diera vuelta a ver de quién se trataba.

—¿Estas lista?

Hizo una mueca con su boca y asintió.

—Eso creo.

—Brian esta esperando abajo… Saldrá todo bien.

—¿Cómo es que estas tan segura?

Madison se cruzó de brazos  y apoyó su cuerpo en el marco de la puerta.

—Tengo un plan.

Mia frunció el ceño y miró sin entender a su hermano, ¿qué estaba planeando?

—Madison… —Su voz salió con un tono de advertencia.

—Tranquila, solo es un plan b,  por si las dudas —aclaró dejándola más tranquila—. Ve, antes de que se haga más tarde.

Ambas bajaron y se dirigieron hasta la entrada, donde Brian las esperaba mientras acomodaba su corbata.
Los ojos de Madison brillaron al verlo, estaba hermoso.

—¿Preparada? —Preguntó hacia Mia,  ella asintió y se despidió de su hermana para luego subir al automóvil.

—No olvides de prender tu móvil —pidió Madison acercándose a él.

—¿Vas a pinchar mi teléfono? —respondió divertido, sus manos fueron hasta la cintura de la morena y acerco sus cuerpos.

—Tal vez —murmuró Madison, la diversión teñía su voz.

Sus manos fueron hasta su corbata y la acomodaron correctamente, luego siguió subiendo hasta que se entrelazaron por detrás de su cuello.
Brian, con una leve sonrisa, acercó su rostro al de ella. Ansioso por volver a probar sus labios.

Fue un beso lento, tomándose su tiempo y moviendo sus labios despacio. Como su relación.

No habían hablado de lo que había pasado la noche anterior a México, simplemente siguieron los besos y caricias, los encuentros por las noches y los desayunos a la mañana. Pero ninguno habló.

Madison y Brian simplemente estaban yendo despacio. Estaban dejando que las cosas fluyan por sí solas.

***

  

 
La sala estaba inunda por el silencio y la ansiedad. Eran pocas personas las que estaban esperando por el veredicto final hacia Dominic  Toretto.