Era un día tranquilo. Todo era maravilloso y bonito, no había problemas, no había nada malo y eso asustó a Agust y desesperó a Sunnie, mismos quienes habían salido juntos en la mañana porque Agust quería comprarle un regalo a Hoseok y necesitaba ayuda para elegirlo.
Taehyung se les había colado, porque a él le gustaba salir con Sunnie y porque, bueno, se estaba quedando en la casa de Sunnie por unos días después de que las traicioneras clotildes hicieran una rebelión. ¿La razón?, las gallinas se dieron cuentade que era Taehyung el que se robaba sus huevos y escondía el trigo.
En fin, todo iba bien. O bueno, así fue hasta que el celular de Agust sonó. Él atractivo y rudo híbrido miró su celular, leyendo el nombre de la persona que lo llamaba:
"Labios de prostiputo.", se leía en la pantalla.
Era Yoongi.
Agust contestó.- ¿Donde andas, estorbo?
- Necesito que vengas a buscarme. Hay un tonto al que debo golpear hoy. - dijo.
- Adiós. - dijo dispuesto a cortar la llamada.
- ¡No, no, no! ¡Espera! - chilló Yoongi alarmado.
- La verdad es que me deje secuestrar con NamJoon y aquí ando esperando a que me rescaten. Él mocoso ese hijo del doc. también esta aquí.
Agust guardó silencio por unos segundos. Parecía pensativo. Por la mente del híbrido pasaban muchas cosas en ese momento, una de ellas era: ¿Qué pasaría si dejase que Yoongi desapareciera para siempre?
- ¿Qué ocurre, Agust? - preguntó Sunnie curiosa. Una sonrisa en sus labios.
Agua suspiró. Sí, él no podía hacerle eso a ella, sabía que, por muy desagradable que fuese su hermano aveces, Sunnie lo quería.
- ¿Dónde estás?
- Queti. - escuchó decir a Yoongi.
- ¿Qué?
- Que te importa, chismoso. - Yoongi se carcajeó divertido.
- Adiós. - Agust cortó la llamada.
Sunnie lo miraba curiosa.
Agust dudó.- Mamá... - le dijo, para después volver a suspirar.- Secuestraron a Yoongi.
La sonrisa de Sunnie tembló. Un escalofrío recorrió a Taehyung.
- Esta con NamJoon. - continuó Agust.
Un tic se formó en el párpado izquierdo de Sunnie. Taehyung se alejó un par de pasos.
- Y dijo que tienen al niño conejo, él hijo de SeokJin también. - terminó por decir.
En la cara de Sunnie había una sonrisa dulce.- Oh, ¿Es así? - murmuró ella.
Agust sintió un escalofrío. Él mismo que sentía cada que Hoseok se enojaba en serio.
- Y dime, ¿Sabes donde están? - preguntó Sunnie, su voz mortalmente amable.
Agust negó.- Pero le puse un rastreador a Yoongi, así que lo sabremos enseguida. - dijo.
Sunnie miró a Taehyung. Los primos parecieron conversar con la mirada. Finalmente, él asintió con solemnidad.
- Bueno, supongo que tenemos que ir a buscarlos. - habló Sunnie extrañamente calmada.
- ¿No te preocupan los secuestradores? - cuestionó Agust.
- ¿Deberían? - Sunnie río dulcemente.- Quiero decir, solo tendré una pequeño dialogo con ellos mientras ustedes rescatan a los chicos.
Agust tuvo la sensación de que ese "dialogo" no se refería precisamente a hablar, sino que por el contrario, era otra cosa. Él no quiso preguntar, quería seguir teniendo en mente la imagen de una Sunnie adorable y dulce que era incapaz de dañar hasta a una mosca.
Taehyung, por otra parte, se estremeció. Él "dialogo" del que Sunnie hablaba no era precisamente algo que puede llamarse una conversación bonita. Era todo lo contrario a eso, y ni siquiera se hablaba allí.
Agust se concentró en su celular, en tanto Taehyung arrastraba a Sunnie a una de las tantas tiendas que habían. Pasaron varios minutos antes de que salieran, cada uno con ropa diferente a la que tenían puesta antes de entrar, después fueron a otras tiendas y salieron, Taehyung con un bolso en sus manos. Para finalmente regresar junto a Agust.
Él híbrido los miró sorprendido. Sunnie traía un pantalón de cuero negro ajustado, unas botas de tacón fino, una bonita camiseta blanca y una chaqueta de cuero negra. Sus cabellos estaban arreglados en una coleta alta y traía un maquillaje diferente, uno que la hacía ver sexy e intimidante al mismo tiempo. Taehyung, por otra parte, vestía unos zapatos formales negros, un pantalón del mismo color y una camisa de seda de un color rojo vino. Sin embargo, él no traía chaqueta, pero si unos lentes de contacto de un bonito azul cielo y su cabello estaba un poco más desordenado de lo usual. Agust notó que Taehyung también llevaba maquillaje, uno ligero que casi no se notaba pero que resaltaba sus ojos.
Él híbrido chasqueó la lengua. Sunnie y Taehyung parecían modelos, se veían jodidamente bien y sexys, atrayendo miradas de algunas personas, a diferencia de él, que parecía un vagabundo con dinero o un delincuente.
- ¿Qué traen ahí? - preguntó mirando el bolso.
Sunnie sonrió.- Nuestro diálogo. - respondió.
Agust no quería preguntar, al menos no en público, sospechaba que los arrestarían si revelaban el contenido del bolso.
- Entonces... - sonrió Taehyung relajado.- ¿Nos vamos?
- Yo conduzco. - los ojos de Taehyung brillaron de forma maniaca. Sunnie detrás de él negaba, sin embargo, fue demasiado tarde, Agust ya le había dado las llaves del auto de Hoseok.
Pobre cosita fea, él no sabía que Taehyung al volante era peligroso. Tan peligroso como dejar un trozo de carne y a un tigre juntos.
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Lil meow meow |myg|
Fanfiction- Yoongi, ¿Donde esta el hámster de mi hermana? - Meow. - Yoongi, eres un híbrido. Se que puedes hablar. - Mierda... «Donde Yoongi es un híbrido y vive con su humana.» - Capítulos cortos. Realmente cortos. - Original.