𝖄𝖔𝖚𝖗 𝖕𝖆𝖘𝖙, 𝖎𝖙'𝖘 𝖒𝖞 𝖋𝖚𝖙𝖚𝖗𝖊 || 𝒫𝒶𝓇𝓀 𝒮𝓊𝓃𝑔𝒽𝑜𝑜𝓃||

𝑪𝑨𝑷𝑰𝑻𝑼𝑳𝑶 2

Yuna retoca su pintalabios antes de bajar al gran salón de baile, donde se encuentran todos sus invitados, los cuales deberían estar disfrutando de los servicios reales. La pequeña reina se encuentra en sus aposentos, esperando a que su prometido venga a buscarla. A sus veintidós años, se ha convertido en la primera reina que ha tenido CRAVITY, reino que ha pasado de generación en generación a varones. Al principio pensó que sería su novio el que se convertiría en el rey y luego se casaría con ella, pero su padre no tuvo ningún problema en cambiar el manuscrito y también permitir a las mujeres gobernar.

-¿Ya estás lista? -un chico de un metro ochenta y cinco llama a la puerta, asomando su cabeza para ver a su amada.

Ésta le sonríe y se acerca a él, con su vestido azul cristalino, con encajes que le dan forma a todo su cuerpo. Quien los viese, se podría dar cuenta de que se quieren mucho, a lo mejor, la idea del matrimonio es demasiado precipitada, o así lo ve ella. Siempre lo ha visto como un buen amigo, pero su padre se emperró en que se casasen, dado que eso le vendría muy bien a la familia del muchacho, y también a la de ella.
Kang Minhee, hijo del caballero real, conocido por sus buenas obras en el pueblo y conocido por la ciudadanía como un hombre noble y cortés.

-Sí -la chica le planta un beso en la mejilla, para luego jugar con el pelo marrón de su amado.

-Estás hermosa -se lo dice en el oído, provocando una risa nerviosa acompañada de un escalofrío que le recorre toda la espalda.

-Tú también.

La muchacha coge su máscara blanca, colocándosela delicadamente sobre el rostro para no difuminar el colorete. El chico le ofrece su brazo, ella encantada se agarra a él y se dirigen hacia las escaleras centrales. Mientras caminan por el inmenso pasillo, Minhee le da una charla sobre los jardines del reino y lo peligroso que es que su balcón dé hacia el bosque. Desde muy pequeña no le dio importancia a este hecho, pero cada vez que escucha una noticia sobre los vampiros, su sangre se hiela, se estremece en su sitio y hasta unas pequeñas lágrimas se derraman. Les teme, no puede ni escuchar hablar de ellos. Imaginarse a un montón de monstruos corriendo en la oscuridad, acechando el momento oportuno para saltarte encima y comerse tus vísceras.
Su padre le cuenta historias de cuando él era joven y tenía que tener el máximo cuidado, porque hasta los vecinos podían ser vampiros.
La reina se agarra al pasamanos con una mano y con la otra se mantiene firme al muchacho de cabello moreno.

-¡Su alteza ha llegado! -el ujier informa sobre la bajada de la reina de sus aposentos y un montón de gente empieza a entrar en la antecámara para poder verla.

Las personas se hacen paso entre empujones y cuchicheos hasta rodear la enorme escalera que separa los dos pisos. Ella se para en el descansillo y espera a que todo el mundo deje de hablar para poder dar su discurso.
Por otro lado, siete jóvenes se adentran por los jardines reales hasta el salón de baile, unos guardias los ven entrar sin ninguna autorización e intentan echarlos fuera, pero ellos son más rápidos y dos de los muchachos clavan sus dientes en los carnosos cuellos de los vigilantes. Limpian la sangre que les cubre la cara y siguen adelante, con los demás. Los chicos se colocan sus máscaras robadas y forman un círculo para que todos se puedan ver.

-Camuflaos entre la gente, ir separados. Queremos que encuentren los cuerpos y así que la reina salga corriendo para atraparla, ¿entendido? -Sunghoon les vuelve a explicar el plan, siendo precavido, no quiere que nadie los escuche-. Si veis que os atrapan, huid.