Capítulo 44 "Vuelve a Londres"

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La vida de ensueño no parecía tener fin. Al lado de Draco ella era plenamente felíz.
Quizás otras personas estarían preocupados porque no sabían nada de Hermione en casi un mes, pero ella no tenía intenciones de enfrentarse a eso nunca. 
La rutina seguía igual, desayunos, comidas y cenas juntos, paseos por el bosque y visitas ocasionales a la ciudad. Por más que Hermione trataba de mantener la casa limpia, Draco solía ser muy descuidado con la ropa por todos lados, pero ella no tenía tiempo de quejarse, la mayoría de las veces la ropa se quedaba en el suelo porque habían tomado la costumbre de tener sexo en todas las partes de la casa.
Un domingo por la mañana, Hermione encontró un sosten debajo de la mesa, unos shorts sobre un librero y boxers de Draco en el sofá. Cada día era lo mismo.
Pero gracias a ello, Hermione nunca había visto tan feliz a Draco, no era el malhumorado jefe del que todos se quejaban, era solo... su Draco.

Las cosas se empezaron a poner un poco grises un lunes por la tarde cuando ambos fueron al supermercado. Hermione no era una persona que disfrutara de leer periódicos, nunca había nada felíz en ellos, pero mientras miraba las revistas una fotografía en blanco y negro del periódico le llamó mucho la atención. Y con razón, Albus, su padre estaba en primera plana con una larga descripción.

¿Será el fin de Dumbledore Industries?

Según la prensa de Londres, el último mes ha sido algo duro para esta compañía, los despidos interminables y la ineficiencia presentada esta acabando con la empresa. Todo puede resumirse a la reciente caída del magnate de negocios Albus Dumbledore. Quizás su reciente enfermedad, que hasta ahora lo mantiene en el hospital, lo está afectando tanto en su vida y salud como en su situación económica.

Hermione tomó el periódico y se lo enseñó a Draco. Él lo tomó sin entender y cuando terminó de leer la nota miró a Hermione asustado. La conocía perfectamente como para saber que estaba pensando.

-Esta en el hospital- dijo Hermione en un hilo de voz -¿y si es por mi culpa?-

-No pienses eso Hermione. Puede ser por cualquier cosa- dijo Draco atrayendola a sus brazos -vamos a casa, allá podremos hablar mas tranquilos- Hermione dejó las compras en la cajuela, esta vez no les había dado tiempo de comprar mucho.

La culpa le llegó de repente. Ella había sido tan egoista, no le había importado lo que iban a pensar los demás cuando ella se fuera, en su nota no decía nada, solo que no la buscarán. Algunas lágrimas se le escaparon mientras miraba por la ventana la fuerte lluvia que caía sobre el coche. Draco se mantuvo en silencio hasta que llegaron, la dejó subir a darse un baño y esperó por ella en la terraza para poder hablar.

-Ven aquí cariño- dijo él para que se sentara sobre sus piernas. Hermione lo hizo, se acomodó sobre el como un bebé y dejó su cabeza descansando sobre su pecho.

-Mi padre ha estado sufriendo en un hospital mientras yo estaba aquí de lo más feliz- dijo sorbiendo su nariz, era obvio que había llorado dentro del baño.

-No tienes por que echarte la culpa, no sabes lo que le pasó-

-Draco, tengo que ir, no puedo estar aquí así de tranquila sabiendo que puede ponerse peor- el rubio soltó un suspiro demasiado largo -necesito ir cuanto antes-

-Mañana por la mañana salimos a Londres ¿te parece?- Hermione fruncio el ceño.

-¿Irás conmigo?-

-De ninguna manera irás sola cariño- Hermione le dio un pequeño beso en el cuello -llamaré a Kate, le pediré que preparé mi departamento, nos quedaremos ahí- Hermione estuvo de acuerdo.

-¿Crees que será un desastre? Todos van a saber finalmente que estamos juntos- Draco le acarició su cabello mientras se mecía con ella en su regazo.

-Si, va a ser un desastre. Pero mientras tu y yo sepamos la verdad sobre nosotros, no me importa si quieren quemar el mundo-

Los dos entraron a la habitación a media noche debido al frio. Sabían que tenían un viaje largo al siguiente dia, pero ninguno pudo dormir. Hermione hizo unas maletas bastante pesadas, no sabían que los esperaba allá y necesitaba ir preparada.
Por primera vez desde hace mucho tiempo le preocupaba como se veían las mordidas de Draco en todo su cuerpo, y es que lo habían hecho tantas veces que no solo tenía marcas en el cuello. Aunque sanaban rápido, no lo hacían de la noche a la mañana y si se quería presentar en Londres al siguiente día tendría que usar ropa que le cubriera todo el cuerpo.

A Hermione le preocupaba ver a Draco, no parecía felíz con la idea de volver, pero el nunca le diría que no a algo como eso. Durante todo el mes ella no había pensado para nada en Theo, Ginny o Elena, ni siquiera en Astoria y le asustaba la idea de encontrarse con ellos y se volviera una pesadilla.

Draco se aferró a ella en un abrazo toda la noche y no dejó de repetirle lo mucho que la amaba. Pasara lo que pasara no la iba a dejar ir y se lo estaba dejando claro.

Lo peor de todo era que se había olvidado por completo de decirle lo de Sirius, no se había acordado más de su tragedia y todo estaba volviendo a su mente de nuevo.
Odiaba mentirle a Draco, pero no podía decirle, no soportaría que la tratara diferente si era así.
Solo durmió cuatro horas antes de partir, al subir las maletas al coche le dolió mucho voltear a ver aquella enorme casa que guardaba recuerdos preciados para ambos. Era su hogar y le estaba costando dejarlo.

Draco manejó durante horas y horas de regreso a Londres, Hermione se había quedado dormida algunas veces y cada que despertaba solo deseaba volver a dormir. No le hacía muy felíz volver al lugar donde le habían pasado muchas cosas horribles, pero ahí estaba de regreso.

Las casas y los edificios tan conocidos empezaron a aparecer en la carretera y los pelos se le pusieron de punta. Lo unico que llevaba en el estomago era unas cuantas mordidas de un sándwich de pollo que se había comido y no le estaba sentando bien con las nauseas en ese momento.
Draco le apretó la mano para calmarla mientras se adentraban por las calles de Londres. A toda velocidad entre autopistas, finalmente llegaron a una parte de la ciudad donde Hermione jamás había estado, estaba llena de edificios pero con muy poca gente alrededor.

-¿Dónde estamos?- preguntó cuando Draco se estacionó.

-Tengo un departamento aquí, nos quedaremos en él- Hermione asintió.

Finalmente habían llegado y tenía a lo que venía con ello.

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