Capítulo 21 "El engaño"

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Hermione salió primero de la ducha, para darle tiempo a Draco de calmar las ganas que tenía de ella. Tomó una de las batas de baño y se la colocó para salir a la habitación.
Estaba poniendose unos boxers de Draco cuando escucho un móvil sonado, no podía ser el de ella porque estaba apagado en algún lado. Bajo una de las almohadas se encendía la pantalla del celular de Draco, una y otra vez, seguro que era de su trabajo. Ella sabía que siempre recibía llamadas, siempre lo había visto pasar horas pegado al móvil con llamadas de trabajo y ahora que había decidido tomarse dos días libres seguro que se necesitaba de su presencia.

Una vez que estaba completamente vestida asomó su cabeza por la puerta del baño, Draco seguía duchandose.
-Tu móvil no deja de sonar- dijo mordiendose el labio.
Draco tomó una toalla blanca y envolvió sus caderas con ella.

-¿Puedes apagarlo, por favor? Voy en un segundo- Hermione asintió y cerró la puerta.

Se acercó al objeto causante del ruido y en la pantalla aparecía "Astoria Greengrass " llamada entrante
Cuando lo tomó en sus manos la llamada se cortó y en las notificaciones de la pantalla bloqueada aparecían llamadas de algunos contactos de trabajo, pero el nombre de Astoria brillaba con 10 llamadas perdidas, dos mensajes de voz y 7 mensajes de texto, solo alcanzó a leer un "Deseo tanto verte" al final de un mensaje.

La puerta del baño se abrió y Draco salió con el cabello mojado y la toalla blanca aún en sus caderas. Hermione se giró con el celular aún en la mano y lo miró un poco molesta.
-Te está llamando Astoria, contesta- lanzó el teléfono sobre el colchón para que Draco lo viera. Sin pensar en que no estaba usando ningun abrigo más que una sudadera y unos pantalones de dormir de Draco, Hermione salió disparada de la habitación escaleras abajo. No le dio tiempo a Draco ni de decir una sola palabra, no sabía porque estaba tan molesta pero necesitaba estar lejos de Draco.
Abrió la puerta principal y salió al frío ambiente, de un lado tenía el bosque y del otro la vacía carretera, ambos se veían aterradores en plena oscuridad, pero no quería que Draco saliera y la encontrara así que tomó el camino del bosque.

Tal vez llevaba dos minutos corriendo o quizás una hora, no podía saberlo, sus orejas le ardían del frío y sus pies cada vez dolían más.
Se dejó caer en una banca de madera completamente solitaria frente a un puente de madera, estaba muy cerca de la casa vecina y era probable que este fuese su patio pero no le importaba.
Se aferró a sus piernas mientras trataba de entrar en calor, sabía que estaba actuando como una niña pequeña, pero de alguna manera Astoria estaba en el medio y aunque sabia que ella era "la pareja destinada" de Draco, Astoria había llegado primero.

No queria admitirlo, pero le daba miedo lo que Draco en realidad pensara de todo eso, él no había tenido elección, no había decidido amarla, solo había pasado. Quizás él había imaginado otro tipo de vida y ella apreció uniendo sus caminos, quizás había arruinado los planes que tenía Draco, eso rondaba por su mente a todas horas.
Y es que no eran una pareja normal, no habían tenido tiempo de conocerse y tener citas, de enamorarse, parece que la vida les había quitado esos momentos y los llevó al clímax de la situación de una vez por todas.
Podría ser magia, quizás solo el destino, o solo la herencia de sangre de los sagrados 28, lo que sea que fuese la tenían totalmente atada a Draco, ella lo amaba y de alguna forma de dolía, porque vivían en tiempos tan modernos, todo era lleno de incertidumbre y su mayor miedo era perder a aquel hombre de cabello rubio que a penas acababa de conocer, aunque él no lo supiera ella ya había renunciado a todo solo por tenerlo cerca.

Ver que Astoria se mantenía tan insistente con sus llamadas le había revuelto el estomago, saber que Draco la tenía registrada como contacto le daba nauseas y quería lanzar el maldito teléfono por la ventana, quedarse aquí para siempre con él donde nadie nunca iba a molestarlos, pero eso era imposible.

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