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Yoongi frunció el seño, tratando de comer su helado en paz mientras sentía la pesada mirada de alguien sobre él.

Lo buscó. Lo encontró.

Era un híbrido rubio, vestido como vagabundo adinerado, con cara de ser tremendo hijo de puta.

Se veían peligroso.

¿Un mafioso, quizás?

Yoongi lamió su helado, mientras miraba al híbrido. Se puso nervioso, los pelos de su cola se erizaron y sus orejas se pusieron alertas.

Yoongi estaba apunto de meterse en problemas. Sabia que no debía, no cuando no podía ganar.

No lo haría...

No...

- ¿Qué me ves, puto imbécil? - lo enfrentó.

Él otro híbrido ladeó la cabeza. Una sonrisa llena de altivez se dibujo en sus labios, mientras se acercaba.

Se sentó frente a Yoongi, mirándolo.

- Tienes cara de ser prostituto.

Yoongi boqueo ofendido.- Tu eres él puto.

Él otro híbrido rió.- Idiota.

- Muchos me invitan una bebida, una lata de atún o una pelea, antes de insultarme, grosero.- se quejó Yoongi, mordiendo su helado y haciendo una mueca.

Le dolió el cerebro. Fue una mala idea. efe.

- ¿Quieres un bebida?

- Nah. - un silencio se formó mientras ambos híbridos se analizaban.

- ¿Atún?

- No gracias, ya comí.

- ¿Una pelea?

- ¿Qué no ves que me estoy comiendo un helado, imbécil?- Yoongi no tenía nada de sentido del peligro.

Y él otro híbrido comenzaba a hartarse. Le iba a dar un balazo entre su agujero de atrás si ese híbrido con cara de mamón y que comía helado como prostituto -si, hablamos de Yoongi- seguía tocándole las pelotas, lo haría igual que como su papi le enseñó. Y Agust no de refería a su papi híbrido.

- Soy Agust, un gusto. - se presentó él híbrido, decidiendo perdonarle la vida a Yoongi.

Diosito y Satán ya tenían muchos problemas como para que él enviaría a Yoongi molestarlos.

Yoongi, por su parte, trató de recordar donde había escuchado ese nombre. No lo recordó y se encogió de hombros.

- Rozamel fierro, mejor conocido como Min pene gordo Yoongi para los amigos, pero tu puedes llamarme papi.- se presentó él de cabellos negros.

Agust contó hasta diez mentalmente.

- Soy uno de tus hermano, conocí a YoonJi ayer.- habló, él híbrido rubio.

- ¿Quíen?

- Yo.

- Te preguntó. - Yoongi soltó una carcajada divertido.

Agust contó hasta treinta.

Yoongi se metió el dedo a la nariz y sacó un moco, lo lanzó tratando de deshacerse de el, este cayendo sobre el helado de una niñita con un tutu rosa amanecer nocturno. Yoongi fingió que nada pasó y se rió cuando la niña se comió el moco sin notarlo.

Agust contó hasta mil.

- ¿Y siempre tienes esa cara de estreñido?

- ¿Siempre eres tan estúpido? - contraatacó Agust.

- ¡POLICIA, ESTE HÍBRIDO ME QUIERE ROBAR Y VENDER EN EL MERCADO NEGRO! - chilló Yoongi al no saber como defenderse. Al verse ignorado por la policía (quienes ya lo conocían de antes porque Yoongi tenía un historial), gritó:- ¡Y DIJO QUE USTEDES NO SERVÍAN PARA NADA Y QUE IBA A PONER UNA BOMBA EN SU ESTACIÓN DE POLICIAS!

Ese día, Yoongi conoció a otro de sus hermanos y se hizo su amigo, y sufrió una persecución (de la que salió ganador después de volver a su forma animal) por patear a uno de los policías que lo ignoró y escupir en el helado de él otro.

Algo típico en la vida de Yoongi. O eso le dijo él a Agust después de enterarse de que él era algo de un empresario y diseñador adinerado, mientras trataba de hacerse él cool.

 Lil meow meow |myg|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora