MADISON TORETTO
Observo por la ventanilla la sequedad del desierto por el que pasamos. El sol golpea fuertemente contra los vidrios y crea una cálida caricia en mi brazo, me permite —también— apreciar los mechones dorados de Brian frente mío y sus ojos claros. Sonrío inconscientemente al imaginar mi cara en este momento, él se da vuelta a verme.
—¿Tengo algo en el rostro? —pregunta apoyando los codos en la mesa que nos separa y sonríe.
Niego con una leve sonrisa y bajo la mirada a la revista en mis manos.
—¿Qué lees?
Inhalo y respondo—: Una guía turística.
—¿Si? —Toma la revista y empieza a ojear sus páginas—... Tokio. Moscú.
Con cada palabra que dice, respondo un "mmjh".
—¿Goa? —frunce su ceño.
—¿Sabes que tienen en común?
Brian me mira fijamente y no responde. Carraspeo levemente y le explico.
—No hay extradición —susurro, una sonrisa baila en mis labios y pronto Brian se contagia.
Se inclina sobre la mesa y acerca su rostro al mío, juntando sus labios en cortos piquitos. Brian acaricia mi rostro y acomoda un poco el labial en mis labios, el ruido de la puerta corrediza me hace mirar detrás suyo. El guardia saluda a unos pasajeros y empieza su recorrido por el pasillo.
—Aquí viene —informo, dando por iniciado nuestro plan.
Le doy un pequeño pico a Brian y me levanto, camino en dirección al guardia y, haciéndome la distraída, choco contra él.
—¡Oh, cuanto lo siento! —exclamo fingiendo pena—. ¿Se encuentra bien?
—No se preocupe señorita, estoy bien —responde sonriéndome, totalmente ajeno a la verdadera situación.
Le doy una sonrisa lastimera y sonrío cuando se da la vuelta y encuentra a Brian a centímetros suyo, pues él era el encargado de clonar la tarjeta de acceso del guardia.
—Disculpa amigo —murmura el rubio, golpeando el hombro del señor, conecta sus ojos con los míos y sonríe.
Pasamos por la puerta corrediza enfrentándonos con aquella que se encontraba bloqueada, Brian usa una tarjeta blanca y la pasa por el aparato en su mano, una vez que está lista, me la entrega. Festejo internamente cuando la puerta se abre.
Vince y los hombres con los que trabajábamos estaban en camino, por eso debíamos apurarnos a llegar a donde tenían los autos guardados. Brian toma la delantera con la excusa de que podía ser peligroso y ahora era él quien lideraba el camino.
—Los encontramos —dice con el celular en su oído, cierro la puerta detrás nuestro y observo las cuatro figuras de automóviles—. Están en el penúltimo vagón.
Me apuro a sacarle la funda al primero y mis ojos se deleitan con tal belleza. El ruido de vidrios rotos me hace voltear y caminar hacia el rubio, quien observa atentamente las etiquetas en las llaves.
—¿Sucede algo? —pregunto al verlo fruncir el ceño.
Brian me mira y suspira—: Etiquetas de la DEA. Son autos embargados.
—Mierda, debemos apurarnos.
Corremos hasta los demás autos y le sacamos la funda que los protege, mientras acomodo las llaves para cada uno, escuchando de fondo el ruido y las chispas que provoca el equipo de Vince en el exterior.
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Rápidos y Furiosos: Amor Encubierto [TERMINADA]
ActionTodo lo que hoy nos duele, duele porque en algún momento fue amor. Novela basada en la primer película de la saga "Rápidos y Furiosos". #Fanfic