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Min Yoongi no era alguien que iría a la biblioteca a menudo, de hecho, casi nunca iba, sin embargo, le gustaba leer.

Y si bien, tenía una ortografía horrible, la mayor parte del tiempo lo hacía a propósito. Porque sí, él sabía escribir perfectamente, pero le gustaba fingir que no para molestar a las personas como NamJoon, Sunnie o Agust, quienes eran unos obsesionados con eso de tener, al menos, una buena ortografía. 

Ahora bien, en ese momento iba junto a, por mucho que le gustara negarlo cuando NamJoon estaba presente, su mejor amigo camino a la biblioteca. NamJoon había estado pidiéndole a todos que lo acompañarán pero nadie podía, BiNa y Sunnie trabajaban, Taehyung prefería a sus gallinas las Clotildes, a SeokJin no se le acercaba porque le daba miedo que él doctor le pusiera vacunas... A Hoseok, bueno, NamJoon ni siquiera pensó en Hoseok, el híbrido de gran danés no podía simplemente pedirle un favor a su rival, mucho menos cuando este se pasaba todo el tiempo con Yoongi.

En fin, nadie podía acompañar a NamJoon a la biblioteca o la librería, resultando como consecuencia un híbrido de gran danés en su forma animal, echado en la entrada de la puerta de su casa, soltando gimoteos y aullando tristemente.

Y si bien, Yoongi a veces podía ser un mamón insensible—él mismo lo admitía—, no le gustaba ver a su mejor amigo perruno triste, por ende, se encaminó hasta él triste de Namjoon, le dio una patada suave y le dijo:

— Te voy a bendecir con mi presencia hoy, saco de pulgas. Ve a ponerte bonito porque te voy a acompañar a la biblioteca como tanto me rogaste que lo hiciera.

En ese momento, NamJoon pensó que estaba viendo a un ángel. NamJoon también recordó que nunca le habia rogado a Yoongi que lo acompañase, pero sabía que él híbrido de gato solo lo decía para hacerse el malote. De todos modos, no le importaba mucho, para NamJoon en ese momento, Yoongi era él mejor amigo del mundo y estaba feliz por conocerlo.

Ahora, en la actualidad, ambos híbridos iban discutiendo abiertamente sobre porque la hierba gatera era lo mejor del mundo, Yoongi alegando que esa hierbita sanadora era tan majestuosa que fácilmente podría sostener la economía de un país si la legalizaban. NamJoon, por el contrario, opinaba que lo mejor del mundo eran los cangrejitos  y que si se les daba más importancia, fácilmente podrían detener las crisis que afectaban al mundo... De alguna manera. Finalmente, ambos terminaron concluyendo que si volvían a NamJoon presidente y a Yoongi encargado de la defensa del país, facilmente se podían convertir en una potencia mundial. Y que además, podrían inclusive llegar a dominar el mundo.   

Unas personas que iban pasando cerca los miraron raro, antes de huir lejos de ellos y un policía se debatió seriamente en si debía considerarlos un peligro para la sociedad y arrestarlos o simplemente dejarlos ir. Decidió dejarlos ir. ¿La razón? Yoongi se había tropezado y caído de frente, y NamJoon por tratar de ayudarlo había caído sobre él, en ese momento, él policía simplemente pensó que no serviría de nada arrestarlos, de todos modos, no parecía que esos dos hibridos fuesen a vivir mucho con lo torpes que eran.

— Buenas días, doña Lola Mento. — saludó NamJoon con una adorable sonrisa de hoyuelos a la ancianita de la biblioteca.

— Buenos días, pastelito. — saludó ella con voz dulce antes de mirar a Yoongi, hizo una mueca de puro horro.— ¡Satanás! — dijo, enseñándole una cruz y tirándole agua bendita.

Yoongi fingió convulsiones y se tiró al piso dramáticamente, incluso salió humo de su cuerpo cuando el agua bendita hizo contacto con su piel, luego se levantó como si nada y dijo:— Buenos días, pasita. ¿Todavía no te has muerto?

Yoongi era un chico educado.

La ancianita lo miró aterrada, sabrá Dios que le hizo Yoongi a la pobre para que ella reaccionase así.

 Lil meow meow |myg|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora