Hermione se quedó mirando a Draco asustada, por alguna razón le estaba dando mucho miedo verlo así.
-No se de que estás hablando- dijo ella con la voz bajita.-¡NO ME SIGAS MINTIENDO!- Hermione se sobresaltó de nuevo.
-¡Ya Draco, calmate!- Hermione respiraba con dificultad, sus ojos empezaban a llenarse de lagrimas y sus piernas parecían gelatina.
-¡Dime entonces que es mentira! ¡dime que lo que acaba de decirme mi madre es mentira!- Hermione empezó a sollozar cuando el rubio lanzó un florero que tenía cerca, éste se estrelló contra una pared haciendose añicos -¡¿Por qué no me dices que es mentira?!-
-¡Por que no es mentira!- gritó ella.
Draco se detuvo en seco, la verdad le había pegado como agua helada en la espalda. Se le quedó viendo asustado, la veía como si fuese un delicado vaso de cristal, uno que estaba roto...
-Le dije a mi madre que eran mentiras suyas. Le dije que tu nunca me ocultarias algo así- su voz salía ronca y sin volumen -Ella se rió de mí, me dijo que me habías mentido todo este tiempo. Jamás pensé que no confiaras en mi, Hermione- Hermione se mordió su labio tembloroso.
-No pude decirte. Entiende por favor- el pecho de Draco subía y bajaba agresivamente -me daba miedo como podías reaccionar y...-
-¡TENÍAS QUE HABERMELO DICHO!- gritó él -¿No entiendes cuanto te amo? ¡No entiendes que me duele que me hayas mentido así! Me largué cuando tu más me necesitabas, pasaste por todo eso sola y yo...-
-¡No! Entiende tu. Me sentía como una basura, me arruinó por completo, no sabes el daño que me hizo- Hermione se dejó caer de rodillas al suelo llorando.
-¡Yo pude haberte ayudado! No tienes idea de lo mal que me siento- Hermione se llevó sus manos al vientre, solo por instinto, Draco la miró y apretó su mandibula. Se arrodilló frente a ella y la hizo mirarlo -Jamás va a volverte a poner una mano encima- le dijo con los ojos inyectados en sangre.
Se puso de pie y caminó a la salida.
-¿A donde vas?- preguntó ella pero no obtuvo respuesta -¡Draco!- él no le hizo caso, salió del departamento con la llaves de la casa y cuando ella trató de alcanzarlo se dio cuenta que estaba encerrada.
Golpeaba la puerta una y otra vez, como si mágicamente fuese a abrirse. Cuando entendió que estaba atrapada buscó su móvil para llamar a Draco, lo llamó una y otra y otra vez, pero nunca contestó.
Se tiró rendida en la cama, no dejaba de llorar y temblar. Jamás pensó que esa era la forma en la que Draco se enteraría, ahora dolía más de lo habitual, los recuerdos de Sirius y la el coraje de Draco combinados la estaban abrumando demasiado. Sabía que mantenerse calmada, por el bien del bebé, así que se acomodó en la cama aún con la ropa de la cena y trató de dormir. Fue imposible durante horas, tenía mil cosas en su cabeza, Narcissa le había dicho a Draco lo de Sirius, ella sabía desde el principio.
La odiaba, la odiaba más que nunca, esa misma noche la vio mal y no la ayudó, la corrio de su casa sin importar como se sentía, se merecía lo que le estaba haciendo Lucius.
Hermione se quedó dormida a las 6 am, sin esperanzas de que Draco regresara por la noche. Había tenido pesadillas mientras dormía, de nuevo estaba en la biblioteca con su vestido rasgado y las marcas de ese asqueroso hombre. Habia soñado que Lucius la mataba por conocer su secreto, tantas cosas horribles que sobrepasaban el terror.Una caricia en su mejilla la hizo despertar, abrió los ojos de golpe y se encontró a los hermosos ojos grises de Draco.
-Draco- susurró ella. Él la miró con arrepentimiento en su rostro.
-Perdoname, perdóname por favor- dijo él.
-¿Perdonarte por qué?- Hermione se sentó para quedar de frente a él.
