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— Min Yoongi.

Él híbrido levanto la cabeza confundido al oír el tono enfadado de su humana.

— ¿Para qué soy bueno? — contesto por primera vez. Él usualmente no contestaba o hacía sonido alguno cuando se le hablaba.

— Para nada, maldito gato tragón.— siseó la chica.— ¿Por qué no lavaste los platos que ensuciaste? ¿Crees que soy tu empleada o que?

Yoongi frunció el seño, sintiéndose ofendido por aquella verdad.

Era cierto que él nunca ayudaba en nada, pero no le gustaba que se lo sacasen en cara. Le hacía sentirse inútil, a pesar de que sabía que lo era.

Y siendo honesto, sí, él veía a Sunnie como una especie de empleada a tiempo completo, pero claro, él no iba a decirle eso jamás a menos que quisiera quedarse sin sus preciadas bolas. Y obviamente él no quería eso. Por supuesto que no.

La nariz del minino captó un olor. Uno que se le hacía vagamente familiar, ¿Qué era eso?

Curioso e ignorado el parloteo de su enfadada humana se dedicó a olfatear el ambiente, su cola meciéndose de un lado a otro y sus orejas alzadas, como si estuviera apunto de cazar a una débil, frágil e inocente presa.

— Sangre.— musitó él híbrido, acercándose más a la chica.— Hueles a sangre, ¿Estas herida? — cuestionó, deteniendo el parloteo de la chica, segundos después agregó asustado:— ¡Por todas las croquetas del mundo! ¡¿Ya es esa fecha espantosa?!

La chica frunció el seño.

— Sunnie ya tienes tu... Ya estas sangrado por allí abajo.— se quejó.— ¿Me puedo quedar en casa de NamJoon? No quiero soportar tus regaños, siempre me regañas cuando estas así. Te pones insoportable, como una bruja. 

Sunnie apretó los puños molesta. Ups, Yoongi había hecho una mala elección de palabras.

—  Tú, punk...— comenzó.

Yoongi tragó en seco. La expresión de su humana no era buena. Debía huir, para sobrevivir. Un pensamiento demasiado tardío para su situación.

— ¡VEN AQUÍ MALDITO ANIMAL VAGABUNDO!

— ¡MIAAAAAAAAAU!

Un maullido de puro sufrimiento fue lo que se escuchó por esa cuadra, incluso NamJoon— quien despertó asustado— y Luis, el perro san Bernardo bravucón del barrio se compadecieron del pobre gato.

Desde esa día algo cambio dentro de lotso. jpg

Min Yoongi no volvió a ser él mismo. Desde ese día, él ayudaba todas los días a mantener el orden de la casa.

Él...

Aquel híbrido mamón y molesto.

Aquel que gozaba del sufrimiento ajeno.

Aquel pirómano que una vez intentó quemar a su mejor amigo vivo porque se puso celoso de la cercanía de este con Sunnie — sí, él pobre desdichado es NamJoon.

Ese híbrido...

Él...

Lavaba los sucios y asquerosos platos que utilizaba.

 Lil meow meow |myg|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora