El departamento era todo lo que Hermione se esperaba de Draco, con su toque masculino y caro en cada centímetro de la decoración. Al parecer Kate había estado muy sorprendida de recibir una llamada de su jefe después de tanto tiempo, pero había hecho su trabajo y todo estaba perfectamente limpio.
Hermione no se molestó en desempacar, no sabía si estaría ahí un dia o un año, pero de momento quería pensar que estaría de regreso en París tan pronto como fuera posible.
Gracias a Kate tenían la dirección del hospital donde estaba Albus, eso al menos los mantendría alejados de los demás por un rato.
Hermione insistió en ir sola a ver su padre porque no sabía si se pondría mal cuando viera a Draco a su lado y por mucho que no le gustaba la idea, la dejó ir sola. Aprovechando que estaban en Londres, Draco pensó que tenía que firmar papeles para renunciar a todo lo que lo mantuviera ligado a los negocios de su padre, no había razón para que su nombre continuara en la empresa, así que tendría que hacer una visita a la mansión Malfoy mientras Hermione se ocupaba de ver a su padre.Albus Dumbledore estaba en la habitación mas exclusiva que podía tener aquel hospital. A Hermione no le costó nada tener acceso a visitas porque las enfermeras sabían que era su hija. Tuvo que esperar una hora en la sala de espera antes de poder entrar a verlo y cuando lo hizo le dio una punzada de dolor en el corazón, Albus estaba despierto viendo la pequela pantalla frente a él, pero se veía mas cansado y viejo que nunca.
El hombre la miró con los ojos entrecerrados y por un momento ella pensó que no la reconocía, pero entonces trató de sentarse bruscamente cuando se dio cuenta que era ella.-¡No te levantes!- dijo Hermione acercandose a él.
-¿Hija?- preguntó sin poder creerlo.
-Hola papá- dijo ella con lágrimas en los ojos -¿cómo te sientes?-
-¿De verdad estás aquí?- preguntó con los ojos bien abiertos -no lo puedo creer, hija-
-No te alteres por favor-
-Estas aquí...- volvió a decir.
-Vine en cuanto supe que estabas aquí- Albus le tomó las manos a Hermione -dime por favor que estas mejorando- rogó ella -¿qué es lo que te pasó?-
-Sabes que siempre he sufrido de la presión, pero cuando te fuiste me dio pico de presión alta... me dio tanto miedo saber que te habías ido sola- Hermione cerró los ojos con fuerza.
-Nunca pensé que te iba a hacer tanto daño-
-Dime a donde te fuiste, dime que has estado bien Hermione-
-Tranquilo, he estado mejor que nunca. Tuve que hacerlo, no había otra forma de mejorar que yendome- Albus temblaba de las manos.
-¿Pero... a donde? Estuviste sola quien sabe domde Hermione- ella pensó que no era el momento de revelarle lo de Draco, no todavía -pensé que te había pasado algo malo, que te había perdido para siempre-
-No debí ser tan irresponsable, lo siento-
-¿Has venido a quedarte?- Hermione suspiró.
-Me quedaré hasta que estés fuera de este lugar y de vuelta al trabajo- Albus suspiró pero seguía viéndose preocupado.
-No puedes irte otra vez Hermione, no puedes dejarnos así sin saber como estás o que estás haciendo...-
-No hablemos de eso, por favor. Hace tanto que no te veo y quiero que me cuentes todo lo que ha pasado por aquí-
Hermione no se movió de ahí en todo el día, Albus estaba tan feliz de ver a su hija que comió alegremente la asquerosa comida verde que le había llevado una enfermera. Los dos vieron un programa viejo que pasaba en la tele mientras la enfermera hacía el chequeo diario, ella aseguraba que el señor estaba mejor que nunca esa tarde y era debido a su buen humor.
A la castaña le hubiera gustado quedarse, pero la esposa de Albus llegaba todas las noches para quedarse con él así que Hermione no tenía más remedio que irse. No se fue sin embargo hasta que le había asegurado a su padre que volvería al siguiente día y que se quedaría también hasta la noche. A Albus le habría gustado saber más sobre su hija en los últimos dos meses que estuvo lejos, pero ella no quería agobiarlo cuando estaba de tan buen humor.
A las 9 pm dejó aquél hospital y se dirigió al departamento donde se suponía Draco debía estar. Pero al llegar se encontró sola. No tenía ganas de cenar ni de hacer nada, ahora que se había quitado el peso de los hombros de su padre enfermo, ahora que sabía que podía recuperarse rápido ya podía dormir tranquila.
Primero se dio un baño de agua caliente para relajarse, se puso una camisa de Draco y se tiró a la cama para leer un poco mientras esperaba por él.
Cuando dieron las 10:30, Hermione estaba ya ansiosa de que aún no llegaba, así que se dirigió a la maleta y sacó del fondo su movil. Aquel aparato que había estado apagado por dos meses enteros, tenía que llamar a Draco para asegurarse de que todo iba bien.
Tal como esperaba, el móvil se atasco de tantos mensajes y llamadas perdidas. Todos eran de Theo, Ginny, Luna, Albus e incluso de Elena. Hermione no pudo leer ni uno, no quería agobiarse con nada de eso, no lo soportaría.
Una vez que su bandeja de entrada había sido borrada por completo, marcó el numero de Draco, se sintió aliviada cuando contestó de inmediato.-Llegó en un momento cariño, voy manejando ¿de acuerdo?- dijo él calmado.
-Esta bien, no tardes- colgó.
Solo tuvo que esperar unos minutos más para que Draco apareciera por la puerta. Se veía muy estresado e irritado.
-Perdón por llegar tarde, fue un día intenso- dijo dandole un beso en los labios a la castaña -¿cómo esta Albus?-
Hermione le contó con detalle como había estado su día, Draco se alegraba de que le había ido bien.-Ahora dime por que tu día estuvo tan agitado- Draco suspiró.
-Mi madre se volvió loca cuando me vio, no me dejó en paz para nada con las preguntas y sus preocupaciones de madre. Mi padre pues ya sabes como es... no le importó mucho verme, pero cuando le dije que quería deslindarme de su compañía pegó el grito en el cielo, no le gustaba la idea, sabe que mi dinero sirve mucho ahí y claro que no le conviene. Así que discusión tras discusión logré que los abogados llegaran a un acuerdo financiero y esas cosas. Tuvimos una junta con el consejo- hizo una pausa y continuó hablando -en el consejo está Theodore- Hermione se paralizó.
-¿Viste a Theo?-
-No solo lo vi. El muy idiota tuvo el descaro de gritarme de todo, me dijo que por mi culpa habías estado en el hospital y que por mi culpa te habías ido. Él no sabía claro que este tiempo has estado conmigo- Hermione miraba a Draco espectante mientras hablaba -Perdón Hermione pero no pude quedarme callado mientras me decía toda esa bola de estupideces. Le dije que tu estabas feliz conmigo y que...-
-¿Le dijiste?- preguntó ella con una mano tapando su boca.
-Cuando lo supo me acusó de haberte obligado a ir conmigo, también creyó que yo mentía, pero estaba muy enojado-
-¿Pero que te dijo?- Draco la volteo a ver disgustado por su creciente interes en Theo.
-Me dijo que no podía ser cierto porque tu habrías ido a verlos cuanto antes, que seguro yo te tenía amenazada o algo- su rostro se endurecia cada vez más -le rompí la cara-
-¡Draco!-
-¡El me provocó!- dijo levantando la voz como ella -¡no te atrevas a defenderlo!-
-¡No puede ser que apenas volvemos ya estas metido en problemas!- gritó ella frustrada.
-No me iba a quedar escuchando la mierda que decía. ¡Me dijo que tu lo querías a él y que si te habías ido era por mi culpa!-
-Theo no se merece nada de lo que le hice... no tenías porque golpearlo- Draco se llevó sus dedos al puente de su nariz.
-¡Pues si tanto te preocupa ve y corre a verlo!- Hermione soltó un suspiró furioso.
-¿Sabes qué? ¡es exactamente lo que debí hacer en cuanto llegué!- gritó mientras corría fuera de la habitación. Los pasos de Draco se escuchaban detrás.
-¡Hermione a donde vas!-
-No quiero dormir contigo esta noche- dijo furiosa metiendose a otra habitación, cerró la puerta con candado y se tiró a la cama con ganas de gritar.
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Destinado A Ti
FanfictionAquellos ojos lo volvían loco, tenía frente a él a la mujer más hermosa que había visto, y era suya. No podía detener aquel instinto que lastimaba tanto a Hermione, no podía ni parar de tocar su cuerpo entregado a él mientras la hacía suya, veía la...