Dulce Tentación

Capítulo 30

Entonces camine 
hacia ti con un nudo en
la garganta.

Mire por una última ves tus
ojos deslumbrantes, y tu
bella sonrisa.

Mi vida no está preparada para destrozar tu corazón.

Ni mucho menos en decirte
adiós.

Espero que algún dia me puedas perdonar y amar.

Porque yo siempre te amaré
aún sin mis días son condenados al infierno.

Muriendo y con mi última gota
de aliento, te diré Adiós.

— AyariQWQ

08 de Noviembre 2020.

Esa misma noche.

La noche cubrió al cielo como a la ciudad, el astro rey iluminaba el vasto cielo que parecía las profundas aguas del océano. Tan inquietante pero maravilloso, el viento frío corría moviendo las pocas hojas que un quedaba en los árboles. Una noche pacífica para todos en China que iniciaba.

Un joven admiraba la vista que le brindaba al estar en aquella área del gran famoso restaurante cinco estrellas. Admiraba como las luces brillaban a la lejanía, la vista nocturna desde ahí era más que fascinante. Como siempre Wang Yibo llegó demasiado pronto para la cita de esa noche con el mayor, sentia que su corazón saldría de su pecho. Esa noche en esa cita, bajo la luz de las velas y como testigo la enorme y brillante luna le diría a Zhan esas dos palabras que todo su ser le ordena a decirlas, si tardaba más iba a explotar ante la necesidad de trasmitir sus sentimientos.

Tomo la copa de cristal de la mesa y la alzó, la copa brilló por la luz de luna, Yibo sonrió como el solo podía hacerlo, esa dulce sonrisa que te provoca verla cada segundo, minutos, día y en ese caso para Xiao Zhan toda una vida.

Dulzura refleja su angelical rostro, ansiaba que Xiao Zhan llegara para decirles esas palabras. No tenía la menor duda de sus sentimientos y juraba que el mayor también los sentía, con sumo cuido dejo la copa en la mesa y puso sus codos en el borde y se recargó. Sus ojos claros observaron las rosas que decoraban todo el balcón, sus mejillas se tornaba de un suave rojo. Xiao Zhan sabia como hacer sentir dichoso el corazón de Wang Yibo, con las flores que más les gustaban son ésos pequeños detalles que enamoran más y más a Yibo.

Yibo de su bolsillo del pantalón saco con sumo cuidado, una cajita negra de terciopelo y la miro por varios segundos. Paso su lengua por sus labios que sentia que estaba un poco resecos. Con lentitud la abre mostrando un par de anillos dorados en su interior que brillaban, con su mano toma uno y lo alza. El anillo brillo con las luz de las velas, en su interior tenía una inscripción que especialmente Wang Yibo mandó a poner, no había mejores palabras que describirán el amor que sentía por Zhan que esas palabras  grabadas en el anillo.