— ¿Un gato?
Él chico de cabellos rubios frunció el seño mientras miraba al minino.
Yoongi, por su parte, le dedicó esa mirada cargada de superioridad y asco característica de los de su especie—felinos y mininos, obviamente—, hacía otras especies.
Él chico sonrió adorablemente, formando una preciosa eyesmile.
— Hola, bonito. ¿Qué haces aquí, pequeño? Ouh, que lindo eres. ¡Muy bonito! — soltó él tipo de cabellos rubios con voz asquerosamente melosa, sonando igual como si le hablase a un puñetero bebé con posible retraso mental.
— Patético.— maulló Yoongi, incluso si lo estaban alagando tan bien, él híbrido creía que ese humano era patético.
Él humano, por el contrario, se tomó ese maullido como un permiso para tocarlo, acariciando el suave y limpio pelaje. Yoongi parpadeó sorprendido. ¿Lo estaba tocando? ¿Ese humano patético, ese esclavo de raza inferior, lo estaba jodidamente tocando?
Un gruñido brotó desde lo profundo de su pequeño ser y siseó en advertencia, su pata levantándose lista para dar un arañazo con aquellas garras peligrosas suyas.
— ¡Maldita sea, Yoongi! — Sunnie gruñó, Yoongi notó por la comisura de su ojo que ella caminaba hacía él.— ¿Cuantas veces te he dicho que me avises si vas a salir? ¡He estado toda la puta mañana buscándote porque tenemos que ir y... Oh, hola. — la voz de Sunnie cambió de furiosa a dulce en cuestión de segundos, antes de iniciar una conversación con él humano patético.
Yoongi la miró. Y luego al otro humano. Y luego a ella nuevamente.
Ugh, no. No en su territorio.
Yoongi saltó al regazo de Sunnie miró al otro humano advirtiéndole que se alejara.
Ah, no, hermano, consigue la tuya.
Yoongi se percató del contenido en las manos de Sunnie. Era ropa. Su ropa. Y una gran manta. La mueca en su rostro animal podía verse como la representación de una sonrisa gatuna.
Él saltó y de transformó, haciendo uso de su inusual rapidez, tomó la manta en manos de Sunnie y cubrió su desnudez, colocándose la ropa como pudo aún debajo de la manta. Captando la mirada de su humana y de él otro tipo patético.
— Alejate de mi humana ahora, inferior patético.— gruñó Yoongi.
— ¿Oh? — las mejillas del rubio se pintaron de un carmín intenso.— ¿Un híbrido? — él chico miró a Sunnie desconcertado.
Yoongi se sentía listo para defender su territorio y marcarlo.
— ¿Él es...? — cuestionó él rubio.
La chica asintió.— Si, Jimin. Él es.
Jimin rió suavemente, alzando sus manos y colocándolas frente a él.— Tranquilo, macho. — soltó, mirando de reojo a Sunnie.— No tengo intenciones con Sunnie.
Yoongi movió sus orejas, mirando a Jimin. Su seño se frunció. ¿No tenía intenciones con su hembra?
— ¿Ninguna? — siseó.
— Ninguna.— prometió Jimin.
Eso aliviaba. Sunnie era hermosa y no quería a otro macho persiguiéndola, pero...
— ¿Por que jodidas no? — cuestionó mirándolo. Jimin parpadeó confuso y Sunnie rodó los ojos conociendo el drama de su chico híbrido.— ¿No es suficiente para ti? ¿Piensas que no esta a tu altura? — gruñó, su cola moviéndose de un lado a otro con violencia.
— Oh, no, no. Ella lo esta, definitivamente lo esta. Es un diez.— soltó con rapidez Jimin, nervioso. Su personalidad débil no lo tenía preparado para enfrentar a alguien como Yoongi en una discusión.
— Dijiste que no tenías intenciones con ella.— gruñó Yoongi.
— ¡No las tengo! — Jimin quería llorar.
Sunnie detuvo todo antes de que su chico híbrido hiciera llorar de los nervios a otro de sus amigos con su actitud complicada.
— Él es mi amigo, Yoongi. — habló Sunnie.— Él tiene una pareja.
— ¿La tienes? — él híbrido enfocó su mirada oscura y pesada en él rubio.
Jimin asintió con rapidez, lo suficientemente asustado como para no hablar.
— La tiene. — una voz femenina llamó la atención de Yoongi. Era una voz ruda, dominante, firme.— Y su pareja te va a patear el culo plano que tienes como sigas intimidándolo, ¿Capissi? — soltó ella amenazante.
Yoongi la miró. Era una híbrida felina. Ojos felinos, piel nívea, cabellos negros cortos hasta el hombro, unos labios rosas finos y una vestimenta parecida a la que él solía usar, pero en femenino. Sus orejas sobresalían de su cabeza y su cola se movía de un lado a otro.
La imagen era impactante. Él corazón de Yoongi se aceleró, pero no porque la había encontrado guapa, ni porque se había enamorado (eso era imposible, porque él ya estaba enamorado de Sunnie y no pensaba enamorarse de nadie más).
A Yoongi no le importó eso. No, lo que a él realmente le llamó la atención, lo que lo.impacto, fue que esa hembra era jodidamente igual a él.
¡Era como él pero en mujer!
— ¡Por todas las croquetas del mundo! — Yoongi miró a Sunnie desconcertado.— ¡¿Me clonaste pero en mujer?! — preguntó alterado.— ¡¿Ahora te crees lesbiana?! ¡Ay, Satán desgraciado! ¡No me preparaste para esto! — chilló llevándose una mano al pecho, una mueca de desesperación en su rostro.
Sunnie se golpeó la frente con su palma, la híbrida bufó mirando sus uñas como si estas tuviesen algo interesantes y Jimin no supo que hacer.
— Dios... — susurró Sunnie agotada, mientras miraba a Yoongi entrar en pánico y hacerse bolita en el piso mientras murmuraba que no estaba preparado para eso y que Satanás ya no lo quería y por eso lo hacía sufrir de esa manera.
Min Yoongi ahora era un híbrido en pánico, llorón y quejica que creía que lo habían clonado en una versión femenina porque su Sunnie había cambiado de gustos. Una idea completamente equivocada, completamente diferente a lo que sucedía en realidad.
Yoongi era un tanto... Especial.
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Lil meow meow |myg|
Fanfiction- Yoongi, ¿Donde esta el hámster de mi hermana? - Meow. - Yoongi, eres un híbrido. Se que puedes hablar. - Mierda... «Donde Yoongi es un híbrido y vive con su humana.» - Capítulos cortos. Realmente cortos. - Original.