Lil meow meow |myg|

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N.a:

He regresao'

¿Me extrañaron, mis meow meow's favoritos?

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NamJoon sonreía adorablemente, jugando con las correas de su mochila y balanceandose mientras esperaba a que le abriera la puerta.

Él había ido a visitar a Yoongi a casa de Hoseok. Él hibrido canino no había soportado la idea de estar lejos de su mejor amigo por mucho tiempo. Lo extrañaba mucho, y no es que no le gustase, pero ya no quería seguir intercambiando cartas con Yoongi. Él híbrido escribía feo y tenía muchas faltas de ortografía, además, NamJoon ya no podía soportar ver al cartero y no morderlo.

Él híbrido de gran danés no sabía porque, pero odiaba inmensamente a ese hombre que iba a entregar las cartas. Siempre que lo veía, su instinto le decía que había que perseguirlo y morderle una nalga, para mantenerlo a raya, igual que con las ardillas.

Esas ardillas desgraciadas...

— No compramos nada, no vendemos nada, no quiero adoptar nada...— Agust se detuvo tras ver a NamJoon.— Ah, eres tú.

— ¡Hola, señor mafioso que se parece a Yoongi! — saludó nuestro adorable NamJoon.

Agust se hizo a un lado.— Yoongi esta en el baño, cagando o algo... No sé, lleva media hora metido allí. Capaz y tapó el baño de nuevo. — dijo él híbrido minino.— Ve a buscarlo, si quieres.

NamJoon asintió, entrando y siguiendo el rastro de olor de Yoongi con una sonrisa alegre, y viéndose adorable, como todo él bebé grande que es.

Por otra parte, Yoongi estaba rezándole a los santos que no conocía para que lo ayudasen.

Él había tapado el baño... De nuevo.

— Te juro que no me vuelvo a portar mal.— prometió.— Pero que no se inunde esta cosa, que Hoseok esta vez si se va a enojar y me va a hacer limpiar el baño. — lloriqueo.

Su nariz arrugada y ojos llorosos, mientras trataba de no respirar el olor a muerto que había salido después de que saco a los demonios de su ser.

Él no sabía que había comido, pero olía fatal.

¡Y el olor no se iba ni siquiera cuando abrió la ventana y gasto ese frasco entero de colonia cara que había pillado ahí!

Uhm... Esa colonia olía como la que Hoseok solía usar siempre, Yoongi frunció el ceño.

Nah, de seguro no era esa, ¿O si?

Él híbrido se encogió de hombros, lavando sus manos y cerrando la tapa del baño.

Bueno, quien entrase después de él tendría que hacerse cargo de la sorpresa que dejo ahí.

Con una sonrisa traviesa, Yoongi salió del baño, bajando por las escaleras hasta chocar con alguien.

— ¡Ten cuidado, desgraciado asqueroso! — chilló.

— ¡Hola, Yoongi hyung!  — saludó NamJoon alegre, abrazándolo.

Yoongi hizo una mueca.— Ay, no. No tú.— se quejó, tratando de reprimir la pequeña sonrisa que se había dibujado en sus labios.

— Vine a quedarme a dormir para hacer esas pijamadas masculinas de machos varoniles que hacemos siempre.— dijo NamJoon.— Traje mascarillas faciales, ligas para el cabello, bombones y una de esas películas porno que me dijiste que guardara.

Los ojos de Yoongi brillaron.

— Genial, ¿Es esa en donde Monique tiene que escoger entre el imbécil frío y él bastardo amable? — preguntó, Yoongi.

NamJoon asintió rápidamente.— Si, también traje esa donde Susan la prostituta por oficio, virgen por elección, se enamora del bandido delincuente ladrón.

Los híbridos estaban hablando en clave.

Agust, quien pasaba por ahí, los miró con una ceja alzada. Películas porno, si como no.

Todos sabían que, en realidad, Yoongi y NamJoon veían películas románticas. Agust apostaba, a que NamJoon ni siquiera sabía que era el porno.

Y tenía razón. NamJoon no sabía. NamJoon pensaba que porno eran esas películas románticas que veían, películas en las que lo máximo que pasaba, eran un par de besos subidos de tono. Como él que Yoongi le iba a dar Sunnie en su sueño.

En fin, Yoongi y NamJoon cuchicheaban emocionados, bajo la mirada divertida de Agust, hasta que un grito de horror se escucho.

Yoongi palidecio. Agust se carcajeó y NamJoon no supo a quien estaban matando.

— ¡¿Qué clase de ritual satánico hicieron aquí?! ¡Huele horrible! — gritó Hoseok.— ¡Oh, diablos ¡¿Qué monstruo dio a luz a este mutante que esta en el inodoro?! — gritó Hoseok.— ¡Mierdaaaaa, el baño se está inundando!

Hubo un silencio.

—¡LA PUTA MADRE! ¡AGUST, LLAMA A ALGUIEN PARA QUE VENGA A EXORCIZAR ESTE BAÑO... Y A QUIEN SEA QUE SE HAYA METIDO ANTES QUE YO! ¡ESTO QUE ESTA AQUÍ NO ES NORMAL!

Yoongi río, si... Puede que últimamente haya estado enfermo de la panza por comerse esas galletas rancias, llenas moho y notablemente sucia, que se encontró debajo de la cama. Misma galleta, que él había ocultado, cuando tenía ocho años, en ese lugar.