Destinado A Ti

Capítulo 41 "Mejor que nunca"

La espalda de Hermione estaba pegada al pecho de Draco mientras dormía. Él no deseaba descansar, después de haber bebido de ella se sentía exageradamente lleno de energía. Pero no se apartó de ella, no quería que pasara frio.
Le relajaba escuchar su respiración tranquila y se quedó escuchandola toda la noche.
Por la mañana se levantó de la cama y se fue directo a la ducha, cuando regresó ella ya estaba despierta sobre la cama.

-No me gusta despertar sola- dijo haciendo un puchero.

-Lo siento cariño, no quería despertarte- se acercó a ella y le dio un eso en la frente -¿quieres bajar a desayunar?- Hermione asintió mientras se tallaba los ojos.

-¿Puedes prestarme un poco de ropa?- dijo al darse cuenta que estaba desnuda bajo la sabana.

-¿No podrías mejor andar por toda la casa así?- dijo él levantando una ceja traviesa.

-¡Draco!- dijo lanzándole una almohada en la cara.

-¡Esta bien!- el soltó una carcajada y se fue a buscar un poco de ropa. Finalmente le pasó una sudadera que seguro le quedaría enorme.

-No olvides que tambien uso pantalones y ropa interior- Draco hizo tambien un puchero para que ella supiera que la quería ver con lo menos de ropa que fuera posible -de ninguna manera- le contestó ella.

-Qué desconsiderada- se burló él. Finalmente le pasó todo lo que le había pedido. Le hubiera gustado verla vestirse pero ella se metió al cuarto de baño no sin antes sacarle la lengua.

Cuando bajó a la primer planta, Draco ya tenía listo el desayuno o al menos un intento de ello. Los dos comieron con una gran sonrisa en la cara, a Draco ya no lo acompañaba su palidez enfermiza ni sus ojeras, se veía totalmente felíz y sano.

-Draco ¿Cómo no quieres que se acabe la comida tan rapido si te comes todo en una sola sentada?- regañó ella.

-Sabes que no puedo evitarlo- ella soltó una risa y siguió comiendo.
-He estado pensando y creo que tenemos que ir a la ciudad a comprarte algo de ropa- dijo él.

-No creo que sea necesario. No hace falta que gastes tu dinero en eso-

-No seas ridícula, sabes que el dinero no es un problema Hermione- ella rodó los ojos.

-Esta bien, pero nada de tiendas de lujo. Solo necesito ropa sencilla para andar por aquí- Draco asintió.

Pero fue una total mentira, la llevó a todo menos una tienda sencilla. Las mejores marcas por todos lados y aunque ella se negaba a entrar él prácticamente la llevaba arrastrando. Hermione buscaba lo mas barato, pero Draco tomaba otras cosas a escondidas que costaban una fortuna. Después de 3 tiendas ya no podían con las bolsas que cargaban.
Mientras Hermione buscaba ropa interior cómoda, Draco añadía a la cesta muchos conjuntos bastante atrevidos y reveladores. Ella lo regañó tanto como pudo pero él no escuchaba.
Después de que terminaron con la ropa, dejaron las bolsas llenas en el auto y siguieron por las demás tiendas. Hermione se detuvo un segundo para ver una pulsera de oro de una vitrina y se arrepintió en seguida, por más que se plantó frente a él para que no lo hiciera, terminó comprandole la pulsera.
Ella caminó enojadisima lejos de él pero todo se le pasó cuando le compró un helado.
Cuando las comprar totalmente innecesarias habían terminado, los dos estaban hambrientos. Draco escogió el restaurante mas elegante y reservado que pudo encontrar y como era de esperarse, por ser un Malfoy le dieron la atención de primera.
Pero aquella atención molestaba a Hermione demasiado, la mesera iba y venía cada vez con el pecho más de fuera y estaba segura que le estaba coqueteando a Draco. Él no se daba cuenta o al menos eso parecía, porque por más que la pelirroja esa se esforzaba, no obtenía la atención deseada.
Al terminar de comer, Hermione le tomó la mano al rubio frente a la mesera y le dijo que se retirara, a Draco solo le divertía la situación.