Rápidos y Furiosos: Amor Encubierto [TERMINADA]

Capítulo trece: Brasil

Brian O'Conner

Su cuerpo brilla cuando los rayos del sol lo tocan, no puedo evitar mirar sus labios hinchados y suspirar cada vez que los muerde para callar sus gemidos.

Mueve sus caderas creando un ritmo que logra hacernos alcanzar nuestro propio paraíso.

Su boca atrapa la mía en un beso lento, sus manos recorren mi abdomen y espalda haciéndome suspirar. Madi sonríe entremedio del beso cuando aprieto sus caderas, disfruta tener el control, verme suspirar y rogar por su toque.

Se aleja, no sin antes darme un beso en la mejilla, toma mi camisa del montón de ropa y empieza a colocársela mientras camina hacia el auto.

La figura de su cuerpo solo me hace repetir el momento, su cabello revuelto cae sobre su espalda y ella hace un deforme moño para controlarlo.

Dejo caer mi cabeza hacia atrás acostándome en la manta en el césped, el atardecer está haciendo acto de presencia y los colores en el cielo son magistrales; una mezcla entre azules, naranjas y rosas son el fondo de las débiles estrellas que empiezan a verse.

Una bolsa con comida cae a mi lado, Madi se agacha hasta llegar a mi rostro y sonríe viéndome a los ojos.

—Creo que hice mal en empezar por el postre... —Muerde suavemente mi mandíbula, baja hasta mi cuello y deja besos—. Porque todavía sigo hambrienta.

—¿Si? —Pregunto embobado con sus ojos y sonrisa coqueta.

Ella asiente, acaricia con sus uñas mi brazo—: Pero... podemos solucionarlo.

—¿C-cómo? —Suspiro. Su mano acaricia mi pecho y empieza a bajar, mientras que con la otra me obliga a elevar mi rostro para poder dejar besos en mi cuello.

Suelta una pequeña risita y detiene sus caricias, abro los ojos que sin darme cuenta cerré y la observo sonreír de oreja a oreja. Se mueve hasta la bolsa y saca dos cajas de hamburguesas.

Ladeo la cabeza sin poder evitar reírme.

—¿Qué? —Pregunta mientras saca otra caja con papas—. ¿Pensaste que íbamos a iniciar el tercer round?

Me acomodo a su lado y asiento con una sonrisa—: Pensé que estábamos en el mismo nivel de... felicidad.

Madison se ríe y asiente.

—Lo estamos... Pero creo que hablamos de diferentes conceptos de felicidad —dice mientras me señala.

—Deja de mirarme de esa forma.

—Entonces ponte algo.

—¿Te pongo nerviosa? —Muerdo su hombro por encima de la camisa.

Madison arruga su nariz cuando se rasca nerviosa y niega tratando de abrir la caja de la hamburguesa.

—Brian... —Advierte.

Largo una carcajada y decido ponerme mi bóxer, cada movimiento que hago son supervisados por sus ojos; me gusta como intenta concentrarse en otra cosa o hacerse la desinteresada.

Cuando tomo asiento a su lado me extiende la otra hamburguesa y un tenedor de plástico para poder agarrar las papas fritas.

— ¿Qué tienes pensado luego de esto?

—¿Luego del robo? —Ella asiente mientras mastica. Hago un mohín y respondo—: Tengo una lista con países que no tienen extradición. Una vaga idea de vivir con mi novia, tal vez... Si ella quiere.

Las comisuras de su boca se elevan un poco.

—Ella está más que dispuesta —responde sonriente—. ¿Qué tal, una casa frente a la playa?