Capítulo 36 "Sala de hospital"

1.1K 93 2
                                    

La cara de Sirius Black estaba cada vez mas cerca, sus manos estaban aprisionadas detrás de su espalda y lo único en lo que podía pensar era en morirse en ese momento. No quería volver a pasar por aquello, no podía, eso iba a destruirla.

-¡Hermione!- se escuchó en el pasillo. Era Theo.

La cara de Sirius era de pura irritación, esta vez no iba a tenerla tan fácil.
-Te voy a dejar salir princesa, confio en que no dirás nada- dijo mientras pasaba su dedo por los labios de la castaña. Y es qué él sabía, sabía que ella tenía tanto miedo que no iba a decir nada. La soltó y tal como esperaba ella llena de miedo se quedó callada.
No pensó dos veces en salir del baño corriendo, ni siquiera volvió a ver a su agresor. Se llevó una mano al pecho para ayudarse a estar calmada y se alejó tanto como pudo. Theo apreció al doblar la esquina del pasillo y ella de inmediato se lanzó a sus brazos llorando.
Él no entendía que pasaba, pero igual la abrazó.

-¿Qué pasa Hermione?- preguntó acariciando su cabello. Ella sollozó entre sus brazos, llena de miedo y coraje, su agresor seguía con su vida normal mientras ella estaba destruida y pasandola tan mal. Lo peor era que no se atrevía a hacer nada.

-Quiero irme de aquí, por favor- dijo sorbiendo su nariz.

-Vamos entonces- Hermione siguió caminando sin soltar a Theo, no quería que nadie la viera llorando, mucho menos Sirius, así que dejó que Theo se despidiera de su família mientras esperaba por él en la puerta principal.
Los latidos de su corazón comenzaron a regularse cuando vio lo calmado que caminaba Theo hacia ella, con su porte espectacular y sus hermosos ojos azules fijos en ella con ternura.

-Por favor tomemos el ascensor- pidió ella.

-Pero odias los ascensores-

-Quiero llegar a casa lo más pronto posible- Theo estuvo de acuerdo.

Eso le encantaba de él, no hacía preguntas ni estaba todo el tiempo sobre ella aprisionandola. Pero no podía dejar de pensar en lo que Elena le había dicho y aunque no se lo había planteado a si misma antes, sabía que era verdad, Theo estaba siendo su salvavidas, aquello que no la dejaba ahogarse, pero tal cual era eso, ella no podía imaginarse a si misma enamorada de nadie más, al menos no por un tiempo.

Cuando llegaron a casa Hermione estaba exhausta. Theo sin preguntar la tomó en sus brazos escaleras arriba, le gustaba saber que Hermione ya confiaba más en el y lo estaba dejando acercarse.
-¿Puedes quedarte un rato? No quiero estar sola- dijo abrazando sus rodillas sobre la cama. Theo que ya no llevaba saco, sino una camisa de botones blancos asintió y se quedó a sus pies observandola.
-Perdón por arruinar tu cena, yo no quería...-

-Hermione no arruinaste nada, creo que fue mejor de lo que esperaba-

-Claro que si. Bastante es que hayas ido- ella sonrió. Le confortaba ver una cara tan perfecta como la de él, no quería pensar en nada más que eso porque si desviaba su atención sabía que pensaría en lo que había pasado con Sirius o la falta que le hacía Draco.
-Noté que Elena estaba molesta contigo- dijo él.

-Si, lo está- no podía decirle porqué, ya bastante daño le estaba haciendo a su amiga como para revelarle eso.

-Ya sabes como es, seguro se le va a pasar en nada-

-¿Qué opinas de ella?- Theo fruncio las cejas.

-Pues, no lo se... es mi mejor amiga supongo-

-¿Y solo la ves como una amiga?- Theo entrecerró los ojos.

-¿Por qué preguntas?-

-Respondeme por favor- él suspiró.

-¿No tendrás celos de ella verdad?- Hermione abrió la boca desconcertada -porque si no te ha quedado claro me gustas tu- sus pobres intentos de investigación le habían salido mal y ahora él creía todo lo contrario.

-No, no me refería a eso... es que, no se. Quiero sabes si alguna vez te ha gustado-

-Si, pero fue algo pasajero y la verdad es que desde que te conocí ya no la puedo ver de la misma manera-

-Pero si yo no estuviera... entonces ¿crees que tu y ella podrían estar juntos?- Theo se acercó a ella con una sonrisa.

-Hermione, tu estas aquí, y te quiero a ti...-

-Pero supongamos Theo-

-Pues supongo que si. ¿Pero por qué me preguntas eso?- ella se encogió de hombros.

-Curiosidad- Hermione se quedó muy quieta cuando Theo se puso de pie, la tomó de la mejilla y acercó sus labios. Tuvo el impulso de retroceder, pero se detuvo de inmediato, cerró los ojos y dejó que aquellos labios la besaran lentamente. No era Draco y nunca se sentiría igual, pero era reconfortante y era justo lo que su débil corazón necesitaba.
Cuando se separaron él dejó un beso en su frente con dulzura y se alejó de la cama.
-Te dejo para que descanses- pero Hermione a penas distinguía su silueta, Theo se estaba convirtiendo en una mancha borrosa frente a ella y todo lo demás daba vueltas.
-¿Hermione estas bien?-
Los ojos de Hermione se volvieron blancos y su cabeza cayó hacia un lado. De inmediato Theo corrió a ayudarla. Estaba inconciente. Le tocó su delgada muñeca y sintió su pulso extremadamente débil, así que la tomó entre sus brazos para después dejarla dentro del coche, tenía que llevarla al hospital.






Los médicos internaron a Hermione en una de las salas de emergencia, Theo no había podido verla desde la noche pero permaneció en la sala de esperas hasta la mañana. El medico le dijo que Hermione había sufrido de un colapso nervioso, uno muy grave que su cuerpo no había resistido debido a que no había estado comiendo bien. En cuanto ella despertara podría verla, pero la espera era infinita.
En la madrugada había llegado Ginny, ella no pegó el ojo ni por un segundo, Elena no respondía el telefono así que no sabía nada.
Pudo ser el sueño o que simplemente todo lo que estaba pasando con Hermione lo ponía furioso, pero Theo no aguantó más y dejó salir su rabia en la sala de espera. Ginny le pidió que se calmara porque iban a sacarlos si seguían así.

-¡Es que no puedo soportar saber que ella está así de mal por culpa de que el imbécil de Draco le rompió el corazón Ginny! Está en una puta cama de hospital mientras él se da la gran vida quien sabe donde-

-Ella va a salir de esto, Theo. Contigo cada vez se ve mejor- pero era mentira, Hermione nunca había estado mejor.

Dentro de la solitaria sala de emergencias la castaña despertó por ub rayo de luz que le daba en la cara directo de una pequeña ventana abierta. Tenía geringas dentro de las venas y un dolor de cabeza tremendo. Miró el reloj que tenía a un lado y notó que decía 5:07 am, del otro lado había un calendario que le indicaba que era 21 de noviembre. Sabía que estaba en el hospital, recordaba todo lo que le había pasado, estaba incluso triste de no haber despertado con amnesia.
Cerró sus ojos para quedarse dormida de nuevo, por primera vez en mucho tiempo no le costó nada.

De nuevo estaba esa maldita luz en su cara, no podía continuar más con los ojos cerrados. El punzante dolor de cabeza había desaparecido y había un exquisito holor por todos lados. Una caricia angelical pasó por su frente, era un tacto tan calido y familiar, le dejaba un leve cosquilleo al pasar. Abrió sus ojos buscando al dueño de aquellas manos pero le costaba un poco ver. Esta vez le apartaron el cabello y ella estaba necesitando ver quien era. Por fin sus ojos se amoldaron a la luz y giró su vista buscando a quien quiera que fuera.

-Hola cariño- dijo aquella voz de ángel. Hermione se quedó mirándolo por mucho rato, pensando si era real o se lo estaba imaginando. Pero él apretó su mano y su tacto le confirmó que era él.

-Draco...- dijo sin aire.

Destinado A TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora