Rápidos y Furiosos: Amor Encubierto [TERMINADA]

EXTRA #4

Madison Toretto

Mi desesperación aumenta por cada sollozo que larga Sam. Trato de mecerlo en mis brazos y que las lágrimas dejen de bajar por su mejilla, pero nada parece funcionar.

—Me duele...

—Lo sé, amor... —susurro maldiciendo por dentro, marco otra vez el número de Brian y ruego porque atienda su jodido celular.

Los tonos suenan y él no responde.

—Mierda...

Tecleo el número de Mia esperando que ella conteste, pasan los segundos y parece un sueño cuando su voz suena confundida.

—¿Madison? ¿Sucede algo? Son las tres de la madrugada...

—Necesito un favor urgente... Sam no está bien, no sé que hacer y Brian se fue. No responde su maldito móvil y se llevó el carro.

Escucho movimientos apurados y luego su voz—: Enseguida estoy allí...

—¡Espera! Estamos en la casa de la playa.

—Bien, en diez estoy.

Mia corta la llamada y suspiro nerviosa, Sam aleja su rostro de mi pecho y me mira a los ojos. Me duele verlo en aquel estado enfermizo, tiene su cabello pegado a la frente por la fiebre que tomó.

—Duele, mamá... —cierra sus párpados colorados y toca su panza, encorvandose.

—Todo estará bi...

Se mueve bruscamente y vomita en el suelo, apenas logrando moverse lejos de mí, parte de su vomito cae en mi jeans y otro poco en el piso.

—L-lo siento... —murmura llorando.

Niego con la cabeza y tomó la manta que estaba en el sofá, limpio su boca y acaricio su frente limpiando el sudor.

—No pasa nada, amor... Pronto iremos al hospital ¿sí?

—¿Papá?

Inhalo aire y sonrió levemente—: Lo veremos allí, tú tranquilo.

Sam asiente y se sienta en el sofá a mi lado, abrazado a la manta y con los ojos cerrados. Tomó mi móvil y voy hasta el chat de Brian, dejandole un mensaje por si decide tomar su móvil en algún momento de la noche.

"Voy al hospital. Sam no está bien. Espero dejes tu orgullo de lado y vuelvas, pero que quede claro que no me arrepiento de lo que dije e hice. Ya no somos nosotros dos Brian."

***

Mia condujo a toda velocidad hasta el hospital más cerca, justamente donde había nacido Sam hace tres años. Los enfermeros apenas me vieron llegar con él en brazos lo tomaron y sentaron en una silla de ruedas, llevándonos a una habitación en donde rápidamente lo atendieron.

Mia estaba a mi lado junto con Balderik, quien pobre tuvo que despertarse ya que no tenía nadie quien lo cuidara a estas horas. Marcos y Brian habían salido hace un día de viaje a un campamento para conseguir una pieza original de un carro de mi cuñado, algo que provocó una discusión entre el rubio y yo, obligándonos a llevar más de doce horas sin hablar; sin embargo, cuando Sam empezó a sufrir de fiebre, vómitos y dolor abdominal, las cosas se pusieron feas, pues, habíamos ido a la casa de la playa donde solamente teníamos un carro para movernos, el cual se llevó Brian.

Agradezco que mi hermana no viviera tan lejos y haya podido venir.

—Toretto Madison —llama una mujer de unos cincuenta años, con uniforme azul y una tableta en su mano.