Lil meow meow |myg|

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— Yoongi, ¿Has visto mi sostén neg— la chica miró en silencio al híbrido por unos segundos.— ¿Qué demonios, Yoongi?

Él felino la miró con seriedad, realmente importándole poco que lo vieran desnudo.

— ¿Te importa? Alguien intenta darse un baño aquí. — gruñó con fastidio el pelinegro.

Sunnie observó el cuerpo del híbrido casi sin quererlo. Y sí, estaba bastante bueno.

— Wow.

— Largo de aquí, sucia pervertida. — ordenó Yoongi ya un poco más avergonzado.

— Esta es mi habitación... Y estas sobre mi cama... Y... ¿Esas son mis toallitas desmaquillantes? —  soltó con incredulidad mirando el paquete de toallitas junto a Yoongi.

Toallitas que “casualmente” estaban junto a Yoongi y en un lugar denominado como peligroso.

— Sí, son esas toallitas húmedas, y sí eso que estas mirando es mi gran pene gordo.— le rebatió él híbrido.— Largo.

— ¡Yo no te estaba mirando allí! — chilló Sunnie roja por la vergüenza.

— Lo que digas. — bufo Yoongi.— Pero mira, no estoy en celo aún, así que no requiero de tus servicios por el momento.

Él híbrido era un incorregible malhablado y mal pensando pervertido. Sunnie soltó un chillido molesta. Su rostro rojo de la vergüenza y molestia.

— ¡Idiota! — gritó dando un portado.

Él felino sonrió con arrogancia.

— La traigo loca. Eres grande Min Yoongi.— se alagó, continuando con su “baño”, que no era más que pasarse toallitas húmedas hipoalergénicas por todo el cuerpo.

Según él, eso lo salvaría de tomar una ducha como lo hacía Sunnie cada mañana en el baño mientras tiritaba abrazándose así misma y se quejaba por que el agua estaba demasiado fría al inicio. Y no, no es que él la haya  espiado. Bueeeno, quizás la espió un poquito.

Yoongi gruñó viendo a su “amiguito” erguido.

— Demonios, tendré que atenderme a mi mismo ahora. — gimió con un puchero.— Tonta Sunnie, si no la hubiera recordado en la ducha esto no estaría pasando.

Sip, ese Yoongi. Él híbrido más rudo de todos y él más pervertido también.