Capítulo ocho: Mi motivo.

14.4K 947 105
                                    


Narrador Omnisciente:

Se estacionaron bajo un puente, apenas las luces amarillentas los alumbraban, era el lugar perfecto para que nadie los viera.

Brian bajó del Jeep mientras sacaba el celular de su bolsillo trasero, marcó un número y espero unos segundos a que atendieran.

—Adelante, O´Conner —dicen a través de la línea—. ¿Dónde estabas?

—Tengo la mercancía —responde.

—¿Tengo la mercancía o tenemos la mercancía?

Brian frunce el ceño confundido y pregunta—: ¿A qué se refiere?

—Las cámaras de tránsito te tomaron a ti y a Toretto juntos. —La voz de su jefe sale ronca y con un tono de advertencia.

Maldice internamente y camina de un lado a otro. Mira a su alrededor y piensa en que decir.

—Escúchame, O´Conner. Trae la mercancía y a Toretto.

—Creí que queríamos a Braga. Tenemos una oportunidad —responde tratando de desviar la atención de Dominic al principal criminal que estaban buscando.

Pero las cosas se complicaban cuando Dominic se había convertido en una medalla para sus superiores. Atraparlo a él y a Madison era uno de los principales objetivos de los federales.

—Se acabó el tiempo. Trae a Dominic y  la mercancía, ¿quedó claro?

Brian suspira y se da vuelta listo para responder, pero sus ojos se desvían al suelo y a las gotas de sangre que se habían acumulado en el asfalto. Lentamente empieza a caminar siguiendo el rastro, corta la llamada y se asoma al maletero del Jeep.

Dominic se encontraba abriendo los enormes maletines, ambos quedan asombrados cuando la mercancía queda a sus ojos.

—Conque así se ven sesenta millones —dice Dominic sin apartar la vista de estos.

Brian los mira por un segundo pero se da cuenta de las gotas de sangre que caían hasta el asfalto, a Dominic le habían disparado en el hombro y parecía no afectarle en absoluto.

—Necesitas un médico —dijo mirándolo fijamente.

Dominic lo mira e ignora lo que acaba de decir—: Tenemos que esconder esto.

La mirada de Toretto era de total seriedad, ni siquiera le importaba la posibilidad de tener una bala en su hombro, tenían que esconder la mercancía y Brian estaba de acuerdo.

Fue cuestión de minutos en los que volvieron a guardar todo en el maletero y se subieron al Jeep, Brian no puedo resistirse y miro a Madison por el espejo retrovisor.  Tiempo después de que pudieron irse de aquel lugar, ella se había quedado dormida, al principio ambos se preocuparon pensando que se había desmayado, pero luego notaron que respiraba tranquilamente y de vez en cuando se movía.

Pero había algo que no dejaba de dar vueltas en la cabeza del rubio, Dominic había sido captado por las cámaras de tránsito, y por alguna razón, Madison venía zafando de ser descubierta por la policía. Sin embargo, Brian sabía que era cuestión de tiempo para que la descubrieran, y era algo que realmente le preocupaba.

—502, conductor ebrio. Retención de 48 horas —dijo Brian mostrando su placa  al hombre de seguridad.

—Atrás, donde encuentre lugar  —respondió.

Él asintió y no tardó en acelerar hasta perderse entre el montón de coches retenidos. Había conducido hasta el deposito vehicular de la policía, era el mejor lugar en donde esconder el vehículo con la mercancía.

Rápidos y Furiosos: Amor Encubierto [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora