Lil meow meow |myg|

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N.a:

Tuve que subir lo que tenía del capitulo antes de que me cortaran el internet, lo siento si es demasiado corto. :(

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— ¡Suelta mi manta de ositos cariñositos! — chilló Taehyung.

— ¡Es mi manta ahora! — chilló Yoongi, enseñando sus colmillos y gruñendo en advertencia.

Taehyung le rugió de vuelta tal y como se lo enseñó su papá. Un rugido de tigre, asíes.

Yoongi se sintió amenazado y bajó sus orejas, su cola se herizo y quedó en modo tieso.

Sunnie miró al híbrido en estado de shock.

¿Por qué el gatito ahora era humano? ¿Por qué no se dio cuenta? Cosas como esas pasaban por la mente de la chica, hasta que llego al punto de cuestionarse la existencia.

El sonido de la sirena de los bomberos se escuchó y Sunnie comenzó a conducir a lo rápidos y furiosos de nuevo, hasta llegar a su casa. Esa casa que antes era de sus papis, pero que ahora era de ella porque los señores se fueron a otra ciudad por trabajo y no pensaban volver, pero tampoco querían vender la casa.

Sunnie bajó del auto aún en su crisis existencial. Yoongi la siguió hasta la casa, adentrándose en ella y mirando con atención su nuevo hogar, seguido de Taehyung que olfateaba todo creyéndose un macho alfa, queriendo marcar todo como suyo gracias a su instinto de gato grande, mejor conocido como tigrecito o tigrito, o simplemente tigre, y me salí del tema, ¿Qué andaba diciendo?

Ah, si, ya me acordé.

Taehyung estaba queriendo marcar todo porque seguía sus instintos y era un bobo mimado que creía que todo era suyo. Pero así se le quiere. En fin, él tigrecito, digo, Taehyung miraba a Yoongi de reojo, tomando cada cosa que el híbrido tomaba y limpiándola para borrarle su aroma a gato sucio.

Yoongi apestaba. No se había bañado en mucho tiempo. Realmente mucho tiempo.

— Robarse la manta de ositos cariñositos de otros no es de rockstars. — dijo Taehyung con un puchero.

— Llorar por una manta tampoco lo es. — respondió Yoongi, mirándolo con superioridad. 

— Pudrete.

— Come verga.

— Paren ustedes dos. — ordenó Sunnie.

Yoongi miró a la humana, obedeciendola al instante. Taehyung, por su parte, respondió:

— Obligame.

Sunnie lo miró feo. Taehyung no replicó. Ya vemos quien es en verdad la alfa aquí.

La masita llamada Sunnie, se giró a mirar a su nueva adquisición con curiosidad, nervios y seriedad. Yoongi temió.

— Escucha, Yoongi. — comenzó la chica, buscando las palabras para explicarle porque no podía quedarse con él.

— ¿Vas a abandonarme, ama? — preguntó de pronto Yoongi, con los ojos llorosos y un adorable puchero.

— Yo... — Sunnie dudó.

— ¿Ya no me quieres? ¿Me odias? — preguntó Yoongi con la voz rota.

El corazoncito débil de Sunnie fue débil ante los llorosos ojos manipuladores del híbrido.

— No, no, no. — dijo la chica, entrando en pánico al ver a semejante cosita adorable llorar.— Tú te vas a quedar conmigo, no llores, ¿si? — pregunto, antes de apresarlo entre sus brazos, comenzando a acariciarle la cabeza, ocasionando un ronroneo por parte de Yoongi.