Capítulo 19

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El amor es como un ladrón
llega sin saber.





Te atrapa cubriendo tus ojos
con una fina tela llamada ilusión.



Amar no es solo decirlo en palabras, el amor son hechos.





Es ser uno solo con esa persona,
el amor es aquella pregunta
enterna que muy pocos
encuentran sus signos de interrogación.






Que son los besos esos que te
roban el aliento y te hacen
soñar.



— AyariQWQ



Una chica iba hecha una furia por los pasillos de la casa, el color rojo en sus mejillas era una muestra del gran enojo que gobernaba su pequeño cuerpo.







El libro entre sus delgadas manos sufría las consecuencias era apretado con toda la fuerza que tenía la chica, su largo cabello negro se movía por el viento que empezaba a correr. 







Aquella tarde de otoño era una de las peores para Xiao Mei, que contenía las lágrimas que deseaba soltar la pequeña hija del matrimonio de los Xiao estaba más que enfurecida. Caminaba sin rumbo alguno, solo deseaba estar sola para dejar ir todos aquellos pensamientos.







Las hojas de árboles empezaban a caer por los secas que estaban, el invierno no tardaba en llegar el tiempo avanzaba sin detenerse al igual que ella.  Xiao Mei detiene su andar enfrente de aquel pequeño estanque que había en el jardín, bajo aquel enorme árbol en donde unas de sus ramas más fuertes, estaba un viejo columpio que se mesia con suavidad por el aire que corría.






Acomodo bien su bufanda que cubría su cuello, tomó entre sus manos la soga del columpio y se sentó en el. Comenzando a columpiarce un poco, el libro de pasta negra que anteriormente estaba en sus manos se encontraba encima de sus piernas. Ése lugar era especial para ella debido que era donde se reunían tanto sus hermano y primo a jugar y pasar tiempo juntos.






En todo ese año y medio las cosas habían cambiando radicalmente, una de ellas era la ausencia de Wang Hao Xuan y su pareja que dejó a todos lo de la familia desconcertados, más cuando se enteraron dejó la escuela. También estaba aque gran molestia, aquella mujer y ese chico que tenía el cariño de los señores Xiao pero más bien no el de la hija menor, que los miraba como cucarachas que deberían exterminar. Xiao Mei no entendía ¿porque no quería a esas dos personas? pero para ella no le era difícil darce cuanta que era odiaba por ambas parejas de sus hermanos.  Xiao Mei agradecia que eso era mutuo, en todo ese tiempo había tratado de convencer a sus hermanos que esa relación no iba a nada bueno.





Pero como todas la veces que había intentado había fallado rotundamente, al contrario logró ganarse la molestia de sus dos tercos hermanos que siempre contaban el mismo cuento, que eran buenos y era la persona que más amaban. Eso acacionaba un ambiente tenso entre los tres hermanos, que podían llegar a dejar de hablarse por dias cuando peleaban. Mei se sentía cansada al ser solo ella contra  aquellas dos personas falsas e interesadas, había algo en ellos que le decía que no era de fiar.







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