36: La fiesta de SeokJin

2.1K 292 295
                                    

N.a:

Aquí va una confesión.
Estoy tan acostumbrada a que ciertas lectoras comenten en todos los capitulos, que cuando no lo hacen, las extraño y hasta me dan ganas de preguntar si están bien.

[ Capitulo especial ]

Kim SeokJin era un hombre agradable. Alguien condenadamente atractivo, soltero, sin hijos y divertido. Disfrutaba las fiestas, por lo que, usualmente, solía hacer muchas. Y en todas ellas invitaba siempre a su mejor amiga, su primer amor y la única chica con la que podía coquetear sabiendo que ella no lo iba a tomar en serio, Min Sunnie.

Dicha chica, no había ido a una de sus fiestas desde hacía ya mucho, realmente, mucho tiempo. Y SeokJin no sabía porque, digo, ella había regresado del extranjero hace aproximadamente dos años. Ella debió ir a una de sus fiestas en ese tiempo, no es como si tuviera otras cosas que hacer, ¿O sí?

— Cariño, dime la verdad.— preguntó.— ¿Por qué no quieres venir a mi fiesta? Ya van dos años, ¡Dos años!, desde que no vienes a verme desde que regresaste.

— B-bueno... Verás...— tartamudeó Sunnie a través de la liena del teléfono. Se escucharon unos ruidos.— Espera un minuto.— murmuró.— ¡Yoongi, ten cuidado con esas cosas... Son frágiles! — Sunnie parecía estar en pánico.

SeokJin alcanzó a escuchar un grito masculino, que claramente, decía un: “¡No!”

— ¡Yoongi! ¡Deja eso...! ¡Maldita sea, Yoongi, lo rompiste! — Sunnie se oía enfadada.

SeokJin trató de hacer silencio para escuchar el chisme. Escuchó que él mismo hombre gritaba un: “¡Lo siento, humana! ¡No lo volveré a hacer!”, para después agregar un temeroso: “¡No me golpees... Por favor!”

Ante eso ultimo, SeokJin frunció el ceño. Esas palabras le recordaban tanto a los híbridos maltratados y abusados que habían ido a su consultorio alguna vez. Sin embargo, no era posible, ¿O si?

Él conocía a Sunnie. Ella era una chica dulce, amable. Un poco tonta a veces y generalmente bastante ingenua, pero no era capaz de matar ni a un caracol. SeokJin todavía podía recordar como una Sunnie de catorce años se había puesto a llorar porque piso accidentalmente un caracol. En defensa de Sunnie, ella creía que ese caracol era un híbrido y por eso se había puesto a llorar.

SeokJin tardó en hacerle entender que los híbridos, actualmente, solo eran de algunas especies. Osos, felinos y mininos, todo tipo de caninos de raza grande, algunos rodeodores como los ratones (generalmente de laboratorio), zorros y conejos. Y algunos reptiles, como las serpientes o boas. En fin, cuando Sunnie se calmo, ella aún siguió sintiéndose mal por matar al caracol. Por lo que, ahora, SeokJin creía imposible que ella estuviese lastimando a otro ser humano o híbrido.

Sunnie podía amenazar mucho, pero ella jamás golpearía a nadie a menos que fuese en defensa propia o porque esta persona realmente lo mereciera. La habían criado de esa manera y ella tenía sus propios valores pacifistas también.

— ¿Sunnie? — preguntó SeokJin.

— Lo siento, SeokJinnie, no creo poder seguir hablando... Tengo que calmar a este chico que...— ella suspiró.

— ¿Chico? ¿Vives con un, uh, híbrido? — preguntó.

— Lo hago.— Sunnie sonaba cansada.— Cuando llegue hace dos años, él vivía con mis abuelos paternos... En fin, es una larga historia, pero para resumirlo, tengo que convencerlo de que no le haré daño. Es un tipo de gato y bueno, es difícil. Estos chicos son desconfiados por naturaleza.

 Lil meow meow |myg|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora