Capítulo 20 "100 abrigos"

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-Lo siento señorita Greengrass, Draco me dio ordenes especificas de no ser molestado- dijo la asistente de Draco detrás de un escritorio mientras Astoria refunfuñaba con sus brazos cruzados.

-Es el señor Malfoy para ti, que te hayas acostado con él no te da el derecho de llamarlo por su nombre- amenaza Astoria.

La asistente solo suspiró, no pensaba discutir con ella, solo quería que la dejara en paz pars poder seguir con su trabajo.

-¿Qué esta pasando aquí?- dijo Narcissa entrando al despacho -¿Donde esta Draco, Kate?- preguntó a la asistente.

-Él no se encuentra, me dejó instrucciones específicas para el trabajo ya que va a ausentarse dos días, señora Malfoy- dijo Kate muy profesionalmente.

-¿Dos días?- Narcissa casi que gritó -¿no te dijo por qué o a donde fue?-

-No señora, me pidió que no lo molestará- Astoria parecía cada vez mas irritada.

-Gracias, Kate- tomó del brazo a Astoria y ambas salieron del despacho.

-Esto es totalmente estupido- comentó Astoria -Seguro esta con esa- Narcissa parecía que maquinaba algo dentro de su cabeza.

-La gala es en dos días, es justo cuando va a volver, solo tenemos que tener paciencia- movió sus venudas manos y acomodó su peinado -vas a mantenerlo ocupado todo el evento, si no puedes con eso quizás no tengas lo que se necesita para ser una Malfoy- dijo y trono sus tacones lejos de Astoria.

Astoria se quedo sola en la habitación pensando en que estaba haciendo mal, desde siempre había querido a Draco, había hecho todo para complacerlo, siempre. Pero parecía que a él no le importaba en lo más mínimo, solo la buscaba para acostarse con ella y jamás le pudo decir que no. Podría ser un capricho, ya que tenía todo en la vida menos al hombre que quería, pero sabía que probablemente era algo más, siempre que se encontraba entre las sabanas de algúna cama con él, ella solo deseaba que él fuese más gentil, que le hiciera el amor y no la tratara como una prostituta. Tantas veces Astoria había asistido a las cenas de navidad en casa de los Malfoy, tantas veces que había tratado de ganarse a la familia, y lo había hecho, sin embargo no se había ganado a Draco, podría simplemente dejarlo ir, era una mujer increíblemente hermosa y muchos morían por ella, pero ella lo quería a él. Jamás le habían dado celos por las mujeres con las que Draco había estado, pues eran de una noche, al menos ella era alguien recurrente. Sin embargo había algo en Hermione que no le gustaba, quizás la forma en la que Draco la veía en la cena o que no se parecía a las demás mujeres, Hermione era hermosa y tan fina como Astoria, se movía con propiedad y todos la veían con luz en sus ojos, no podía pensar en nada más que estrangularla.

Astoria salió de su trance cuando escucho que Elena bajaba las escaleras. Aún vestía una pijama, su cabello estaba alborotado y parecía que no se había desmasquillado la noche anterior. Astoria por otro lado usaba unos tacones Jimmy Choo y un vestido Balenciaga a su talla.

-¿Sigues aquí?- preguntó Elena con mala cara.

-Me quedaré aquí hasta la gala- sonrió Astoria.

-¡Que suerte!- Elena tomó una tasa de café y se encaminó de nuevo a la habitación, no quería tener a Astoria cerca.

-Gracioso- habló Astoria con voz alta para llamar su atención -no me soportas, yo que en realidad no te he hecho nada, sin embargo vives con un hombre que al parecer te hace de todo y lo soportas, que enfermo es eso ¿no creés?- Elena se quedó helada al escuchar aquello y Astoria lo notó. Se dirigió a ella con una gran sonrisa triunfal -Así es Lena, ya se sobre tus "Daddy issues"- Elena retrocedió un poco -Ya sabes que tu primita Pansy y yo somos muy buenas amigas, me contó algunas cosas muy alarmantes de tu padre-

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