Destinado A Ti

Capítulo 25 "Cena desastrosa"

-El placer es mio- contestó Hermione con mucha educación y una gran sonrisa, parecía que a Draco no le gustaba aquella interacción.

-Me han hablado maravillas de usted, pero nadie mencionó lo hermosa que es- el hombre hablaba con demasiada propiedad, con una sonrisa tan aterradora que Hermione no podía pensar en nada más que sonreír falsamente y desear que se alejara de ella.

-Me halaga señor Malfoy- El agarre del brazo de Draco cada vez se siente más tenso.

-¿Me permite acompañarla a su lugar?- hace un ademán con su brazo para que Hermione lo tomara, ni siquiera tuvo que responder porque Draco habló.

-Yo voy a acompañarla- soltó disgustado y su padre levantó una ceja mientras que su sonrisa desaparecía.

-Disculpa los modales de mi hijo...-

-No hables como si no estuviese aquí- dijo Draco a su padre. Hermione solo observaba desde su lugar como los dos hombres peleaban con la mirada, seguro que si no hubiesen invitados se habrían matado ahí mismo.
Antes de que cualquiera pudiera decir otra cosa Albus y Narcissa entraron al comedor, Narcissa mejor que nadie sabía como se llevaban Draco y su padre, por lo que en cuanto vio que estaban los dos de frente muy tensos se acercó con gracia sin soltar a Albus.

-Querido, Albus esta aquí- dijo la señora a su esposo.
Antes de girarse al recién llegado, Lucius le dirigió una mirada desafiante a Draco. Hermione caminó guiada por Draco hasta su asiento en el gran comedor, en ningún momento Albus le quitó los ojos de encima. Ya estaba empezando a notar mucha cercanía entre esos dos.
El rubio tomó el lugar de alado de Hermione, su expresión molesta estaba inquietando a Hermione, ella no quería que su parte Zelda fuese a aparecer de la nada en medio de una cena con al menos 30 invitados.

Los meseros terminaron de servir la cena, Narcissa llevó a ambos caballeros a sus respectivos lugares, ella en una esquina, para estar cerca de su esposo y a un lado de Astoria.
Astoria esa noche no tenía toda su atención en la pareja, parecía asustada con la presencia de Lucius, sus ojos divagaban de su plato a sus manos temblorosas y se ponía nerviosa cada vez que aquel hombre la miraba por un segundo. Por un lado Hermione agradecía que esa víbora no estuviese tratando de llamar la atención de Draco esa noche, pero aquello no dejaba de ser raro.

La mesa de invitados se resumía en un montón de gente que Hermione había visto en la gala, pero no sabía sus nombres. Sirius Black tambien estaba ocupando uno de los lugares. Por debajo de la mesa, Draco tomó su mano, ella la tomó sin pensarlo.
Albus aunque no dejaba de hablar con Lucius, no le quitaba la mirada de envima a su hija, odiaba verla tan cerca de aquel joven que no le agradaba para nada.

-Querido ¿Theodore no vendrá?- preguntó Narcissa a Draco.

-Me parece que está indispuesto- contestó él. Hermione juntó sus cejas preocupada ¿Theo tenía algo?

-¿Está bien?- susurró ella y Draco hizo una mueca de disgusto, no le gustaba que ella preguntara por Theo.

-No lo invité- dijo seco. Hermione solo asintió, tenía sentido, ni se hablaban y la verdad lo prefería así, no quería ver a Theo después de la sarta de mentiras que le había dicho de Draco.

Cuando todo estaba listo, Lucius se puso de pie y agradeció a los presentes por estar esa noche en su casa y todos empezaron a comer.
-Astoria, querida. Cuéntanos como está tu padre- dijo Narcissa con un tono exageradamente dulce.

-Esta en perfectas condiciones, se disculpa por estar ausente esta noche, tiene mucho trabajo...-

-Que lástima que tu padre te deje sola tanto tiempo, no es bueno que una joven como tu esté tanto tiempo así- interrumpió Lucius.