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Yoongi miró dubitativo la hoja de papel sobre la mesa. Mordió el lapiz, releyendo lo que estaba escrito.

Querida Sunnie:

Las primeras palabras, habían sido escritas por Hoseok. Eran letras bonitas. Lo que venía después, era todo obra de Yoongi.

Ola,  ¿Komo estaz? :)

Yo estoy bien. Hobi me alimenta bien y me prepara kroketas de pescado siempre que se lo pido. Y me compra elado sienpre. 

Es mi esclabo, el muy puto. B)

Tanbien, Hobi me enceño aserme una sopa con verduras y ceboya, y sanaorias.
No queme la hoya ni nada. Yo nací para ser chef, aunque Agust diga lo contrario y se queje de que me quedo salada la sopa.

¡No creaz sus mentiraz!


Hoseok también debería enseñarte a escribir, porque me va a dar cáncer visual por tu ortografía.— se quejó Agust, mientras leía lo escrito por Yoongi.

— ¡Callate! ¡No leas mis cosas privadas! — chilló Yoongi enojado.

— Uy, si. Ni que le fueras a escribir cosas eróticas a mi mamá. — se burló.— Aunque, de seguro y se le va todo la calentura al notar lo mal que escribes.

Hoseok, quien estaba en el sofá viendo televisión, hizo una mueca.

— No digas esas cosas y llames mamá a Sunnie. Me hace imaginarme que YoonYoon le escribe cosas sucias a su verdadera mamá y es asqueroso.— se quejó.

Agust rodó los ojos, ignorándolo.

Yoongi, por su parte, siguió escribiendo.

Sunnie, te ecstraño mucho. :(

¿Cuando vas a benir a vuscarme?  ¡Ya no awuanto vivir con Agust! ¡No me deja dormir con él y con Hobi! ¡Y ayer los escuche aplaudir en su abitacion! De seguro y estaban viendo películas sin mí, los desgraciados.

Además, a Hobi le wuelen feo las patas. Me di cuenta hayer, cuando me transforme a mi forma gatito y fui a mear sus zapatos. Fue horrible, Sunnie. Pense que me hiva a kedar ciego por su olor. Ni siquiera el asqueroso de Nam wuele así de feo. Por cierto, ¿Komo esta él? No se nada de su insignificante existencia desde ase tienpo.

Sunnie, amor de mi siete bidas gatunas.  Te prometo que si vienez pronto, me vañare mas seguido. Y dejare de harañar tus cortinas, y ya no me comere tus pazteles. Y tanpoco usare tus sostenes para ponermelos en la cabesa y jugar a que soy un panda.

Ben pronto, te kiero mucho. Y no te olbides de mi.

Kon mucho kariño, el amor de tu bida, Min Yoongi.


— Si yo fuera Sunnie, me iría para siempre después de leer esa carta. — dijo Agust con malicia.

— ¡Hobi! ¡Agust me esta molestando! — acusó él híbrido.— ¡Y dijo que eras feo y te olían las patas! — mintió.

— ¡Oso oso mentiroso! — gritó Agust.

— ¡No soy mentiroso, tonto que huele a atún podrido! — le gritó Yoongi devuelta.

— ¡Tu me pegaste el olor, llorón con cara de oruga mamona! — se defendió Agust.

Y ambos híbridos comenzaron a pelearse, siseando y gruñendo. Hoseok suspiro, resignado, sabiendo que ya no podría seguir viendo televisión tranquilo.

¿Quien le había dicho que era una buena idea tener a esos dos viviendo juntos? Diablos, él ya no se iba a dejar convercer por Sunnie y sus ojitos bonitos, ni ese tono dulce. ¡Ella era una manipuladora que sabía como jugar sus cartas cuando le convenía! Tan solo tuvo que ponerle ojitos tristes, hablarle dulcemente y con un ligero tono aniñado y listo, ¡Hoseok estuvo aceptando quedarse un mes con Yoongi! Olvidando completamente que Agust no iba a estar feliz y que, cada que esos dos hermanos estaban juntos, terminaban peleando.

Pero bueno, al menos, sabía que Sunnie llegaría pronto. Porque ya no tendría tanto trabajo en la empresa de su familia y por ende, volvería de esa otra ciudad a la que fue.

Aunque, Hoseok sospechaba también, que Sunnie había vuelto hace una semana y no iba solamente porque quería pasar tiempo a solas. SeokJin, él médico de Agust y amigo de la chica, estuvo muy nervioso cuando Yoongi la mencionó y Agust dijo que olía a ella después de que fueran al hospital para un chequeo médico de ambos híbridos. Además, cuando Hoseok llamó a Sunnie, la voz de un chico —al que Yoongi nombro como Taehyung, él primo de la chica—, se escuchó por ahí. Sunnie dijo que Taehyung estaba con ella, porque también tenía que hacerse cargo de la empresa, aunque Taehyung tenía una granja...

Era raro.

De todos modos, si Sunnie quería una semana para ella sola. Lo entendía. Hoseok sabía muy bien lo agotador que era tener un híbrido y más, si este era Yoongi.

— ¡No me muerdas, maldito imbécil! — gritó Agust.— ¡Te voy a meter unos balazos por el culo!

— ¡Intentalo, nalgas poposiadas! — respondió Yoongi.— ¡Te voy a hacer puré! — chilló.

Hoseok se apresuro para separarlos, esos dos iban a sacarle canas verdes. Estaba seguro.

Y así, fue otro día de Min Yoongi en casa Hoseok.

 Lil meow meow |myg|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora