Hermione Granger se paseaba de un lado a otro con apuro. Tenía solo 45 minutos para llegar a su trabajo, que poco inusual era estar retrasada para la señorita Granger, siempre a tiempo en todo. La noche anterior había a duras penas pegado el ojo, había roto con su novio finalmente. Y es que no se sentía mal por haberlo dejado, se sentía mal porque le había dejado por ser infiel, el desgraciado le había puesto el cuerno con una de sus supuestas mejores amigas ¡que descaro!
Todas sus pertenencias estaban listas en su bolso de mano, su atuendo siempre impecable y oscuro, como le gustaba. Una última mirada al espejo la reconfortó más de lo que debía, se veía magnífica, no pensaba ni soltar una sola lágrima por el idiota de su ex y mucho menos por la que pensaba que era su amiga.
Llevaba dos semanas trabajando en MC (Malfoy Company). La única persona que podía considerar família, Albus Dumbledore era gran amigo del dueño de la compañía, el mismísimo señor Lucius Malfoy. Albus al ser casi como su padre siempre buscaba lo mejor para ella y por supuesto, tenerla cerca. Él había recomendado a Hermione al señor Malfoy para tomar el puesto de investigadora en la empresa, tal empresa se dedicaba a tantas cosas que Hermione no podía ni contar con los dedos, pero entre las áreas que cubría la empresa estaba la de "Historia", en esta área se encontraba la gente que quería ser escritora, profesores, redactores, historiadores e investigadores, como ella.
Siempre había querido visitar tantos lugares y conocer tantas culturas, le apasionaba la historia y todo lo que tuviera que ver con leer. El puesto era perfecto para ella, y aunque nunca había tenido un empleo, el señor Malfoy la contrató sin dudar puesto a que Albus se lo había pedido.Las primeras dos semanas habían sido bastante ligeras, Luna, una chica rubia de ojos preciosos se había encargado de darle todas sus actividades por hacer, para Hermione, era poco. Solo le daban un tópico a estudiar y ella recorría cada pasillo de la enorme biblioteca buscando cada libro que le ayudaría en su búsqueda, llenaba pergaminos llenos de información y los pasaban a los redactores, quienes se encargaban de plasmar toda esa información en libros que despues serían vendidos.
Había estado puntual cada mañana en la empresa, justo esa mañana se le había hecho tarde, tenía un nuevo proyecto y Luna iba a presentarle a alguien con quien Hermione tenía que trabajar en una nueva investigación, Luna dijo que era importante y ahí estaba ella...a punto de quedarse probablemente sin trabajo por su impuntualidad.
Bajó las escaleras rápido y tomo las llaves de la casa para salir a tomar un taxi lo más rápido posible.
-¡Regreso más tarde Ginny!- gritó Hermione a su amiga que seguro estaba en la cocina.
Ginny y ella vivían juntas desde hace unos meses, la vida las había enseñado a ser más independientes, las dos pagaban una parte de la renta de la pequeña pero hermosa casa en la que vivían. Ambas ahora tenían un empleo, a su corta edad la verdad es que estaban logrando mucho.
-¡Ve con cuidado!- gritó Ginny mientras Hermione cerraba la puerta lista para tomar el taxi.
Justo al bajar frente al gran edificio con las letras MC en grande, su teléfono empieza a sonar. Luna estaba llamando.
-¿Hola?- Hermione no dejaba de moverse apurada por el edificio para llegar a su piso.
-¡Hermione! ¿dónde estas?- Luna parecía afligida.
-Justo entrando al piso- informó cortando la llamada y caminando en dirección a Luna que la veía con alivio.
-Creí que no llegarías, es tarde- se puso una mano en el pecho.
-Lo se, lo siento...paso algo- se disculpó amable mientras dejaba su abrigo y bolso en el lugar donde correspondía.
-¿Te parece si me cuentas en el almuerzo?- se muerde el labio -ahora me urge llevarte con Nott- ambas caminan por todo el piso hasta llegar a un área donde Hermione no había estado antes, esta estaba mucho más calmada.
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Destinado A Ti
FanfictionAquellos ojos lo volvían loco, tenía frente a él a la mujer más hermosa que había visto, y era suya. No podía detener aquel instinto que lastimaba tanto a Hermione, no podía ni parar de tocar su cuerpo entregado a él mientras la hacía suya, veía la...