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— Yoongi hyung, ¿Por qué su cola se mueve tanto? ¿Esta feliz de verme como yo estoy feliz de verlo a usted? — preguntó con emoción él híbrido canino mientras movía su cola dw un lado a otro.

— Voy a arrancarte una oreja si no te callas. — amenazó con molestia el híbrido mientras observaba al “perro pulgoso”, como él lo había apodado desde su lugar en la cama.

Sí, su cola se movía por la rabia que sentía producto del castigo puesto por Sunnie. ¡Ahora tenía que bañarse todos los días antes de acostarse y no solo en su forma humana!

NamJoon frunció el seño tocando sus orejas para protegerlas. Él sabía que ese hyung no se andaba con cuentos, no por nada los animales-no-hibridos del barrio le temían cuando este aún estaba en su forma gatuna. Incluso Luis, el gigantesco perro san Bernardo que estaba a dos casas de la suya y que solía molestar a NamJoon e intimidarlo cuando este salía a pasear solo en su forma animal, le temía a Yoongi.

Por eso, NamJoon entendía que su hyung era un gato peligroso y que molestarlo no le servía de mucho, no le servía de nada, de hecho. Pero eran amigos, Yoongi no lo lastimaría en serio, tan solo lo amenazaba porque andaba de gruñón, o bueno, eso pensaba el ingenuo e inocente NamJoon.

— Hyung, ¿Me puedo subir a su cama? — preguntó él híbrido de gran danés mientras movía su cola se un lado a otro.

— No, te ves más bonito en el piso, animal. — siseó Yoongi.

NamJoon sonrió dejando a la vista sus adorables hoyuelos, creyendo que Yoongi lo había alagado. Él híbrido felino rodó los ojos.

NamJoon comenzó a inspeccionar la habitación curioso, para ver si había algún cambio mientras era vigilado por él gruñón Yoongi.

— Oh, ¿Qué es esto?

Yoongi gruñó furioso y NamJoon soltó un chillido adolorido por causa del zarpazo que Yoongi le había dado en una de sus orejas.

— ¡Rompiste a Kumamon, bastardo! — gruñó Yoongi antes de comenzar a perseguir a un asustado NamJoon.

— ¡Hyung, lo siento, lo siento! ¡No me mates, hyug, lo siento! — lloriqueo NamJoon mientras corría por la casa siendo perseguido por un furioso felino.— ¡Sunnie, hyung me quiere arrancar una oreja! — chilló NamJoon al llegar al patio, mientras corría a esconderse detrás de su humana, BiNa, completamente asustado.

NamJoon era un perro cobarde cuando no tenía que proteger a su BiNa.

— ¡Min Yoongi! — gritó Sunnie mirando al híbrido de gato molesta.

— ¡Ese bastardo rompió a mi Kumamon! — siseó Yoongi furioso, enseñando sus colmillos y moviendo su erizada cola de un lado a otro.

— Fue un accidente...— lloriqueó NamJoon escondiendo la cola entre las piernas, temblando y ocultando su rostro en el cuello de una divertida BiNa.

— Min Yoongi, tienes prohibido el atún por una semana. — espetó Sunnie.

Yoongi gruñó y enseño sus colmillos nuevamente. 

— Dos semanas.

— Más te vale cuidar tus espaldas por un tiempo, asqueroso animal pulguiento. — amenazó Yoongi a NamJoon, antes de marcharse a pasó rápido al interior de la casa.

Yoongi era un gato malhumorado, furioso y peligroso en esos momentos.

 Lil meow meow |myg|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora