En primer lugar, siempre supe el efecto que iba a provocar en mí con solo su sonrisa coqueta y aquellos labios rojos que podían volverme loco. Entonces, con obvia razón, comprendo porque no puedo quitar mis ojos de ella mientras baila enfrente mío.
No fueron muchas veces que visitamos una disco en Los Ángeles, éramos mucho más de las fiestas que se armaban en las carreras o post ellas. En ese momento todos sabían que Madison y yo estábamos en algo, que además de ser una Toretto y ya de por sí llamar la atención, nuestra relación iniciando evitaba que varias personas se le acercaran a coquetearle; sin embargo, en España nadie nos conoce y nadie sabe que aquella castaña que baila con una sonrisa bajo las luces de colores es mi mujer.
Hacía mucho tiempo que no teníamos una “cita” de este tipo, pero gracias a que Dominic y Elena quisieron salir con Sam y Bal, nos dieron la noche libre no solo a nosotros sino que a Marcos y Mia también. Y por supuesto que el latino tuvo la gran idea de proponer salir a una disco, Madison enseguida aceptó y Mia y yo terminamos aceptando viendo lo emocionados que estaban.
Las hermanas Toretto se prepararon juntas, y supe en el momento que vi a Madi, que iba a ser una noche llena de sorpresas. Su cuerpo cubierto por un vestido corto color negro y de tirantes resaltaba su figura y sus pechos; admito, que cuando la vi las ganas de tomarla y encerrarnos en nuestro cuarto fueron más que las de salir a la disco.
A los cinco minutos de llegar Marcos trajo unas cervezas para todos, y allí comenzó el verdadero problema.
Todas las canciones latinas eran propulsores para que Madison bailara meneándose delante de mí. A veces apoyaba sus manos en mi cadera y bailaba lentamente, con una sonrisa en su rostro al sentir mis dedos apretando sus caderas.Habíamos pagado por una mesa VIP, la cual nos daba más privacidad y un poco más de espacio para los cuatro. Mia y Marcos habían bajado al piso inferior para mezclarse entre la gente que bailaba con euforia las canciones de reggaetón latino.
—Y cuando nos vamos aparte, te digo cositas que enamoren y si es posible regalo flores, que eso le gusta y acompañarla con botellas de rosé rosé… —canta contra mi boca, tiene una sonrisa que enamora— tu y yo… bailando hacemos el amor con ropa… tu y yo…
El español se escucha demasiado bien con su voz suave y lenta por los tragos encima. Su cuerpo se menea contra el mío y por puro instinto llevo mis manos a su cintura, ella se da media vuelta y sigue cantando pegándose más a mí.
—Me gusta tenerla cerca de mí y en la lenta acariciarla, descontrolarla, por la cintura agarrarla y torturarla… Es como un duelo, pa’ provocarme pone sus manos en el suelo y ahí es cuando más me le pego, y la anhelo y la deseo…
«Cuando la nena acelera no tiene freno…»
Y jodidamente es así.
A Madison le encanta la canción y más cuando entierro mi rostro en su cuello, producto de su trasero pegándose con fuerza en mi ingle.
—Iré por otra cerveza… —dice, intercambiando su mirada de mis ojos a mis labios—. Te amo.
Me muerdo el labio mientras la veo caminar tan segura de sí misma, como siempre, hacia la barra, apoyando sus antebrazos y esperando que el barman le preste atención. Por mi parte, la incomodidad en mi pantalón me obliga a tomar asiento para poder relajar un poco la mente, ahogando un poco mis sucios pensamientos con más cerveza.
Una nueva canción en español comienza a sonar pero mucho más lenta, aunque sigue siendo reggaetón. Madison mueve su cabeza de un lado a otro siguiendo el ritmo y habla con el barman, que rápidamente le entrega las dos botellas de cerveza.
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Rápidos y Furiosos: Amor Encubierto [TERMINADA]
ActionTodo lo que hoy nos duele, duele porque en algún momento fue amor. Novela basada en la primer película de la saga "Rápidos y Furiosos". #Fanfic