-Fuí un idiota. Anoche cuando supe me volví loco, me importó más mi ira. Debí quedarme y estar para ti, al menos ahora ya que antes no estuve- Draco miro las manos de Hermione con enorme arrepentimiento. Ella pasó sus ojos a lo largo del rubio, ya no llevaba la misma ropa, su cabello estaba más alborotado y tenía una expresión cansada.
-No vuelvas a dejarme- pidió ella abriendo sus brazos para él. Ambos se recostaron en la cama, el rubio pasaba una mano por el cabello de Hermione para calmarla.
-Te amo- dijo él -perdóname por todo lo que te ha pasado-
-Shhh, necesito dejar eso atrás, por favor- Draco estuvo de acuerdo y plantó un beso en los labios de Hermione con ternura.
Desde ese día él estuvo más cariñoso que nunca, no lo decía pero ella sabía que estaba pidiendole disculpas silenciosamente cada segundo por algo que no era su culpa. Draco se dio a la tarea de mantenerla feliz cada momento del día, no quería ni que saliera a la esquina a comprar ni nada parecido.
Los meses empezaron a pasar, y el embarazo empezaba a tener presencia. Hermione estaba lejos de estar bien, estaba muy delicada y con demasiadas nauseas, no dejaba de marearse y tener antojos horribles. Draco estaba harto de comer sushi, pero no dejaba de ordenarlo para ella porque todo el tiempo le pedía.
-Mi madre no deja de llamarme- dijo una tarde mientras le daba un masaje a Hermione en los pies frente al televisor.
-¿Qué quiere?-
-Ya sabes que quiere, siempre que me busca es porque piensa que me puede alejar de ti y acercarme a Astoria- Draco hablaba con asco -ya no quiero seguir aquí cerca de ella-
-Sabes que es más seguro quedarnos aquí, si volvemos a París será difícil conseguír un médico para el parto, Draco- él rodó los ojos.
Narcissa continuó buscando a Draco, aunque él siempre se mantenía alejado, al menos Hermione tenía la certeza de que más daño ya no les podía hacer. No le había dicho a nadie aún lo de Astoria, no tenía pruebas y nadie iba a creerle, además de Draco. Por otro lado hablar de ello con Narcissa solo le traería problemas, y honestamente la odiaba tanto que no le importaba ya.
Sin embargo sabía que Draco merecía saber, ya antes le había ocultado cosas importantes y no había resultado bien. Así que decidió decirle.
-No se por que no se me hace raro- dijo Draco después de escuchar todo -no es la primera vez que le pone el cuerno a mi madre, cuando estaba pequeño lo vi besando a la hermana de mi mamá, nadie me creyó claro- dijo riéndose.
-¿Tu mamá no te creyó?-
-No, o solo lo ignoro. A ella no le conviene tener un escandalo como ese. Sería noticia-
Después de ese día Draco no volvió a tocar el tema. Todo lo que le importaba era Hermione y su bebé.
Por las noches discutían sobre el nombre que iban a ponerle, pero era una discusión sin final, Draco juraba que sería un niño y que quería que se llamara Scorpius, pero a Hermione no le gustaba nada, ella decía que era una niña y no podía llamarse Scorpius.-No hace falta pensar en un nombre para niña Hermione, se que es un niño-
-¿Y qué si es niña?-
-Pues le ponemos tu nombre y asunto resuelto- Hermione se carcajeo.
-¿Le vamos a poner Hermione? Creo que no-
-Entonces tu segundo nombre. Jean- la castaña ladeo la cabeza.
-Quiero que se llame Ainara- Draco la miró espantado.
-¿Ainara?-
-No ve veas así, suena mejor que Scorpius- Draco negó.
La pelea por nombres siguió y siguió el resto de la tarde.
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Mañana se sube el final de la novela :(
Se súbirá en dos partes, así que asegurense de leerlo en orden.
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Destinado A Ti
FanfictionAquellos ojos lo volvían loco, tenía frente a él a la mujer más hermosa que había visto, y era suya. No podía detener aquel instinto que lastimaba tanto a Hermione, no podía ni parar de tocar su cuerpo entregado a él mientras la hacía suya, veía la...