Capítulo 12 "Ahora es diferente"

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La mañana del domingo no podía ser mas perfecta, Draco había despertado en los brazos de Hermione, tenía su rostro relajado pegado a su pecho y cada respiración lo hacía sentir completo.
Aquel cabello castaño de olor a vainilla no lo dejaba despegarse de ella.
No tenía una sonrisa en la cara, se sentía extraño, nunca había visto a nadie como la veía a ella, ahora ella era todo lo que necesitaba, para todo, pero no podía exigirle tanto, no quería asustarla.

Ahora que la tenía tan cerca no podía imaginarse con nadie más, de cierta forma eso llevaba tiempo robandole el sueño. Trato de estar con más chicas en el momento en que sintió aquel apego por Hermione, trató de sasiarse a sí mismo creyendo que lo que necesitaba era sexo para olvidar aquella obsesión que estaba desarrollando por la castaña, pero su maldición se lo impedía, era ella, tenía que ser ella y estaba completamente seguro que desde ese momento, siempre será ella...



Tan pronto como Draco había abandonado la casa de Hermione ella ya lo extrañaba, de no ser porque sabía que él rubio estaba hasta el cuello de trabajo no lo habría dejado ir.
Habría deseado volver a verlo en todo el día, pero lo unico que obtuvo fue un mensaje. {Si pudiera estaría todo el día contigo, en cuanto me desocupe no te libraras de mí}
Eso definitivamente le había sacado una sonrisa, pero no le alegró por completo, se sentía como niña pequeña a la que le habían quitado un caramelo, con unas tremendas ganas de hacer un berrinche para tenerlo de vuelta.
Hermione despertó el lunes con unas ganas enormes de ir a trabajar, quizás encontraría a Draco allá, no la había llamado ni escrito de nuevo, y ella sabía que Draco no era más un adolescente que iba a mensajear a su novia todo el día  ¿era su novia? Ni siquiera quería responderse eso...
Él no era más un adolescente desesperado por la atención de su pareja como ella, 《no seas una controladora, tiene trabajo, llamará cuando pueda》

Enorme decepción que se llevó cuando su día laboral casi finalizaba y Draco no se había aparecido en la oficina ni se había comunicado con ella.
Theo no olvidó el cuestionarla del porque lo había dejado plantado y ella le contó la parde de Viktor atacandola, él obviamente le creyó al ver su mejilla roja aunque cubierta con maquillaje. Aseguraron su salida del martes  y ambos se fueron a casa.

Hermione no dejaba de morder sus uñas y sin pensarlo su telefono ya estaba marcando el número de Draco, ni siquiera había entrado la llamada, no sabía si debía preocuparse, era un hombre de negocios ¿por qué tendría su teléfono apagado?

Gracias a dios tenía mucho trabajo que terminar en casa, así se distraía de querer salir a buscarlo, París estaba a solo una semana y pico lejos, tenían que tener todo preparado, la estaban matando los nervios y al mismo tiempo la emoción de ir a París.

Finalmente era martes y Draco seguía sin aparecer por ningún lado, tener trabajo era una cosa, pero ignorarla tanto tiempo ya no era bueno. Hasta dudaba de los apegos que Draco juraba tener con ella, si de verdad la necesitara no estaría en esa situación.

-¿Ya pensaste a donde quieres ir hoy Herms?- dice Theo entrando a la oficina después del desayuno con una sonrisa.

-Podemos ir a donde quieras- dice sin ningún ánimo.

-No pareces muy emocionada-

-Lo siento, no es por ti, tantas cosas en mi cabeza...solo olvidalo- ella trató de sonreír pero sus ojos cansados la delataban

Después de ese pequeño cruce de palabras ambos regresaron a los pergaminos por terminar.
El teléfono de Hermione empieza a sonar y ella lo toma sin siquiera ver el nombre en la pantalla, solo quería contestar y que fuera el. Pero no lo era, era Ginny avisando que no llegaría a dormir esa noche. No es que odiara a Ginny, es que ella quería que fuese Draco el que llamara.

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