Lil meow meow |myg|

14

— Hyung, ¿Por qué estas vestido así?

NamJoon miraba con curiosidad al híbrido gatuno, pues este traía puesto un precioso vestido azul.

— Cierra la boca, NamJoon.— siseó amenazante él pelinegro.

Él híbrido de gran Danés de cubrió la boca aguantando una carcajada. Yoongi se veía gracioso. Bonito y gracioso con ese vestido azul, esas zapatillas y aquella diadema en su cabeza. Parecía una chica.

— Pero te ves bonito.— alagó sonriendo.

Un quejido de puro dolor fue lo siguiente que se escuchó. NamJoon tocó su oreja herida mientras pequeñas lágrimitas aparecían en sus ojos y su cola se escondía entre sus piernas.

Estaba asustado. Su mejor amigo, Min Yoongi, lo asustaba.

Es un bebé, hay que protegerlo.

— ¡Te dije que cerraras la boca! — soltó Yoongi, su cola erizada y sus orejas alzadas mientras enseñaba sus colmillos amenazante.

Él híbrido estaba furioso. La madre de su humana favorita había llegado y obligado a probarse ropa de chica con la excusa de que Yoongi poseía un físico similar al de su sobrina y por eso, él híbrido  tenía que probarse la ropa para ver que arreglar, ajustar o soltar en el vestido.

Era una completa mierda, según Yoongi. Y lo único que deseaba era echar a la mujer.

Una lastima que Sunnie no le permitiera hacer eso.

Soltando un bufido, Yoongi se sentó cruzado de brazos completamente malhumorado. NamJoon frunció el seño.

— Hyung, cierra las piernas. Las señoritas no deben sentarse así.— regañó NamJoon, escondiendo una risilla.

Le divertía la situación. Él amaba burlarse de su hyung, aún cuando sabía las consecuencias de aquello.

— ¡CALLATE! — gritó Yoongi, su voz sonando chillona. Sus orejas y cola erizadas, mirando al canino con odio.

Ya estaba harto de las bromas del perro al que tenía por amigo. Iba a vengarse, lo juraba por todas las croquetas del mundo.