Madison Toretto
El olor llega a mi nariz de tal manera que me produce arcadas, y aunque trate de evitarlo, lo poco que comí en el día termina yéndose por el desagüe.
Enjuago mi boca y tomo un poco de agua para calmar el ardor en mi garganta.
Dos golpes en la puerta antes de ser abierta.
—¿Estas bien? —pregunta Mia.
—Si, creo que me cayó mal la comida que preparó Tego. —Dejo la toalla con la que limpie mi rostro y salgo del baño—. ¿Pudieron acceder a las cámaras?
—Si, aunque solo podremos observar. Dom, Brian y Marcos salieron hacia unas carreras, intentaran conseguir otro vehículo.
Mientras me cuenta lo que me perdí de la conversación caminamos hacia Gisele que está sentada en el sofá tomando una cerveza, cuando nos ve se acomoda dejándonos lugar.
Las horas pasan y la noche cae poco a poco, habíamos matado el tiempo conversando, ayude a Gisele a limpiar su arma, bromee con Tego y Rico y escuche las muchas anécdotas que Roman y Tej me contaban de Brian. A lo último, terminaron convenciéndome de jugar a las cartas con ellos.
—¡No puede ser!
Me río a carcajadas y tomo el dinero que me corresponde al haber ganado.
—Dijiste que no sabías jugar. —Se queja Pearce.
—Deja de llorar —bramo con una sonrisa mientras cuento las billetes para gozarlo, él bufa por lo bajo y niega con la cabeza.
El ruido de un automóvil hace que el juego se corte cuando Tej estaba repartiendo; una belleza completamente azul y apenas tuneada entra a la fábrica después que Dom.
Brian acelera antes de bajarse, la puerta del copiloto se abre y Marcos sale riendo.
—¿En serio? —Se ríe Roman, Brian lo mira serio—. ¿Quién te regaló esa cosa? ¿Papá pitufo?
Con las chicas reímos ante el mal chiste de nuestro amigo y Brian lo empuja cuando está cerca suyo, apenas mis ojos chocan con los suyos él se acerca para darnos un beso.
—¿Cómo estás? —pregunto, acepto las cartas que Tej deja sobre la mesa.
—Bien, fue bueno volver a ese ambiente, ¿y tú? ¿Ganando? —Toma los billetes que tenía a mi lado y sonríe, asiento y él me da un beso en el cachete—. Esa es mi chica.
«Esa es mi chica».
Es difícil no sentir nada cuando suena tan bien viniendo de él. Trato que no se note lo mucho que afecta a mi sistema tenerlo cerca, pegado a mi espalda y molestando a Pearce por estar perdiendo.
Estos son los momentos en donde quiero detener el tiempo, frenar un momento y poder memorizar cada mínimo detalle.
—¡O'Conner, empiezas tú!
—¡Gané! —grito parándome del banco y riéndome al escuchar las molestias de los hombres a mi alrededor, con una sonrisa de oreja a oreja agarro los billetes del centro de la mesa. Brian se ríe cuando me ve contar el dinero.
Han, Gisele y Mia habían colocado las cámaras en puntos estratégicos para poder ver si conducíamos lo suficiente rápido para que las cámaras de la jefatura no nos notaran. Uno a uno íbamos a ir pasando, y como dijo Dom: primero iba el rubio.
El motor del auto acercándose a toda velocidad, las ruedas chirriando contra el piso; Brian frena y se baja esperando un veredicto.
—La cámara te dio —informa Han con su típico paquete de frituras en mano.
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Rápidos y Furiosos: Amor Encubierto [TERMINADA]
ActionTodo lo que hoy nos duele, duele porque en algún momento fue amor. Novela basada en la primer película de la saga "Rápidos y Furiosos". #Fanfic