Capítulo 23

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La mañana había llegado a China, el sol ilumina todo a su paso con sus cálidos rayos, el fresco aire que corría te invitaba a olvidar y continuar con un día más y sonreír.



En las barandas de un balcón se encontraba Wang Yibo con un notable puchero en sus labios, esa mañana vestía una playera blanca su cuello tenía un corte en V en medio tenía una palabra en cursiva en verde, unos pantalones del mismo color de la playera acompañando la vestimenta unos calsantines blancos con una chanclas.



Sus claros ojos contemplan toda  la vista que le regalaba en estar en el último piso del edificio, Yibo se encontraba aún molesto por todo lo que habia o mejor dicho estaba digiriendo aún, solo quería arrancarle la cabeza aquella Zorra. Recordaba a la perfección como Zhan le había impedido que hiciera algo "estupido" en palabras de su pareja lo había besado y abrazado como pulpo lo que restaba de la noche.



Al recordar nuevamente las nuevas marcas en su cuello, sus mejillas se volvieron tan rojas que le hacían copentencias a los tomates o a la sandía que había encima de sus piernas, cuando la había encontrado en el refrigerador y la partió con el cuchillo. Imagino que era la cabeza de esa tal Fai, tanta fue la fuerza que había ejercido al imaginar eso que el cuchillo había quedado bien clavado en la tabla de madera.




No lo culpen Yibo estaba a nada de explotar, su ZhanGe le había dicho que era los más importante para el ¿Y entonces donde lo dejaba a el? ¿Acaso no entendía que también para el lo era? en esos momentos Yibo estaba tentado en daler unos golpecitos a su ESPOSO por menso, para el era su familia la persona más importante a parte de su madre y hermana. Esa parte esencial que sin saber siempre busco, el desde muy chico jamás deseo nada más bien el término correcto era el jamás se permito desear nada y tenerlo.




Siempre fue su familia por delante y sus necesidades, como también nunca hubo nada que el deseara poseer o tener, ahora que lo había encontrado como también logro tenerlo, ese alguien era Xiao Zhan y ni por nada del mundo se alejaría de él. Si esa Zorra se atrevía hacer algo juraba por lo más sagrado que le arrancaría la cabeza y la hundirá en todos lo sentidos, le haría conocer lo que era el verdadero miedo y desesperación. Se encargaría de eliminar aquella bacteria de la sociedad, y no lo haría solo Yibo suelta una risa maquiavélica al pensar en cierto grupito de personas para el plan.




— Solo y veo que haces algo será tu fin perra -masculle clavando con coraje la cuchara en la sandía y comer un poco de ella_



Había otro punto que le preocupaba a Wang Yibo y ese era la llegada de sus amigos, ellos tres en particular eran sumamente sobreprotectores respecto a su persona cuando se enteraran que vivía con una persona, y esa persona era un hombre que era mayor por 9 años. Harían todo un drama y ciertas demonias enfrentaría a su pareja una sonrisa traviesa volvió aparecer, esa que te aseguraba que si te atrevias a decir algo sobre Xiao Zhan, te decapitaria.




— Xiao Zhan e..estu c..culpa que me allá  vuelto a..así h..aste responsable de mi -tartamudeando llena su boca como una marmota de sandía sus mejillas estaban llenas y se miraba sumamente tierno_



En la habitación entre las sabana un joven hombre iba abriendo sus ojos con lentitud poco a poco acostumbrándose a la claridad, palmea el colchón en busca de su pareja al no sentir nada Xiao Zhan se levanta dando un bostezo, su negro pelo estaba echo un lío.


Con pasos torpes se encamina a la sala, solo vestía el pantalón de la pijama y una playera negra de manga larga que le quedaba algo justa al ser la de su leoncito, cuando su vista miró a la cocina miró el cuchillo en la tabla y la mirad de un sandia preguntandose


Dulce Tentación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora