Capítulo 37 "Ya me siento bien"

1.1K 97 3
                                    

-Draco...- Hermione se levantó con rapidez pero las manos pálidas del rubio de ojos grises frente a ella la detuvieron por los hombros.

-Tranquila, no te levantes- pero Hermione intentó hacerlo de nuevo.

-¿De verdad estás aqui?- preguntó atónita.

-Si, de verdad estoy aquí. Por favor vuelve a la cama- ella obedeció pero no apartó sus ojos de él, temía que si lo dejaba de ver desapareciera -¿cómo te sientes? ¿quieres que llame a una enfermera?-

-¡No! No te vayas por favor- rogó aferrandose a sus manos.

-No me voy a ir, te lo prometo. Pero tienes que calmarte- ella observó con cuidado la cara de Draco, estaba mas pálido de lo normal, sus ojeras eran prominentes y su cabello iba despeinado y un poco largo
-¿Segura que te sientes bien?-

-De maravilla- contestó con la respiración agitada.

-¿Puedes decirme que te pasó?- preguntó él tomandola de la mano mientras se sentaba en la camilla a su lado.
-Salí cuanto antes cuando supe-

-¿Cómo supiste?-

-No tengo tiempo de hablar de eso, hay una gente esperando por entrar a verte- a ella le dio un vuelco en el estomago.

-No quiero ver a nadie- dijo seca.

-¿Quieres que ne vaya entonces?-

-¡NO!- gritó asustada -me refiero a que solo quiero verte a ti- a Draco se le iluminó el rostro. Llevó una de sus cálidas manos a la cara de la castaña y la acarició con cariño, apreciando todo eso que se había estado perdiendo durante todo ese tiempo.

-No puedo quedarme mucho tiempo, cariño- a ella le volaban mariposas en el estómago cuando la llamaba así -nadie sabe que estoy aqui-

-¿Nadie?- él negó -¿Y cómo...?-

-Llegué por la madrugada, no han dejado a nadie entrar porque sigues en observación. Hay una enfermera afuera que aceptó un poco de dinero para dejarme entrar primero sin decirle a los demás- en otra ocasión ella se habría enojado por el chantaje a la pobre enfermera, pero en este momento no podía importar menos -pero tengo que irme porque tu hora de visitas empieza en 5 minutos-

-¡¿Qué?! ¡no te vayas! Por favor no vuelvas a dejarme, por favor...- rogó ella llena de miedo. Draco miró con dolor a Hermione, tampoco quería apartarse de ella.

-Si me ven aquí van a sacarme de todas formas-

-Yo no se los voy a permitir- dijo ella.

-Lo se- dijo él orgulloso de su respuesta -Pero no quiero hacer un escandalo aquí y necesito que descanses como se debe. No me hace felíz alejarme de ti tampoco Hermione-

-Entonces no lo hagas- Draco suspiró.

-¿Por qué no hacemos algo? Tu vas a obedecer y quedarte aquí, vas a recibir a tus visitas y esperaras a que te den de alta de este horrible lugar, cuando estés en casa yo puedo ir a verte-

-¿Cómo se que no me estas mintiendo?-

-Sabes que nunca quise dejarte, solo he respetado tu decisión y si lo que tu quieres es que yo vaya, iré- Hermione no había soltado sus manos aún.

-Me da miedo que no lo hagas-

-Cariño- dijo pegando sus labios a la frente de la castaña. Ella cerró los ojos disfrutando la perfecta sensación -no sabes el infierno que ha sido estar lejos de ti, no voy a desaprovechar ni un segundo que me permitas tenerte cerca-

-De verdad necesito que me jures que vas a ir a verme hoy mismo- Draco sonrió.

-Te lo juro. Deja tu ventana abierta, no creo que a Ginny o a nadie le guste verme por aquí. Estaré ahí antes de que te duermas ¿de acuerdo?- Hermione asintió pero le estaba costando soltar su mano -descansa por favor- Draco poco a poco la soltó y se alejó de ella, se perdió por la puerta dejandola sola en la fría camilla. Se estaba arrepintiendo de haberlo dejado ir, quizás le había mentido y no llegaría por la noche. Le dio tanto miedo que Draco se fuera de verdad que se levantó dispuesta a ir detrás de él con todo y suero en la mano, pero la puerta se volvió a abrir y por ésta entró una enfermera.

-¿Qué haces levantada querida?-

-Es que ya me siento bien- dijo volviendo a sentarse.

-Ya veremos eso- la enfermera se acercó a ella para hacer la revisión general a Hermione, por la cara que tenía al parecer las cosas iban muy bien.
-Hay mucha gente esperando por ti afuera querida ¿a quién quieres ver primero?-

-A quien sea- la verdad no le importaba, ella tenía otras preocupaciones.

Primero entró Albus, su padre. En cualquier otra ocasión habría estado muy emocionada, pero no era posible, todas sus emociones estaban enfocadas en su nerviosismo y ansias de salir de ahí para ver a Draco de nuevo.
Albus hablaba y hablaba de lo enojado que estaba por su comportamiento últimamente, que su hija no era así y jamás pensó que fuese tan débil como para llorar y caer en cama por un hombre como Draco Malfoy. Ella no pudo enojarse con sus comentarios porque sabía que solo estaba muy preocupado por que estaba en un hospital.
Cuando salió Albus, entró Theo y a Hermione se le revolvió el estomago. Todos los posibles sentimientos que Hermione había logrado desarrollar por él se habían esfumado al ver de nuevo a Draco. Hasta se sentía incomodo cuando le tomó la mano, al menos no había intentado besarla porque no sabía como iba a rechazarlo.
Theo no quería dejarla, pero todavía faltaban Ginny, Luna y Elena por entrar.
Las tres pasaron juntas y no se callaron ni un segundo. Estaban más preocupadas que la propia Hermione por su salud. Elena aunque se mostraba preocupada, se mantuvo lejos de la conversación, al menos a la castaña le confortaba saber que a pesar de lo de Theo, Elena seguía ahí.

El médico dijo que no había razón para seguir reteniendola más ahí, así que le dio el alta por la tarde. Las indicaciones de mejorar lo que comía y dormir más habían sido claras, y todos estaban dispuestos a obligarla a cumplirlo si era necesario. Se quitó la ropa de hospital tan feliz como jamás había estado, la hora ver volverlo a ver estaba cada vez mas cerca y aunque tenía cierto miedo de que no apareciera, de todos modos ya quería llegar a casa.
Theo la llevó a Hermione a casa junto con todos los demás. Dentro del coche era una fiesta que se suponía debía animarla pero solo la puso mas impaciente de querer deshacerse de ellos de inmediato.
Al llegar a casa Ginny se ofreció a cocinar con Luna para después todos vieran una película juntos. Elena había preferido no ir al igual de Albus que estaba lleno de trabajo, pero habían prometido visitar todos los días.
No tardó ni dos segundos en subir a su habitación, lo primero que hizo fue abrir la ventana.

-Te ves muy activa para haber salido del hospital- dijo Theo en el marco de la puerta -me diste un buen susto anoche-

-Lo siento, lo creas o no, no es lo que quería-

-Lo sé- los dos se quedarón callados. Ella miraba a la ventana esperando que apareciera algo de la nada.
-Theo estoy cansada, creo que necesito asearme y todo eso-

-¿Quieres que espere aquí?- Hermione negó eufórica.

-No hace falta. Ve a ayudar a las chicas, yo bajo en cuanto termine- Theo hizo una mueca con la boca.

-Esta vez no vas a escaparte de comer nada-

-No, ya lo sé. Solo deja que me bañe y voy-

-Está bien- Theo salió de la habitación decepcionado, quería asegurarse de que ella estaba bien, quería ser su compañía en sus tiempos de soledad y ayer había pensado que era así, sin embargo ahora ella lo estaba alejando de nuevo.

Hermione se apresuró a meterse al cuarto de baño, de verdad necesitaba estar limpia después de estar en un sucio hospital. Había sido el baño más corto de su vida, pero todo lo que quería era volver a la habitación. Salió del baño tratando de secarse el cabello con una toalla, llevaba los pies descalzos y una pequeña pijama roja de seda.

-Nunca había visto a nadie tan hermosa justo después de dejar el hospital- dijo alguien del otro lado de la habitación. Hermione no necesitó verlo para saber que era él. Había vuelto, tal como lo prometió.

Destinado A TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora