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— ¿Yoongi, donde... Qué demonios?

Sunnie observó al híbrido con sorpresa.

— ¿Qué tanto miras? ¿Nunca viste a un gato enredado en lana o qué? — cuestionó Yoongi malhumorado.

Él híbrido estaba completamente envuelto y enredado en lana, recostado sobre el piso, tratando de liberarse sin éxito alguno.

Sunnie soltó una risa suave, acercándose a él para ayudarlo.

— Eso. Riete. — siseó Yoongi.— Pero no te quejes después si hay consecuencias.

— ¿Consecuencias? — Sunnie se detuvo.

— Sí. No te quejes si pillas alguna rata muerta en tu cocina o algo. — soltó Yoongi mirándola amenazante.

— ¿Me estas amenazando?

Sunnie miraba a Yoongi con el seño fruncido. Ella odiaba que la amenazaran. Yoongi sabía eso. Por su bien, él debía responder que no.

— Si.

No me parece que este chico sea muy listo. 

Los ojos de Sunnie brillaron con malicia.— Desatate solo. — Yoongi parpadeó.— Ire por NamJoon. Le gustara jugar contigo y pintarte con mi maquillaje mientras estas atado. Ya sabes, él chico esta practicando con el maquillaje porque quiere impresionar a BiNa y ayudarla con sus cosas, quiere ser un buen novio-híbrido-amigo.— comentó ella casualmente.

Yoongi soltó un gemido ahogado.

No, él odiaba que NamJoon lo pillara indefenso porque él bastardo se aprovechaba y hacía todo tipo de cosas con su cara. Eso incluía experimentar con mascarillas fáciles que luego eran dolorosas de quitar, maquillaje horrible, con labiales de color rojo maraco intenso que duraba veinticuatro horas y unos broches en el cabello. Eso o dibujos de todo tipo en su cara.

Y más de alguna vez NamJoon le había dibujado un pene en la frente a Yoongi.

Todo eso mientras NamJoon le hablaba sobre cosas de tipos listos y cerebritos o le contaba chismes mientras se creía de esos peluqueros o estilistas de las películas que eran para adolescentes pubertas y hormonales, películas que Yoongi aborrecía... O fingía aborrecer.

Ugh, Yoongi odiaba como NamJoon parecía ser tan inocente cuando en realidad era lo contrario... Bueno, no era tan malo como él, pero no era precisamente un angelito que bailaba sobre arcoiris, corazones morados y flores coloridas.

— Sunnie... — lloriqueo él híbrido.

— ¿Qué dijiste? ¿Qué estas ansioso por ver a Nammie hoy? — dijo la chica alegre.

Él hibrido lloriqueo. Iba a ser una larga tarde.

 Lil meow meow |myg|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora